Grifols ha presentado hoy sus cuentas anuales sin la firma de KPMG, lo que ha despertado las dudas del mercado. Al filo de las 11:30 de la mañana, la farmacéutica caía un 9% en bolsa. Al final del día ha terminado las acciones con un descenso del 34%. Un castigo superior al día en el que la firma bajista Gotham City atacó por primera vez a la farma. El día se ha ido complicando según avanzaban las explicaciones a los inversores. El actual presidente ejecutivo de la farmacéutica, Thomas Glanzmann, ha anunciado que deja el próximo año su cargo, lo que se tradujo en mayor presión para los títulos en bolsa. Además, sus cuentas recogen que la familia fundadora cobró un dividendo de 266 millones, a través de una filial del grupo.
En plena tormenta por el ataque de Gotham a la farmacéutica, donde ponía en duda las cifras que ofrecía sobre deuda, ebitda y, por consiguiente, de apalancamiento, la primera presentación tras el ataque llega sin el aval independiente, que no estará listo, según la firma de hemoderivados, hasta dentro de una semana. "El auditor firmará un informe de auditoría sin salvedades a más tardar el 8 de marzo de 2024 como ha hecho en todos los años anteriores. La razón de las declaraciones provisionales, un método adoptado por varias empresas públicas en España, es que KPMG está tramitando los documentos de apoyo para el informe final de auditoría, lo que les ha llevado más tiempo del esperado, pero han completado todas las auditorías de cuentas", dicen desde la empresa catalana.
La rúbrica de KPMG no es la única que se ha echado en falta en la presentación de resultados. El consejero independiente de Grifols, James Costos, tampoco ha dejado su sello en los documentos que ayer fueron depositados ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores. El exembajador de Estados Unidos, según se explica en uno de los documentos remitidos ante el supervisor, "no ha firmado por estar ausente por motivos personales. No obstante, no ha manifestado disconformidad ni oposición alguna con la documentación".
La reacción de los mercados fue meridiana ya que, hasta la conferencia con analistas, las caídas eran de un dígito simple y terminaron alcanzando casi el 35% al cierre de la jornada, firmando la peor sesión de su historia, 10 puntos más dañina que la del primer ataque de Gotham a comienzos de enero. Precisamente en esa cita la compañía no admitió que tendrá un flujo de caja para hacer frente a los vencimientos de deuda de 2025, por lo que todo lo fía a la operación de Shanghai Raas y abre la puerta por primera vez a la refinanciación de parte de esos vencimientos.
La falta de la firma del auditor se percibe como un balón de oxígeno a las tesis de Gotham, que se había desinflado tras un segundo informe sobre la farmacéutica algo descafeinado. De hecho, los analistas de Barklays señalan que habrá que esperar una semana más para que KPMG muestre las relaciones entre la empresa de hemoderivados y el vehículo inversor de la familia Grifols, Scranton, que también es el segundo máximo accionista de la firma del Ibex y con la que han existido diversas transacciones que hicieron saltar las alarmas, como la consolidación de las empresas Haema y Biotest tanto en los resultados de la farmacéutica como del fondo de inversión.
Unos resultados mediocres
Grifols obtuvo un beneficio de 59 millones de euros durante el ejercicio de 2023, una cifra que representa un 71,5% menos que la cosechada a finales de 2022. La compañía explica que el descenso de este indicador está motivado por los costes de reestruccturación (despidos y cierre de centros de donación de plasma) realizados durante el curso pasado y que están cifrados en 147 millones de euros. La buena noticia para la farmacéutica, dada su situación actual y su compromiso con los accionistas, es la reducción de su apalancamiento. Si bien la deuda financiera neta es de 9.420 millones de euros (a lo que habría que sumar 997 millones por NIIF), el ratio de apalancamiento se ha reducido hasta 6,3 veces el ebitda.
La farmacéutica sigue convencida de que alcanzará su promesa de reducir su deuda hasta 4 veces el ebitda a finales de este año. Uno de los principales movimientos para conseguirlo es la venta del 20% de Shanghai Raas al gigante Haier, que le reportará unos 1.600 millones de euros. De hecho, la firma ya avanza que una vez cerrada la operación, algo que ocurrirá a lo largo del primer semestre del año, el apalancamiento se situará en 5,4 veces el ebitda. Es más, durante la conversación con los analistas, la cúpula de la farmacéutica afirmó que la due diligence acabó ayer y que todo apunta a que se cumplirá el calendario.
Para mejorar la ratio de deuda, la compañía también se apoyará en el negocio que realiza. El ebitda de la firma se situó en 2023 en 1.474 millones de euros, un 23% más que un año antes. Además, para este año Grifols se ha marcado el objetivo de llevar este indicador hasta los 1.800 millones. Sumadas ambas acciones, reducción de deuda y avance del margen bruto de explotación, la farmacéutica traslada que a finales de este año el apalancamiento se situará en 4 veces el ebitda.
Desde el equipo de análisis de XTB aseguran que "lo más importante es que la compañía consiguió generar un flujo de caja libre positivo en el último trimestre del año. Sin embargo, acumula dos años consecutivos en los que ese mismo flujo de caja libre es negativo, por lo que no le vale con anotarse un buen trimestre, sino realizarlo de manera consistente si la compañía quiere reducir su endeudamiento de manera efectiva. Esta cifra era fundamental para acallar algunas dudas sobre la solvencia de la empresa, pero se seguirá poniendo el foco en ella en los próximos trimestres".
Los directivos de la farmacéutica aseguraron ayer a los analistas que, además de impulsar el negocio, también habrá más ahorro en los costes. Ante las preguntas de Banco Santander, la cúpula de la empresa aseguró que el plan de reestructuración, cuya última actualización apuntó a ahorros de 450 millones anuales, aún tiene algo más de recorrido. En concreto, lo que se dijo fue que se espera que se pueda ampliar en un 1%. Cabe recordar que Grifols aseguró a sus accionistas que la vuelta a ofrecer dividendos no se producirá hasta que la compañía esté saneada, algo que dijeron que ocurriría a finales de este año.
"Hemos cumplido con todos nuestros compromisos en 2023, un año récord marcado por la sólida progresión de nuestros resultados operativos y financieros. Todas nuestras iniciativas, incluyendo la revitalización del negocio del plasma, la consecución de hitos en innovación y la alianza estratégica con el Grupo Haier para apoyar el desapalancamiento, han generado un fuerte impulso y nos han preparado para crecer de forma rentable y sostenible a partir de 2024", explica el presidente de la firma, Thomas Glanzmann.