
El 4 de febrero se celebra el Día Mundial contra el Cáncer. Durante este mes, el los diferentes tipos de tumores se convierten en el principal foco de debate. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de que en 2050 se registrarán 35 millones de nuevos casos de tumores. En concreto, un 77% más que en 2022 - 20 millones de pacientes y 9,7 millones de fallecimientos, según la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer -.
Pero, ¿por qué va a producirse este aumento?. Existen varios factores. Por un lado, cada vez hay más esperanza de vida, lo que se traduce en un mayor envejecimiento de la población. También está aumentando la natalidad a nivel mundial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por otra parte, se debe a la exposición a factores de riesgo como aquellos asociados al desarrollo económico o la contaminación del aire. Además, el alcohol, el tabaco y la obesidad son variables claves en esta ecuación.
A pesar de lo avances científicos en la detección temprana, en el tratamiento y la atención de los pacientes hay disparidad tanto entre países como regiones de un mismo territorio. "Dónde vive una persona no debe determinar su supervivencia. Existen herramientas que permiten a los gobiernos dar prioridad a la atención del cáncer, pero no se trata solo de una cuestión de recursos, sino de voluntad política", explica el director de la Unión Internacional para el Control del Cáncer, Cary Adams.
Los países con un Índice de Desarrollo Humano alto (Suiza, Noruega o Islandia) protagonizarán 4,8 millones de nuevos casos de cáncer a mitad de siglo. Mientras, en los territorios con un Índice de Desarrollo Humano bajo (Guinea, Níger o Mali) el número de pacientes aumentará un 142% y en los que presentan uno medio crecerán un 99%. De hecho, la OMS prevé que la mortalidad por un tumor en estas regiones "casi se duplicará en 2050". "Aquellos que tienen menos recursos para manejar su carga de cáncer serán los más afectados", afirma el jefe de la División de Vigilancia del Cáncer del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, doctor Freddie Bray.
Y es que, una de cada cinco personas va a desarrollar algún tipo de tumor a lo largo de su vida. El de pulmón fue el más frecuente, con 2,5 millones de pacientes (12,4% de total). La medalla de plata la obtuvo el cáncer de mama femenino al padecerlo 2,3 millones nuevas personas (un 11,6%) y la de bronce el colorrectal con 1,9 millones – con una incidencia del 9,6% -. En cuarta y quinta posición se encuentran el de próstata y el de estómago, con 1,5 millones y 970.000 casos respectivamente. "Es probable que la reaparición del cáncer de pulmón como el más común esté relacionada con el consumo persistente de tabaco en Asia", expone la OMS.
En cuanto a causas de fallecimiento, el de pulmón es el más mortífero con 1,8 millones, que suponen el 18,7% del total. Le siguen el colorrectal (900.000), hígado (760.000), mama (670.000) y de estómago (660.000). Por otra parte, el de cuello uterino es el octavo más frecuente y el noveno motivo de muerte (661.044 nuevos casos y 346.186 muertes).
Si se analiza por género, el de próstata y el colorrectal fueron el segundo y tercero más frecuente en la población masculina, mientras que el de hígado y el segundo mencionado fueron los que provocaron más fallecimientos, por detrás del de pulmón. En cuanto a las mujeres, los tumores más habituales y que más muertes registraron fueron el de pulmón y el colorrectal, por detrás del de mama.
El último tipo de cáncer mencionado es muy común en la población femenina. Sin embargo, las estimaciones a nivel mundial revelan "sorprendentes desigualdades" en su incidencia según el país. En los países con un Índice de Desarrollo Humano alto, una de cada doce mujeres será diagnóstica de cáncer de mama a lo largo de su vida y una de cada 71 morirá en consecuencia. Mientras en los que poseen un índice bajo solo a una de cada 27 se le detectará y una de cada 48 fallecerá a causa de esta enfermedad.