
Las promesas que Grifols había hecho durante meses al mercado fueron puestas en duda por Gotham City en un demoledor ataque que comenzó el martes por la mañana y se ha prorrogado durante toda la semana. Aquella mañana dejó congelados a los directivos de Grifols cuando leyeron, negro sobre blanco, la amenaza que llegaba desde la casa de analistas: sus cuentas estaban falseada, su ebitda era menor del reportado y el importe de la deuda era casi 1.000 millones superior al reconocido por la farmacéutica.
En primer lugar, Gotham aseguró que el ebitda del grupo no corresponde al que publica Grifols. La explicación radica en que la farmacéutica se atribuye unos ingresos de dos sociedades (Haema y Biotest US, que por otro lado también las declara la patrimonial) de las que no posee ni una sola de las acciones. Según el informe de la casa de analistas, esto provoca que el ebitda esté sobredimensionado en el entorno del 30%. Lo que no hace Grifols, según denuncia Gotham, es atribuirse también la deuda que generan las empresas.
Tanto auditor como farmacéutica dan validez al argumento, pero los accionistas mantienen sus dudas. Y es que este indicador, dependiendo de su uso, puede no reflejar adecuadamente la situación concreta de una compañía. De hecho, la propia CNMV dijo en su día que no se abusase de magnitudes como el ebitda bajo amenaza de multa.
A este aspecto, Gotham también siembra la duda sobre la cifra de la deuda. La firma de hemoderivados reportó en su último informe 9.421 millones de euros en pasivos. Para la casa de analistas no se han contabilizado 920 millones de euros, por lo que el principal talón de Aquiles de la farmacéutica sería mayor. Eso sí, Gotham no aclara de dónde procedería ese aumento del pasivo, por lo que genera dudas la afirmación.
Ambos indicadores arrinconan a la principal promesa de Grifols a sus accionistas: la ratio de apalancamiento. La firma catalana suprimió los dividendos hace año y medio y prometió recuperarlos cuando alcanzaran una ratio de cuatro veces el ebitda. Si, tal y como dice Gotham, el margen bruto de explotacién es mucho menor al declarado y el pasivo más abultado, el objetivo por el que Grifols lleva peleando más de un año se aleja de la realidad más próxima.
Ante la publicación del informe, todo el mercado esperaba la respuesta de la farmacéutica. Poner en duda el ebitda y la deuda atenta contra el plan de negocio que comenzó a trazarse hace un año.
Grifols aseguró a todo el mercado que alcanzará una ratio de apalancamiento de cuatro veces el ebitda a finales de 2024. Para ello, como primer paso, presentó un plan de reestructuración que implica cerrar varios centros de donación de plasma y el despido de más de 2.000 personas con el objetivo de ahorrar 450 millones anuales. Junto a esto, y como adelantó eleconomista.es, comenzó a tantear operaciones de desinversión. Hace escasos días cerró la venta de acciones de Shanghai Raas por 1.600 millones de euros y aseguró que el importe irá dedicado exclusivamente a reducir deuda.
Pero si ni el ebitda ni la deuda declaradas por Grifols son reales, tal y como denuncia Gotham, el plan de negocio será insuficiente. Si fuese así, la farmacéutica tendrá que buscar nuevas fórmulas de desinversión, ya que hoy por hoy está descartada la ampliación de capital y hay muchas dudas respecto a la reestructuración de la deuda.
Reacción de la farmacéutica
La primera reacción de la cúpula de la firma de hemoderivados denotaba ese estado de shock. En un escueto comunicado ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores solo acertaron a asegurar que todo era falso, infundado y publicado con intereses espúreos. Esto último era verdad, ya que Gotham sacó en apenas horas 20 millones de rédito, pero al mercado no le convenció la respuesta y siguió atacando la acción de la firma.
Horas después, la compañía respondía con mayor detalle, explicando el detalle contable de algunas de las acusaciones. Aunque moderaron en parte la caída, no pudieron reponerse del golpe, con la excepción de la jornada del miércoles. Las dudas creadas pesaban mucho más que el intento de ofrecer certezas. Cada hora que pasaba se hacía más amarga tanto para la farmacéutica como para la familia Grifols.
De la cifra de la deuda, prácticamente no ha hablado empresa catalana, más allá de asegurar que las afirmaciones de Gotham eran falsas. Sí lo hicieron sobre el ebitda, asegurando que las empresas que consolidaban, además de ser legal según sus explicaciones, solo suponen el 2% de este indicador.
Pero donde más se ha notado el golpe reputacional a Grifols es en el plan de negocio. La mayoría del mercado no ha dado verosimilitud a las distintas explicaciones, sobre todo a las que ofreció, ad hoc para analistas, el jueves por la tarde... La acción caía tímidamente poco antes de empezar el cónclave, pero tras esa reunión se despeñó de nuevo a niveles de 16%.
¿Y ahora? La indertidumbre sería la respuesta más sincera. Los tambores de guerra vuelven a replicar desde las torres más altas de Gotham. Se habla de un segundo informe que vuelva a trastocar los planes de la farmacéutica, pero también el regulador español se ha puesto a investigar.
La casa de analistas señaló las relaciones que mantiene la familia mayoritaria de Grifols con uno de los vehículos inversores particulares, que además es el segundo mayor accionista de la compañía catalana. Son muchas las dudas y escasas las explicaciones en torno a este punto. El presidente de Grifols aseguró que la familia solo posee el 20% del vehículo, pero, ese porcentaje no evita que haya vinculaciones.