Barcelona
La multinacional alemana del sector sanitario Hartmann está impulsando su actividad productiva y de servicios corporativos globales en España, atrayendo incluso productos de valor añadido que hasta ahora se fabricaban en el país de origen de la matriz. Y en este contexto se enmarcan inversiones por valor de 17 millones de euros entre 2023 y 2024 en sus plantas nacionales, ubicadas en Cataluña.
Así lo ha explicado a elEconomista.es el director general de Hartmann España, Jordi Guinovart, que desde 2023 también es el responsable para Portugal, y que tomó el relevo en 2017 de Marc Pérez, que es ahora vicepresidente de Europa Occidental y África, con lo que la sede de la filial española en Mataró (Barcelona) ha ido ganando peso internacional.
También en Mataró, la planta de adhesivos sanitarios recibirá una inyección de 9 millones en el bienio 2023-24 tras haber captado fabricación de tres productos que hasta ahora se producían en Alemania: un hidrofilm, un tul impregnado y suturas. Con estos recursos ampliará su automatización, introducirá inteligencia artificial para los controles de calidad e innovará para la reutilización de materiales, entre otras iniciativas.
Se trata de la planta que produce la marca Tiritas, que Hartmann incorporó a finales de los años 80 tras comprar el laboratorio catalán Unitex, y que actualmente exporta el 85% de su producción.
Y otra adquisición fue la que supuso la incorporación de una segunda factoría en Montornès del Vallès (Barcelona), en este caso especializada en incontinencia para adultos, a través de la compra de Lindor a Procter and Gamble en 2017.
La inversión bienal para Montornès será de 8 millones, también para automatización e innovación para reducir plásticos y embalajes, además de incrementar la compresión del producto con el objetivo de reducir el espacio que ocupan los absorbentes.
Montornès era una planta prácticamente ibérica, pero ha empezado a trabajar para Sudáfrica, Grecia, Turquía y mercados centroeuropeos, de forma que ya no solo produce la marca Lindor, sino también la del grupo Hartmann MoliCare, con una cuota de exportación del 10% que prevé seguir aumentando.
En las oficinas centrales españolas también ha abierto un hub digital para mejorar la eficiencia de uso de los productos, y desde 2022 se desarrolla conceptualmente la línea de complementos alimenticios de la marca Kneipp, que se está diversificando más allá de los productos naturales para favorecer el sueño.
"Aprovechamos la experiencia que tenemos del consumidor final por la herencia de Unitex, que era muy potente en farmacia, mientras que el grupo Hartmann es más hospitalario", argumenta Guinovart, que añade que, de los 600 empleados de España, unos 40 trabajan para el grupo a nivel internacional, desde el departamento de innovación al regulatorio, de marketing y de calidad.
Respecto a cifras de negocio, la compañía prevé volver a sus crecimientos habituales de doble dígito este 2024. En 2022, último año con datos nacionales disponibles, Hartmann España facturó 275 millones, un 6% más que el año anterior, si bien la rentabilidad se vio lastrada por la inflación, con alza de costes de materiales y del transporte.
La historia de Tiritas
La marca Tiritas nació en España en los años 50, cuando el fundador de Laboratorios Unitex, que fabricaba esparadrapos y parches, viajó a Estados Unidos y vio las band-aids de Johnson & Johnson.
Entonces, añadió una gasa a sus esparadrapos y lo registró para España como la marca que se ha convertido en la denominación genérica de un producto que, con distintas marcas, Hartmann vende actualmente a nivel internacional: como Tiritas en España, Portugal, Andorra y Latinoamérica; Dermaplast para el centro y oeste de Europa y África; Cosmoplast para el Este de Europa, y Flex-Band para Estados Unidos.
