
En la actualidad, las tecnologías avanzan a pasos agigantados, lo que hace que las pantallas sean las protagonistas de nuestro día a día la mayor parte del tiempo, de ahí que el sentido de la vista sea primordial. Sin embargo, la realidad es que aproximadamente el 80% de los españoles presenta algún problema visual, según el último Estudio de la Visión en España realizado en 2020.
Los problemas de visión más frecuentes
Los problemas de visión más frecuentes son los errores de refracción, es decir, la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo o la vista cansada. Las causas de estos problemas pueden ser muy diversas: presbicia, cataratas, glaucoma, desprendimientos de la retina, accidente cerebrovasculares… Sin embargo, el uso prolongado de pantallas también puede derivar en algunos problemas como puede ser la fatiga ocular.
Una de las ideas más extendidas afirma que ver la televisión con la luz apagada puede incrementar los riesgos de sufrir problemas de vista. La realidad es que ver la televisión a oscuras obliga a los ojos a hacer un mayor esfuerzo acomodativo, lo que hará que aparezca la fatiga ocular antes que si la vemos con una luz ambiental. Por este motivo, los expertos recomiendan ver la televisión utilizando algún punto de luz, en lugar de hacerlo completamente a oscuras.
¿Sentarse cerca o lejos de la televisión?
Otra de las recomendaciones más frecuentes sobre el uso de la televisión es que resulta perjudicial para la vista si nos colocamos muy cerca. Pero, ¿sabías que esta idea tiene un origen concreto? En la década de los 60, General Electric (GE) vendió algunos modelos de última generación que emitían cantidades excesivas de radiación por un error en la fabricación, de ahí que recomendase a los usuarios colocarse más lejos si habían adquirido estos dispositivos.
Síntomas
Ver la televisión muy cerca o con la luz apagada provoca fatiga ocular, que se produce cuando los ojos se cansan debido al uso intenso de la visa. Si bien, suele desaparecer cuando descansas la vista o tomas medidas para reducir las molestias. Entre los principales síntomas destaca:
- Ojos doloridos o con picazón.
- Sequedad ocular.
- Visión borrosa.
- Dolor de cabeza, cuello, hombros o espalda.
- Mayor sensibilidad a la luz.
- Dificultad para concentrarse.
- Pesadez en los ojos.
Si tomando descansos, utilizando lágrimas artificiales o ajustando la iluminación no se resuelven las molestias, es aconsejable consultar con un médico para que pueda otorgar nuevas pautas.
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