
Grifols ha remitido a la CNMV un nuevo cálculo de su ebitda y de su ratio de deuda, tal y como le solicitó el regulador. La compañía ha recalculado estos indicadores según el método de ganancias y pérdidas. Como resultado, la deuda financiera asciende a 10.527 millones de euros, frente a los 9.416 millones reportados con el cálculo anterior. Ahora bien, Grifols incluyó en su informe anual una aclaración en la que indicaba un impacto por la aplicación de la IFRS 16 de 997 millones. La suma daría 10.413 millones, es decir, 114 millones menos que con la nueva fórmula. Mientras, el ebitda se sitúa en 1.251 millones, frente a los 1.454 millones que reportó según el sistema usado por la farmacéutica (234 millones menos) . Esto provoca que la ratio de deuda varíe de 6,3 veces ebitda (consideran un endeudamiento de 9.416 millones) hasta 8,4 veces.
La empresa de hemoderivados dice que se compromete a partir de ahora "a reducir a dos el número de medidas empleadas para reflejar el ebitda en sus comunicaciones de resultados; el ebitda consolidado según pérdidas y ganancias (el que acaba de hacer ahora) y el ebitda consolidado ajustado (la fórmula usada hasta ahora).
Eso sí, las cifras que comunicaba hasta ahora Grifols no es que fueran incorrectas, sino otra forma de calcular que la CNMV no pone en duda, sino que pedía clarificar. El regulador dijo en su día que no había errores significativos, si bien sí encontró deficiencias en la forma de presentar sus resultados anuales.
Las diferencias principales entre el ratio de endeudamiento en 2023, son debidos, según la compañía, a dos aspectos principales. Por un lado, hay un ajuste por un total de 234 millones de euros debido a "gastos extraordinarios, inusuales o no recurrentes y ahorros de costes y mejoras operativas para los próximos 12 meses". Por otro lado, también remarca Grifols que "la exclusión del gasto y deuda correspondiente a los leasings (alquileres de inmuebles de los centros de donación de plasma) por un total de 1.111 millones de euros".
"En los próximos informes financieros públicos, Grifols clarificará que la integración de ajustes basados en expectativas hace que estas medidas proyecten escenarios futuros en lugar de representar los resultados financieros presentes. Esta distinción será comunicada de manera explícita para asegurar que todas las partes interesadas comprendan que tales medidas no son indicadores del rendimiento o resultados financieros actuales de la entidad", explicó la firma en un comunicado.
La entidad se compromete con la CNMV a reforzar a partir de ahora los procedimientos de control para minimizar la posibilidad de errores en el cálculo y desglose de las magnitudes financieras en sus informes financieros y comunicaciones de resultados. "A tal efecto, nos comprometemos a establecer un nuevo nivel de revisión a cargo del departamento de control interno de la compañía. Estos procedimientos estarán sujetos a controles estrictos para la presentación y divulgación de información y, a su vez, estarán diseñados específicamente para garantizar la precisión y claridad en el desglose y comunicación de todas nuestras magnitudes financieras", dicen.
El pasado 21 de marzo la CNMV emitió su informe donde observó "deficiencias relevantes" en las cuentas de Grifols entre 2018 y 2022, sobre todo en relación a estas dos magnitudes que, por otro lado, son las que más preocupan a los inversores y analistas. "La CNMV ha hallado deficiencias relevantes –si se evalúan en su conjunto– en dos ámbitos: el detalle y exactitud de los desgloses y notas explicativas que soportan las cifras de la información financiera en algunos ejercicios del periodo analizado y la presentación las medidas alternativas del rendimiento (APM por su denominación en inglés), en particular el ebitda y la ratio deuda ebitda", decía en su informe.