
El invierno está a la vuelta de la esquina. Las personas cambian los planes fuera de casa por los de dentro, por ejemplo, ver una película en la televisión comiendo palomitas. Algunas enfermedades, entre ellas, la enfermedad del ojo seco; se agravan durante esta estación. Además. afecta a la mitad de los jóvenes debido a permanecer durante periodos prolongados delante de una pantalla.
Pasar una gran cantidad de horas delante del ordenador o un dispositivo similar tiene consecuencias para la salud. De hecho, estas presentan un impacto derivado del tiempo, el modo de uso y la distancia puede originar o aumentar el riesgo de padecer una enfermedad ocular. Los casos de personas con la enfermedad del ojo seco aumentan durante el invierno porque el frío, el viento y la calefacción "provocan una mayor evaporación de la lagrima", afirma la responsable de la Unidad de Oftalmología de Vithas Valencia Consuelo y Vithas 9 de Octubre, Teresa Sánchez-Minguet.
En el caso de que la persona se encuentre en el exterior, sobre todo si en ese momento la temperatura es muy baja o hay mucho viento, la sequedad del ojo es "mucho mayor" que con el calor lo que supone un problema principalmente para las persona que sufren alguna deficiencia, ya sea en la cantidad o la calidad de la lágrima. "Si hace demasiado viento, este provoca que la lágrima se evapore demasiado rápido", indica la doctora Sánchez-Minguet.
Otro de los agentes que afectan a la salud ocular son los rayos UV. Se tiende a pensar que solo hay que protegerse de los rayos del sol en verano, pero aunque en invierno haya menos horas de luz, hay lugares, por ejemplo, una montaña nevada, donde la luz se refleja en la superficie y el ojo puede sufrir quemaduras ya que la radiación es mayor.
Dentro del catálogo de los síntomas se encuentra dolor, ardor, enrojecimiento, ojos cansados, sensación de arenilla, visión borrosa. Además, puede afectar a la córnea haciendo que el ojo pierda sensibilidad y surjan los problemas de visión. "Un ojo seco en grado leve provoca molestia o necesidad de parpadear de forma constante. Sin embargo, en grado medio la molestia aumenta y se produce una pesadez de los párpados", explica la facultativa. "Incluso se puede tener visión borrosa provocada por queratitis e inflamaciones de la superficie ocular", añade.
Por otro lado, entre las patologías relacionadas con el síndrome del ojo seco se encuentran la artritis reumatoide, la enfermedad de Sjögren, el lupus eritematoso sistémico y otras enfermedades autoinmunes. Además, la enfermedad de ojo seco se manifiesta en mayor proporción en personas que presentan patologías como diabetes o alergias.
El tratamiento pautado normalmente por los especialistas es evitar la exposición a la calefacción por tiempo prolongado, disminuir la exposición a las pantallas y utilizar lagrimas artificiales para evitar las molestias. Al aplicar gotas se crea una película protectora encima de la córnea que permite mantenerlo húmedo, lo lubrica y elimina las partículas extrañas. No obstante, los pacientes con la enfermedad del ojo seco persistente, moderada o grave deben acudir a un oftalmólogo.
Para cuidar de una manera adecuada los ojos durante el invierno, los expertos llevan a cabo una serie de recomendaciones. En primer lugar, se debe procurar no poner la calefacción demasiado alta y utilizar humificadores para que el ambiente no esté demasiado seco cuando se esté trabajando.
Además, a la hora de utilizar dispositivos electrónicos aconsejan hacerlo en lugares con luz, a más de 40 centímetros de distancia de los ojos, tomar periodos de 20 minutos de descanso tras una hora de uso y parpadear constantemente para incentivar la producción de lágrimas de una forma natural ya que cuando una persona está delante de una pantalla pasa de pestañear veinte veces por segundo a 345 en un minuto.