
En verano vuelven los días de playa y piscina. Se trata de una de las épocas en las que las falsas recomendaciones y creencias circulan con más frecuencia. Algunos de ellos han llegado a extenderse tanto que ya se presuponen como una verdad y pueden conllevar un riesgo para la salud. Por ello, es clave distinguirlos para evitar ser engañado.
"No puedes quemarte si está nublado" es una de las leyendas urbanas que están más presentes durante el periodo estival. La creencia de que las nubes bloquean los rayos de sol hace que muchas personas no se apliquen protección solar en los días grises. En consecuencias, aumenta el riesgo de sufrir manchas en la piel, quemaduras e incluso melanomas.
Los expertos indican que los rayos ultravioleta pueden atravesar las nubes. No obstante, es cierto que algunas formaciones nubosas reducen la exposición a los rayos UV, pero otras pueden aumentar esta exposición al reflejar los rayos. De hecho, en un día completamente nublado, hasta el 40% de la radiación ultravioleta llega a la tierra. La recomendación es aplicarse siempre crema tanto en días despejados.
Otra creencia relacionada con la exposición solar es que el sol no daña a las personas de piel oscura ni a aquellas que ya están bronceadas. Aunque los individuos morenos están más protegidas contra el son, también se ven afectadas por los rayos UV y la radiación. Por otra parte, un bronceado muy excesivo puede ser síntoma de un daño causado a la piel por una exposición al sol muy extendida en el tiempo.
De igual importancia, la población cree que los golpes de calor solo ocurren en el exterior. Este trastorno se produce por la exposición a temperaturas elevadas que pueden causar deshidratación, mareos o asfixia. A pesar de que el riesgo de sufrir esta afección es más elevado si se exponen al sol durante las horas centrales del día, también pueden ocurrir sin estar al aire libre.
Además, los grupos poblacionales más vulnerables al golpe de calor son los niños, enfermos y personas mayores. Para evitarlo, los expertos aconsejan hidratarse de forma constante y llevar ropa ligera. También recomiendan evitar las horas centrales del día y limitar la actividad física.
El hecho de que las personas mayores necesitan beber más líquidos es una leyenda urbana. Para evitar golpes de calor, los expertos siempre aconsejan beber más líquidos al día. No obstante, en el caso de las personas mayores es algo con lo que hay que tener cuidado debido a que tienen menos capacidad de sudoración y un exceso de líquidos puede provocar problemas de riñón o edemas.
También corre por la sociedad la siguiente afirmación: "En verano se necesitan menos horas de sueño". Algunas personas sienten que en época estival duermen menos, aunque eso no sea del todo así. El ejercicio, la dieta o el estrés de las vacaciones son factores que influyen en las horas de sueño. Además, aunque en esta época del año la gente suele madrugar más y echarse más la siesta, también se trasnocha más.
Por otro lado, hay algunas creencias que tienen su parte cierta. Un ejemplo es "No te bañes después de comer o tendrás un corte de digestión". No hay que esperar dos horas para que una persona pueda darse un chapuzón. No obstante, hay que tener cuidado al bañarse después de comer. La hidrocución se puede producir incluso con el estómago vacío, pero es cierto que una comida copiosa es un factor de riesgo si se baña bruscamente.
Hacer contacto paulatinamente con el agua es una práctica muy común de ver entre los bañistas en verano. Mojarse las muñecas, la nuca o los tobillos para que el cuerpo pueda ir acostumbrándose a ese cambio de temperatura.
Otro caso es "El agua del mar cura las heridas" ya que es una verdad a medias. La sal que contiene el océano es buena para tratar heridas superficiales, pero esto no implica que siempre sea una buena opción. La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que las aguas del mar pueden contener microorganismos que pueden ser patógenos, incluyendo bacterias, protozoos y virus y en el caso de las heridas abiertas puede ser contraproducente.