
Más de un año ha pasado desde que el Ministerio de Sanidad asegurase que iba a modificar la ley que regula la aprobación y el precio de los medicamentos para mejorar los tiempos de acceso. Tres meses después, en diciembre, los principales CEO de las compañías farmacéuticas se reunieron con Pedro Sánchez para poner la zanahoria de 8.000 millones de inversión sobre el palo del trabajo legislativo a acometer. Ahora, el ministro de Sanidad en funciones, José Miñones, aseguró que creará el entorno favorable para que llegue la inversión farmacéutica.
"Vamos a hacer medidas legislativas para que el medicamento llegue al paciente. Combinaremos esto con mantener fármacos antiguos en el mercado, que serán los presentes en el listado publicado de medicamentos estratégicos", dijo Miñones. La traducción de estas palabras es la publicación de un Real Decreto que facilite los tiempos en la financiación pública de las nuevas terapias (actualmente el tiempo medio supera los 600 días), así como asegurar un precio mínimo y rentable para los fármacos maduros considerados esenciales en la práctica clínica. El Ministerio prometió que en mayo habría un primer borrador, pero hasta la fecha no ha existido ningún documento público.
La llegada de ese cambio legislativo es condición necesaria para que la industria invierta 8.000 millones, que se dividen en partidas para ensayos clínicos y aumentos de las capacidades de las fábricas. Varios CEO de las principales compañías farmacéuticas ya han avisado del peligro de que las inversiones se vayan a otros países y el director general de la patronal, Juan Yermo, reiteró ayer que "hay una parte importante de esa inversión que depende de los cambios legislativos". De hecho, el directivo recordó que también queda pendiente la actualización del Plan Profarma, un sistema de incentivos fiscales a las compañías que más aportan al PIB nacional.
Junto con este cambio en la legislación nacional, también se encuentra en el horizonte la Estrategia Farmacéutica Europea. En octubre, durante una reunión que se celebrará en Granada con los ministros europeos, se presentará una primera batería de medidas para asegurar la fabricación a nivel comunitario. Pero lo que preocupa a la industria es la reducción del tiempo patentes. De momento, el texto que lo debe regular se encuentra atascado en el Parlamento Europeo.