El otoño llega plenamente con la entrada de octubre. Una vez pasado el 'veranillo de San Miguel' regresa el frío y con él algunos alimentos tradicionales de la estación otoñal que, además de madurar en esta época, algunos de ellos ayudan a combatir la bajada de los termómetros.
Tras un verano con sandías y melones como fijos de nuestra dieta, la nueva estación trae consigo alimentos como las castañas, las setas, los cítricos, la granada o las coles. Son productos naturales y baratos; solos o dándole sabor a otras comidas, son tradicionales del otoño.
Castañas y boniatos. Otoño es sinónimo de frío y en consecuencia de castañas. Aunque cada vez menos, son habituales los puestos callejeros de castañas asadas que tienen su apogeo una vez entrado noviembre. En estos puestos de hornos de leña también se pueden adquirir boniatos asados que también pueden ser consumidos en una crema de verduras o como patatas fritas, dada su procedencia de la familia de los tubérculos.
Setas. En octubre llegan las primeras lluvias. Y tras la tempestad viene la calma y se puede salir a los bosques a buscar setas. No obstante, un verano seco como el pasado retrasará las lluvias y por consiguiente la salida de las setas. A la plancha, en un revuelto con huevos o en forma de paté. Hay gran diversidad de setas y muchas formas de comerlas.
Cítricos. Naranjas, mandarinas, pomelos y limones. Los cítricos comienzan a ser podados en otoño. Aunque de sabor ácido, estos frutos son sanos ya que poseen un alto contenido vitamínico y ayudan a la prevención y combate de los resfriados comunes del cambio de temperatura. Y es que no hay nada mejor que un zumo de naranja a primera hora del día.
Granada. Esta época es la de madurez para la granada típica de la Península. Se puede comer fresca, sacando los granos que se esconden en el corazón de la fruta, aunque también puede ser el complemento para aperitivos o ensaladas.
Coles. Un guiso caliente con alguna col vence el frío. Las coles se convierten en protagonistas en octubre. El repollo para acompañar al cocido, un guiso de lombarda con patata o el brócoli al vapor son algunas de las propuestas para incluir en nuestras comidas las coles.