
Dime qué disfunción sexual tienes y te diré qué juguete comprar en el sex shop. Esta es la base del trabajo terapéutico de muchos sexólogos y ginecólogos que se están valiendo de la cada vez más sofisticada industria erótica para tratar a sus pacientes.
En la última década, los establecimientos eróticos han pasado de ser lugares sórdidos, con artículos demasiado obvios y poco atractivos para las mujeres, a elegantes boutiques de piezas de diseño y calidad. La industria se ha transformado para superar definitivamente el material cutre y de broma y cumplir el objetivo de conquistar al otro 50% de su público.
Locales elegantes, de colores atractivos y con caras amables y dispuestas a hacer que el cliente se sienta cómodo y que encuentre lo que busca se aliaron con nuevos fabricantes que apostaron por la sofisticación, la alta calidad de los materiales y la búsqueda del placer para todos. En estos años de desarrollo, a las tiendas eróticas les ha surgido un nuevo y respetado aliado: el colectivo de sexólogos, psicólogos y ginecólogos, que han abierto sus terapias a juguetes eróticos con resultados satisfactorios.
Los tratamientos de las disfunciones sexuales, en ocasiones complejos y altamente personalizados, incorporan ahora las funcionalidades de productos que podemos encontrar en estas tiendas.
Los problemas de ellas
Alcanzar el orgasmo es uno de los problemas más comunes con los que se enfrentan las mujeres en sus relaciones íntimas. Si llegar al clímax se convierte en una misión imposible en pareja, un buen modo de acercarse comienza en la intimidad, a través de artículos específicos para la estimulación del clítoris, que ayudan a ejercitar la zona y permiten a la mujer explorar las sensaciones para posteriormente reproducirlas con la pareja.
Los dildos, con o sin vibración, aportan soluciones para que las mujeres desarrollen los músculos y el conocimiento sobre la vagina. Son indicados para mujeres adultas, y ayudan a una exploración más profunda y al reconocimiento de los distintos tipos de orgasmos, en el caso de los vibradores. Los dildos sin vibración son aliados perfectos contra el vaginismo, que implica la contracción involuntaria de los músculos de la vagina en el momento del coito. Estos juguetes, bajo el control de la mujer, suponen un acercamiento para ayudar a la dilatación y a neutralizar el espasmo muscular. Con la práctica, resultan efectivos para lograr penetraciones sin dolor.
Para mujeres más mayores, la incontinencia urinaria puede convertirse en un problema muy común cuando los músculos del suelo pélvico pierden fuerza. Para mantenerlos en forma, una buena opción consiste en usar las bolas chinas, que se introducen en la vagina y, además de producir placer con determinados movimientos, aportan un ejercicio de fortalecimiento necesario para el suelo pélvico. Las consecuencias no son solo en lo que respecta al mejor funcionamiento de los órganos de la zona, sino también se notarán en las sensaciones de placer. El ejercicio y desarrollo de los músculos vaginales permitirá experimentar orgasmos más intensos y numerosos.
Los problemas de ellos
La eyaculación precoz es la disfunción más común entre los hombres. Esta se puede tratar utilizando distintos artículos eróticos, como los anillos vibradores, en los que se introduce el pene erecto y se ajusta a su base para practicar el mantenimiento de esa fase durante más tiempo.
Otro tratamiento efectivo se realiza con vaginas plásticas. Sirven para masturbar al hombre, y son elementos que recubren el pene, y a los que se pueden aplicar aceites templados para simular las sensaciones en una vagina. Los hombres se acercan así a la percepción del coito y pueden practicar el control de la erección para que la experiencia permita un ensayo con confianza antes de enfrentarse a la pareja.
En el caso de la práctica de sexo anal, hay juguetes apropiados para ayudar a la dilatación del ano y a ejercitar la zona sin dolor ni miedo, como los llamados 'plugs', que tienen distintas formas y tamaños.