
El pasado jueves, 21 de abril, conocíamos en Canarias los primeros casos positivos de covid-19 en España por la variante XE, un linaje de las subvariantes de Ómicron BA.1 y BA.2.
Aunque precisamente la subvariante BA.2 de Ómicron es la predominante en España desde el pasado mes de noviembre y hasta el momento, la nueva combinación XE podría prevalecer en el todo país en los próximos meses, al tratarse de "la más contagiosa de todas las conocidas hasta la fecha", según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por el momento no existen indicios para alarmarse ante la llegada de la nueva variante, dado que no escapa a la acción de las vacunas existentes ni sus infectados revisten mayor gravedad, según los casos analizados.
Más contagiosa que Ómicron
"No está demostrando ser más peligrosa o más patógena; es decir, no hace una enfermedad más grave. Lo que es, es más contagiosa, de forma que hace que el virus circule con más frecuencia", apostilla en una entrevista para Infosalus (Europa Press) José Manuel Bautista, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular y uno de los coordinadores del proyecto CovidLot de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
En opinión del experto, su expansión no respondería a otra cosa que a "un mecanismo normal de adaptación de los virus", por lo que es normal que tanto esta como otras variantes surjan mientras el virus sigue circulando. "No me preocuparía en exceso porque no está demostrando ser más patógena", insiste.
La OMS detectó la nueva subvariante a mediados de enero en Reino Unido. Desde entonces, calcula conforme a datos preliminares que XE puede llegar a ser hasta un 10 % más contagiosa que la subvariante BA.2. Según el último estudio de la UKHSA (Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido), el periodo medio de incubación rondaría los tres días.
Los mismos síntomas ya conocidos
A pesar de ser más infecciosa, por el momento no está demostrando generar otra sintomatología a la que ya conocemos. Por lo tanto, esta podría causar fiebre, tos, mucosidad, cansancio y dolor de cabeza, al igual que otras variantes ya conocidas. "Con tanta gente vacunada no está demostrando tener más gravedad y la sintomatología es muy parecida a la de ómicron", señala.
Por ello, el profesor considera que, por el momento, no hay motivos para preocuparse más de lo habitual por la variante XE, más allá de contar con que se propaga de forma más fácil que la anterior variante predominante.
"Mientras circule el virus, este se va a adaptar a los que infecta. La respuesta de los contagiados con mascarillas y vacunas es diferente, de forma que el virus se adapta a la situación hasta que de alguna forma se estabiliza y la enfermedad deja de ser grave, y sigue circulando de una forma más leve", añade.
Es posible reinfectarse
Esta adaptación constante del virus mediante la circulación provoca que no solamente se generen nuevas subvariantes, como la BA.1 y la BA.2, sino que también se generen nuevas variantes, como en este caso, XE.
"Estas (variantes), de momento, son poco frecuentes pero hay que seguirlas en un proceso muy dinámico y que hay que seguir conociendo para ver las que tienen mayor impacto por si la vacuna sigue siendo efectiva", explica a Infosalus Ángela Domínguez, catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública y coordinadora del grupo de trabajo de vacunas de la Sociedad Española de Epidemiologías (SEE).
Según explica la catedrática, esta variedad de variantes facilita que una persona que haya adquirido inmunidad frente a una no la tenga frente a otra.
"No quiere decir que sobre cada una de estas variantes que haya, si uno se infecta, no cree ninguna protección frente a las demás. El padecer una infección por una evita o crea inmunidad frente a la misma, pero también frente a otras; aunque hay algunas variantes que se pueden escapar de esa inmunidad adquirida por la persona, y se pueden volver a infectar por nuevas variantes", sostiene Domínguez.