Salud Bienestar

La subida de costes pone en riesgo la producción de dos fármacos esenciales

  • El aumento del precio de la energía supone un incremento de 500 millones

Sube la presión en la cadena de suministros de medicamentos. Dos de los medicamentos más utilizados en España, la simvastatina (para el colesterol) y el amlodipino (para la hipertensión) están al límite del umbral de rentabilidad, provocado por el incremento de costes y la depreciación que las moléculas más maduras sufren de forma anual por la legislación vigente.

La simvastatina tiene un precio en vigor de 0,95 euros. Durante el último año, según explican fuentes del mercado farmacéutico, vendió 25 millones de unidades y generó 24 millones de euros. Por otro lado, el amlodipino tiene un precio de 1,065 euros. Durante los últimos doce meses se vendieron 12 millones de cajetillas, generando un volumen de negocio de 13 millones de euros.

El incremento de costes se produce por la subida del precio de las materias primas (plástico, vidrio...) y de la energía. El primero de los casos, según la patronal de medicamentos genéricos, Aeseg, ha provocado un 15% de incremento en los costes de fabricación. Por otro lado, y según afirma Farmaindustria, la subida de los precios de la energía ha causado un incremento de 500 millones de euros.

Tanto el amlodipino como la simvastatina son dos de los grandes ejemplos tanto por su uso como por el precio otorgado por el Ministerio de Sanidad. Sin embargo, hay muchos medicamentos en una situación delicada. "El 50% de los genéricos está por debajo de 1,6 euros", afirma Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda, director general de Aeseg. Una situación que arrastra también al medicamento de marca, ya que si quiere seguir bajo el abrigo de la financiación pública debe igualar el precio del genérico. "No sé cómo vamos a poder ajustar esta pinza, de subida de costes y bajadas de precios. Esta es la mayor amenaza que tenemos", dice el CEO de Reig Jofre, Ignasi Biosca.

El Ministerio de Sanidad trabaja ahora en una revisión de la Ley de Garantías, texto encargado de establecer las políticas de precios de medicamentos. La llegada del nuevo director de Farmacia, César Hernández, ha abierto un escenario de esperanza dentro de la industria farmacéutica, que nunca llegó a un clima de entendimiento con la antecesora en el cargo, Patricia Lacruz. Entre las primeras intenciones de Hernández está revisar el sistema de precios de los medicamentos mejorados, que actualmente se financian al mismo precio que la molécula de referencia. Esto sería una salida tanto para los medicamentos tensionados (como la simvastatina y el amlodipino), ya que se podrían buscar otras fórmulas mejoradas, como para la mayoría de las empresas nacionales, que tienen en la innovación incremental su modelo de negocio.

Pero estas moléculas también podrían verse protegidas del abismo de la rentabilidad si se revisan las condiciones que deben tener los medicamentos considerados esenciales por el Ministerio de Sanidad. El departamento de Carolina Darias quiere asegurarse de que estos productos se fabriquen en España y para ello la industria espera que tengan un precio protegido que se ajuste a los costes que tiene producir en Europa respecto al Sudeste asiático, sitio de procedencia de la mayoría de esas moléculas.

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