Salud Bienestar

La desaparición de Muface provocaría un agujero de 1.700 millones en los ingresos de Asisa, DKV y Adeslas

  • Los hospitales privados protagonizarían una bajada de 1.000 millones en su facturación, según un informe elaborado por la Universidad Complutense de Madrid
  • El Estado tendría que asumir un coste adicional de más de 1.200 millones anuales si se eliminase este modelo 
  • Las listas de espera para consultas externas aumentarían un 266% y la de las cirugías un 115%

La desaparición de Muface provocaría una bajada total de más de 1.700 millones en los ingresos de Asisa, DKV y SegurCaixa Adeslas. En otras palabras, el 14% de su facturación. A su vez, afectaría a los grupos de hospitales privados, que protagonizarían una disminución de 1.000 millones en su facturación, es decir, un 8% menos, según el informe "El mutualismo administrativo: Modelo predictivo sobre la elección de los mutualistas de su modelo futuro y escena", elaborado por la Universidad Complutense de Madrid junto a ASPE.

La eliminación de Muface dejaría desocupadas 2.041 camas, es decir, el 5,7% de la oferta de los hospitales privados. Además, supondría el cierre de varios hospitales de 19 provincias, aunque afectaría sobre todo a Castilla La Mancha, Castilla y León y Extremadura. También se pondría en riesgo la continuidad de algunos servicios o unidades de alta especialización.

Asimismo, habría consecuencias en la sanidad pública. Y es que, tendría que hacerse cargo de todo el peso de la demanda. En 2022 – últimos datos disponibles – la diferencia entre el gasto sanitario público y la prima de las mutualidades – que en ese momento prestaban servicio a 1,7 millones de clientes – fue 594 euros por persona, tal y como indica el informe. Basándose en estos datos, si desapareciese Muface, el Gobierno tendría que hacer frente a una subida de más de 1.207 millones de euros al año del gasto sanitario.

También los centros hospitalarios públicos deberían de aumentar un 3,8% las camas ya que se necesitarían más de 3.975. Afectaría sobre todo a Madrid, Sevilla, Valencia, Barcelona, Cádiz, Málaga, Murcia, Alicante, A Coruña, Zaragoza y Granada. De igual importancia, sería necesario incrementar y adaptar las infraestructuras. Y lo más importante, aumentarían las listas de espera para consultas externas un 266% y para cirugías un 115%.

Este hecho afectaría a la población mutualista y general. Ambas padecerían una reducción del acceso a la asistencia sanitaria tanto pública como privada. No obstante, los casi diez millones de ciudadanos no mutualista que cuentan con un seguro privado de salud se beneficiarían automáticamente de la reducción de los tiempos de espera en los centros y hospitales privados porque con la desaparición de Muface la demanda se vería reducida un 20%.

El concierto actual de asistencia sanitaria finalizará a lo largo del presente año. De hecho, las negociaciones para el siguiente comenzarán en junio. Asimismo, este ha presentado una serie de diferencias en comparación con los anteriores. Y es que, ha protagonizado una mayor duración – alrededor de tres años -, más cobertura y una mayor financiación.

Si se compara con el convenio anterior, se ha contemplado una subida de las primas, siendo del 8% en 2022, del 0,75% en 2023 y del 1,25% en 2024, alcanzando un incremento total del 10% en su último año de vigencia."Se trata de un aumento insuficiente, tanto por el incremento actual de costes, como por el déficit de financiación que viene arrastrado el modelo, así como por el previsible aumento de la siniestralidad por las secuelas de la pandemia", afirman los autores del informe junto a ASPE.

Una cartera de 1,5 millones de personas

Muface da servicio al 66% de los mutualistas en España. No obstante, el número de personas ha bajado de un año para otro, pasando de 1,499 millones en 2021 a 1,496 millones en 2022.

El 55% de los mutualistas son mujeres, y tienen 57,8 años de media. Es más, tres de cada cinco personas se encuentran en activo y el resto son jubilados. Cabe subrayar que el número de beneficiarios se ha reducido en los últimos años. En 2019 y 2020 se situaba en 0,47, un año después en 0,44 y en 2022 en 0,42.

Los mutualistas pueden elegir si recibir atención en la sanidad privada o en la pública. La mayoría prefieren la primera mencionada con un 72,9%. Asimismo, Muface tiene mayor presencia en Madrid (16%), Barcelona (7%), Valencia (6%), Sevilla (5%) y Málaga (4%); y menor en Álava, Soria, Ceuta, Melilla y Teruel con 0,3% todas ellas, excepto la primera que presenta un 2%.

Dentro de Muface trabajan tres aseguradoras. Por un lado, se encuentra SegurCaixa Adeslas, que presta servicio al 47,3% de los mutualistas. Estos tienen una edad media de 58,3 años. Cabe subrayar que las autonomías donde tiene más presencia son Vizcaya, Pontevedra, Lugo, Santa Cruz de Tenerife y Álava.

Asisa atiende al 35,4% de los mutualistas. Esta aseguradora presta servicio a la población más mayor ya que la edad media de los personas es 61,3 años. A su vez, su cartera está compuesta por más jubilados (47%) que personas en activo. Además, tiene una mayor asistencia en Murcia, Alicante, Ceuta, Soria y Guadalajara.

Por otro lado, uno de cada cinco se dirigen a DKV. Se trata de la aseguradora que da servicio a más personas en activo – concretamente al 36% - y por tanto, con edad menos elevada (57,1 años). Cabe subrayar que tiene más presencia en La Rioja, Zaragoza, Barcelona, Tarragona y Girona.

Muface no es el único servicio de la Administración de Mutualidades, sino que también se encuentra Isfas. Se trata de la segunda mutualidad en número de mutualistas y se encarga de dar servicio a las Fuerzas del Estado. En concreto, 559.887 personas, representando al 31% del total. Además, Mugeju, dirigida al personal de las Carreras y Cuerpos de la Administración de Justicia, presta servicio a 92.654 personas (4% del total).

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