Si hay un producto que no puede faltar en casa es el vinagre blanco. Conocido por sus múltiples usos, gracias a él podemos limpiar y desinfectar prácticamente cualquier superficie, como aportarle el toque perfecto a nuestras recetas. Ahora bien, lo que no todo el mundo sabe es que este también funciona como el aliado ideal en nuestra rutina de belleza.
Durante los últimos años, muchas personas han comenzado a incluirlo en su rutina capilar. Utilizarlo marca un antes y un después en nuestro pelo, gracias a su capacidad para limpiar en profundidad, regular la grasa y devolver el brillo natural. Eso sí, más allá de sus buenos resultados, su éxito se explica en que se trata de un 'ingrediente' barato, fácil de conseguir y con muy buenas propiedades limpiadoras.
Beneficios del vinagre blanco
Según los expertos, usar el vinagre blanco con moderación y de forma correcta puede aportarnos numerosos beneficios a nuestra melena. Ahora bien, realizar el paso a paso como debe ser es importante, sobre todo si no queremos que se irrite nuestro cuero cabelludo. Para ello, lo mejor es rebajarlo con un poco de agua y dejarlo actuar donde un par de minutos, al menos una vez a la semana.
Entre sus beneficios destaca la limpieza en profundidad, ya que el vinagre es capaz de eliminar los restos de otros productos y la suciedad que se acumula en las raíces. Además, otra de sus grandes propiedades es que ayuda a controlar la caspa y le aporta un toque extra de brillo sin engrasar el cabello.
El vinagre blanco también es conocido por su lucha contra el encrespamiento, problema que sobre todo afecta a las personas con el pelo ondulado o rizado, facilitando un acabado más liso y sedoso.