
Grifols pone fin a su disputa con la americana Cerus Corporation. Tras cuatro años, el pasado enero, las dos empresas firmaron un contrato que pone fin a este litigio. Según recoge el acuerdo, a cambio de resolverlo, la catalana pagará a la estadounidense 1,04 millones de euros por los costes legales fijados. Adicionalmente, tendrá que desembolsar 43.550 euros para cubrir los gastos del tribunal arbitral, entre otros pequeños trámites.
Hace nueve años, Grifols y Cerus firmaron un pacto. La catalana fabricaría y suministraría sets para procedimientos y filtrado, que después la americana aplicaría en su propio producto. Sin embargo, años después el laboratorio catalán decidió discontinuar con el negocio de fabricación, comercialización o apoyo de bolsas de sangre a nivel mundial. Bajó la persiana a las fábricas de Murcia y Brasil, a pesar de tener contratos en vigor con clientes como, por ejemplo, la firma estadounidense, y no pudo cumplir con los términos.
Cerus no se quedó con los brazos cruzados y presentó, primero, una notificación de inicio de arbitraje en el RU con conformidad con los términos del contrato, "alegando que Grifols "puso fin al acuerdo de forma negligente", recoge el informe del laboratorio catalán. Además, un año después, la estadounidense llevó a cabo una solicitud de medidas cautelares ante los juzgados de Barcelona. En esta pedían la suspensión del cierre de la fábrica de producción de bolsas de sangre hasta que se sustanciase el procedimiento arbitral.
Meses después, ambas compañías pidieron que se frenasen los procesos judiciales para buscar un acuerdo extrajudicial que agilizase la compensación para Cerus. "Existen negociaciones para alcanzar un pacto que mantenga su relación comercial bajo términos satisfactorios", comentó el fabricante de hemoderivados en su momento.
Volviendo al pacto alcanzado, este enero se ha ejecutado una escritura de variación del contrato de fabricación y suministro que establece que el contrato continuará en vigor y producirá efectos hasta la nueva fecha de expiración acordada el 30 de octubre de 2029.
Por otra parte, no solo había un conflicto con Cerus, sino también con otra entidad: la Agencia del Medicamento de Irak. La organización había adjudicado a la catalana el suministro de bolsas de sangre, pero una vez discontinuada la actividad se quedó sin proveedores. Entonces, le exigió una compensación y pretendía sancionar a la compañía. Se produjeron negociaciones para evitar ir a los tribunales, pero las conversaciones iban muy lentas.