
Los trabajos en las entrañas del Ministerio de Sanidad para reformar la Ley del Medicamento se intensifican. Si bien aún no hay ningún borrador del proyecto de reforma, sí que se comienzan a saber algunas de ideas que el departamento de Darias planea incluir en el futuro texto legislativo. La última novedad es la creación de un atajo para los medicamentos novedosos que aporten mejoras frente al abanico de soluciones actuales para que no se demore el proceso de aprobación.
La propuesta que baraja el Ministerio responde a una petición que realizó la patronal Farmaindustria hace unas semanas. Entonces, la asociación solicitó una procedimiento acelerado para los medicamentos innovadores. Ahora, Sanidad responde con un plan que desarrollará procedimientos rápidos y mecanismos que reduzcan la incertidumbre sobre el potencial del fármaco para ajustarle de forma más rápida un precio público.
Esta es una de las medidas, pero no la única que se planea dentro del Ministerio de Sanidad. Hay otra batería de propuestas que respondería a la necesidad de aumentar la fabricación nacional de fármacos. La Agencia Española del Medicamento listó una serie de moléculas para las que considera esencial disponer de suministro seguro, sin dependencia del exterior. Todas ellas son antiguas, con precios muy bajos hoy en día. Las medidas que se plantean pasan por instalar mejoras económicas en la Ley para fomentar su producción: reducir las tasas de la Agencia, sacar del sistema de precios de referencia estas moléculas y ahondar en las exenciones fiscales que reciben las farmacéuticas por su contribución a la riqueza del país.
Paralelamente, también hay movimientos para mejorar el consumo de medicamentos genéricos, estancados desde hace años en un 41% del total de ventas. Para ello, se busca recuperar una medida que ya estuvo en el ordenamiento legislativo y que consiste en mantener a estos medicamentos a un precio más bajo que la marca durante un periodo de tiempo de entre seis meses y un año.
Pero todas estas intenciones pueden chocar con una dura realidad. Según fuentes consultadas, el tiempo es uno de los mayores enemigos del Ministerio de Sanidad. Quedan poco más de seis meses de periodo activo del Congreso de los Diputados y el atasco que existe a día de hoy es grande. Teniendo en cuenta que Darias ha priorizado la Ley de Cohesión y Calidad, no habría tiempo material para sacarla antes de las elecciones. La única solución sería tramitarlo como Real Decreto-ley, pero las fuentes explican que el ministerio tendría dificultades para justificar la urgencia de la reforma de la ley.
La Ley de Cohesión, en peligro
La aritmética del Congreso de los Diputados obliga al Gobierno a apoyarse en los grupos catalanes para sacar adelante sus propuestas. Sin embargo, según ha podido saber este medio, el apoyo de éstos a la Ley de Cohesión y Calidad peligra. La razón es que el texto reduce a la excepcionalidad la posibilidad de realizar conciertos con la sanidad privada y eso no es concebible en Cataluña, donde el peso de la privada es superior a la pública y el número de conciertos es muy superior al del resto de comunidades autónomas.