Salud Bienestar

Una nueva terapia para el Alzheimer arroja buenos resultados para atajar la enfermedad

  • El enfoque utiliza un fármaco que silencia el gen que codifica la proteína tau, causante de la enfermedad

Investigadores del University College Londres (UCL) y del University College London Hospital (UCLH) acaban de concluir el primer paso de la investigación de una nueva terapia para la enfermedad de Alzheimer. Tras finalizar el ensayo de fase inicial, han constatado que dicho tratamiento puede reducir de manera segura y exitosa los niveles de la proteína tau dañina, que se sabe que causa la enfermedad. Es la primera vez que se adopta un enfoque de silenciamiento de genes en la demencia y la enfermedad de Alzheimer.

En la enfermedad de Alzheimer hay dos proteínas fundamentales: el betamiloide y la proteína tau fosforilada. Según Raquel Sánchez-Valle, jefa del Servicio de Neurología del Hospital Clínic de Barcelona, se sabe que un exceso de la proteína amiloide es el que provoca la aparición de la enfermedad y que, después de esta proteína, aparecen alteraciones en la tau. Actualmente no hay tratamientos dirigidos a la proteína tau. Los medicamentos aducanumab y lecanemab, recientemente aprobados para su uso en algunas situaciones por la Agencia Americana del Medicamento (FDA), se dirigen a la acumulación de placas amiloides.

El nuevo enfoque utiliza un fármaco que silencia el gen que codifica la proteína tau, conocida como proteína tau asociada a microtúbulos. Esto evita que el gen se traduzca en la proteína de forma dosificable y reversible, a la vez que también disminuye la producción de esa proteína y altera el curso de la enfermedad. Los resultados muestran que el fármaco fue bien tolerado, ya que todos los pacientes completaron el período de tratamiento y más del 90% completaron el periodo posterior al tratamiento.

"Se necesitarán más ensayos en grupos más grandes de pacientes para determinar si esto conduce a un beneficio clínico, pero los resultados de la fase 1 publicados en 'Nature Medicine', con resultados de 46 pacientes, son la primera indicación de que este método tiene un efecto biológico", afirman los investigadores. El ensayo analizó tres dosis del medicamento, administradas por inyección intratecal (una inyección en el sistema nervioso a través del canal espinal), en comparación con el placebo.

Mercado con dificultades

La industria farmacéutica no encuentra las moléculas que consigan detener la progresión del Alzheimer. El desarrollo de fármacos para esta enfermedad neurodegenerativa se caracteriza por ser un proceso caro, largo, complejo y con un alto número de fracasos para las compañías. De hecho, se estima que el 98% de los medicamentos para el Alzheimer no llegan al mercado.

La enfermedad de Alzheimer tiene una serie de peculiaridades que llevan a que la industria farmacéutica no termine de dar con la tecla para hacer llegar al mercado un fármaco que consiga detener la enfermedad. En primer lugar, la inversión que han realizado las farmacéuticas en esta área terapéutica es mucho menor a la realizada en otros ámbitos, como el de las enfermedades oncológicas o el del VIH.

En el año 2020, según datos difundidos por el informe Alzheimer's Disease Drug Development Pipeline, había 136 ensayos en marcha, correspondientes a 121 medicamentos. De esa cantidad, la mayor parte de ellos se encontraban en fase intermedia (65). Muchos de ellos no consiguen pasar a fase final porque en la fase II no se ven indicios de que las moléculas puedan ofrecer efectos clínicos.

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