
Hasta el momento, y según los datos oficiales, la presencia de XE, un nuevo linaje de las subvariantes de Ómicron BA.1 y BA.2 del covid-19, es casi testimonial en el territorio español. De hecho, hasta el momento solamente se han reportado casos por este sublinaje en Canarias, con menos de una docena de personas infectadas. Según las cifras vertidas por la consejería de Sanidad autonómica, hay cuatro personas infectadas: dos en Tenerife y dos en Gran Canaria, y ninguna de ellas ha requerido hospitalización.
No obstante, que no se hayan reportado apenas casos no quiere decir que XE no esté circulando con mayor presencia de la notificada, ya que solamente se secuencian unos pocos casos aleatorios por comunidad. Además, desde que se introdujeron cambios en cuanto al seguimiento del virus a mediados de marzo, la cifra de secuenciaciones también ha disminuido en consecuencia.
En España, con un total de seis casos secuenciados, según detalla la última Actualización de la situación epidemiológica de las variantes de SARS-CoV-2 en España, emitida por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias el 25 de abril, no parece tener demasiada relevancia. Aun así, el documento advierte: "de acuerdo con los últimos informes de Reino Unido, crece en las últimas semanas a un ritmo superior al de BA.2."
En este sentido, hay que destacar que, en palabras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la nueva combinación XE podría tratarse de "la más contagiosa de todas las conocidas hasta la fecha".
¿Se expandirá XE como otras variantes?
Todavía es difícil saberlo, dada la ausencia de datos. Por ello, conviene no caer en alarmismos. Según explica para Redacción Médica María del Mar Tomás, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), lo más probable es que la variante XE " no llegue a circular tanto como otras, puesto que actualmente tampoco se diagnostica ni se secuencia igual que antes".
Dado que la sintomatología es la misma que en anteriores variantes (fiebre, tos, mucosidad, cansancio y dolor de cabeza), "pasará desapercibida". "si la XE no tiene impacto en la presión hospitalaria, no tendrá gran relevancia clínica", apunta la portavoz.
No obstante, conviene realizar un seguimiento de los datos durante las próximas semanas. "Con esta nueva variante se debe estar en alerta pero sin asustar", considera Tomás.
Por último, la experta recuerda la importancia de tener presente la teoría científica, según la cual el virus debería mutar en variantes más trasmisibles pero menos virulentas con el paso del tiempo. "Es muy importante seguir investigando y, sobre todo, adaptando las vacunas a nuevas variantes y concibiendo una vacuna universal", considera.
En la misma línea se encuentra Víctor Jiménez Cid, catedrático de Microbiología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), quien en declaraciones para 20 Minutos cree que estamos ante "una vuelta de tuerca más en la evolución y adaptación del virus al ser humano, que se va a abriendo sus puertas y va variando para poderse seguir transmitiendo".
De hecho, el también miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Microbiología apunta hacia la posibilidad de que XE se trate de una "posible atenuación hacia síndromes menos agresivos pero cada vez más transmisibles".