
Las start-ups está revolucionando el mundo de la salud con sus nuevas tecnologías. Este es el caso de Integra Therapeutics, que está desarrollando una plataforma de escritura genética para crear terapias avanzadas contra enfermedades genéticas como la distrofia muscular, hemofilia, ceguera o sordera hereditaria y tumores de sangre y sólidos. Se trata de FiCAT.
Integra Therapeutics nació como una spin-off de la Universidad Pompeu Fabra, ubicada en Barcelona. El proyecto empezó en 2017 con la llegada de Marc Güell, uno de los fundadores, desde Harvard dónde había estado trabajando con el profesor George Church, pionero en el uso de edición de genomas y uno de los padres de la biología sintética. Un año después se unió la investigadora senior y fundadora de la compañía, Avencia Sánchez-Mejías.
"Comenzamos el proyecto por la falta de tecnología que escriba mensajes terapéuticos completos en genomas y curar enfermedades genéticas que no se pueden con otra tecnología alternativa", explica Sánchez-Mejías. "Detectamos varios problemas de las herramientas disponibles: no podían manejar genes terapéuticos relativamente grandes y la seguridad dejaba mucho que desear para su aplicación frecuente en los pacientes. Entonces decidimos desarrollar tecnología para superar esas limitaciones técnicas", expone.
Hoy en día, Integra desarrolla su primer tratamiento. Este irá dirigido a una enfermedad pediátrica en el hígado. Se encuentra en etapa preclínica y se prevé que pase a fase I dentro de tres años. "Estamos probando nuestras soluciones tanto en células inmunes que proceden de pacientes como en modelos de ratón", dice la investigadora senior. Esperan que entre en el mercado a partir de 2029. Entonces lo licenciará.
Además, la start-up esta colaborando con la Universidad de Toronto –utilizan la tecnología de Integra para encontrar tratamientos contra la fibrosis quística- , Vive Biotech y OneChain Inmunotherapeutics. También trabajan con el laboratorio de José Carlos Segovia y el Instituto de Investigación de Josep Carreras. "El coste de desarrollo es muy alto y nosotros no lo podemos asumir todo, por lo cual hacemos codesarrollo con partners estratégicos", afirma Avencia Sánchez-Mejías.
Integra Therapeutics busca llegar con su plataforma también a enfermedades pulmonares como la fibrosis quística y aquellas que afectan al músculo. "Estamos trabajando en una distrofia muscular congénita", apunta la fundadora.
Respecto a la financiación, hace dos años levantó una ronda de capital de seis millones con el objetivo de crear la compañía. Participaron Invivo Capital, Columbus Ventures, Adbio Partner y Takeda Ventures. Paralelamente, captó tres millones de entidades públicas (agencias catalanas, el Ministerio de Ciencia, a través de Cdti; y la Comisión Europea). Es más, hace unos días, la compañía comunicó que va a recibir 10,5 millones de la CE para seguir desarrollando su plataforma. En el futuro pretende lanzar otra ampliación de capital.
Por otro lado, Integra Therapeutics quiere ampliar sus fronteras. Uno de los países que ha captado su atención es Estados Unidos. "Allí es dónde están la mayor parte de los competidores, el acceso a financiación de manera eficiente e incluso los ensayos clínicos con hospitales de referencia", explica Sánchez-Mejías.
A priori la hoja de ruta de la empresa es dejar definido su primer producto para empezar la fase regulatoria y poder empezar el ensayo clínico en humanos. Al mismo tiempo, está desarrollando la siguiente generación de escritores de genoma a través de la Inteligencia Artificial (IA), según Avencia Sánchez-Mejías.