Salud Bienestar

Los expertos hallan la proteína que evita que el páncreas se haga caníbal

  • Esta es fundamental para prevenir la autodigestión pancreática

Los expertos han dado un paso más en lo que se refiere al páncreas. En concreto, los investigadores del Instituto Salk, Estados Unidos, han descubierto la proteína que consigue evitar que este órgano se digiera asimismo lo que ayuda a prevenir y tratar la pancreatitis y el cáncer. Este hecho, de momento, solo se ha probado en preclínica.

La proteína, conocida como receptor gamma relacionado con el estrógeno, es importante para prevenir la autodigestión en roedores. Previamente hallaron que los ratones que carecían de la ERR desarrollaron pancreatitis grave (existe la pancreatitis aguda o crítica). Hay dos tipos de células: las beta que liberan insulina para controlar los niveles de azúcar en la sangre, y las acinares que producen jugos digestivos. Para comprender el papel que realiza la proteína en estas últimas pancreáticas, los investigadores compararon sujetos, así como las células aisladas, con y sin la proteína.

El páncreas es la fábrica de insulina y glucagón, es decir, juega un papel fundamental en el desarrollo de la diabetes. La ERR ayuda a las células beta pancreáticas a liberar insulina y podría ser útil como tratamiento para esta enfermedad. No es la única función que realiza este órgano, ya que también produce enzimas digestivas que sirven para hacer la digestión de azúcares, grasas y proteínas.

Las enzimas digestivas tienen el poder de digerir y lo hacen tan bien que el órgano las fabrica y las vierte en el duodeno, pero inactivadas. De no ser así, es decir, si estuvieran activas en su interior el miembro se comería a si mismo. Estas deben activarse en el intestino, de lo contrario habría graves consecuencias. El problema surge cuando, por razones que aún se desconocen, el sistema de seguridad falla y las enzimas se activan dentro del páncreas dando lugar a la conocida pancreatitis.

También, han descubierto que se requiere de esta proteína para el funcionamiento de las mitocondrias de las células acinares orgánulos que generan energía. Sin la ERR, estas no solo tienen una regulación energética desregulada, sino que, como consecuencia, activan incorrectamente las enzimas digestivas para iniciar la autodigestión. "Las mitocondrias en estas células tienen que ser particularmente robustas. Si sale mal, esas enzimas digestivas se activan y luego empieza la autodigestión del páncreas", han descrito los expertos.

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