
La metástasis cerebral ocupa un lugar importante para la investigación. Entre un 10 y un 40% de los pacientes que padecen cáncer desarrollan metástasis cerebral. En la mayor parte de los casos se origina a partir de tumores primarios de mama, pulmón y piel. Una reciente investigación del CNIO (Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas), liderada por Manuel Valiente, propone una nueva estrategia para que pacientes con metástasis en el cerebro que no respondan a la radioterapia puedan beneficiarse de ella.
La resistencia a la radioterapia es un problema para muchos pacientes con metástasis cerebral. La proteína S100A9 funciona como indicador de sensibilidad a la radioterapia: a mayor presencia de S100A9, más resistencia a la radioterapia. Esta molécula supone un nuevo enfoque para personalizar la radioterapia y evitar su administración a pacientes que sufren una alta resistencia al tratamiento para reducir el deterioro de su tejido cerebral. Desde la institución ya han comenzado un ensayo clínico multicéntrico para validarlo.
La presencia de esta proteína se puede conocer a través de un simple análisis de sangre. Esto permitirá que su traslado al entorno clínico sea mucho más sencillo y facilitará la identificación de todos aquellos pacientes que se muestran resistentes a la radioterapia antes de someterse a ella.
Este tipo de solución ya se ha utilizado en enfermedades como el Alzheimer. "La proteína S100A9 es un fármaco bien posicionado porque entra muy bien en el cerebro. Pertenece a la familia de fármacos que se han utilizado en Alzheimer. Esto es muy positivo porque permite saber cómo funciona el cerebro. Desde CNIO, estamos trabajando con esta molécula como el inicio del mecanismo de resistencia que ayudará a los pacientes a responder mejor al tratamiento", señala el líder de la investigación, Manuel Valiente, a elEconomista.
La radioterapia total del cerebro (WBRT, por sus siglas en inglés) es el tratamiento más utilizado en la mayoría de pacientes que sufren metástasis cerebrales. Este tipo de procedimiento puede controlar los síntomas y disminuir la incidencia de insuficiencia intracraneal, pero los ensayos clínicos no demuestran grandes efectos sobre la supervivencia y la calidad de vida del paciente. Los efectos secundarios pueden ser importantes y la reaparición de tumores en el área erradicada es habitual.
"La radioterapia se está utilizando durante muchos años. Produce una serie de mejoras a nivel local, pero sus beneficios son modestos, ya que puede producir efectos negativos en todo el cerebro del paciente. Por ello, es importante saber qué pacientes presentan resistencia a este tratamiento", concluye Manuel Valiente.
En la actualidad dos de los principales retos de la investigación del cáncer se encuentran en comprender por qué algunas células tumorales consiguen superar las fuertes barreras defensivas del cerebro para causar metástasis y desarrollar estrategias para bloquear este fenómeno. Por este motivo, el Grupo de Metástasis Cerebral del CNIO está trabajando en la investigación a las resistencias a la radioterapia aplicada en los tumores metastáticos del cerebro. Se trata de un tema poco estudiado hasta el momento y, para ello, utilizan modelos animales y cultivos celulares tridimensionales que simulan el tejido tumoral.
Esta investigación se enmarca dentro de la Red Nacional de Metástasis Cerebral (RENACER), una red a la que se han sumado 11 hospitales españoles con el objetivo de crear una colección de muestras humanas que impulse la investigación de las metástasis cerebrales para mejorar su diagnóstico como su tratamiento. Este proyecto, promovido y gestionado por el Grupo de Metástasis Cerebral y el Biobanco del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), recogerá y almacenará la colección de muestras proveniente de los hospitales miembro.
El proyecto RENACER estará guiado "por los más altos estándares bioéticos y de calidad" para asegurar el buen uso de las muestras. Además, aseguran que se encargarán de que los pacientes tengan voz en esta red.