La higiene personal en personas de avanzada edad juega un papel fundamental en la mejora de la autoestima, ya que sube el estado de ánimo y hace que se olviden de todos los problemas. Sin embargo, puede ser realmente complicado ducharse cada día, sobre todo en personas con problemas de movilidad o si una persona vive sola.
De ahí que sea relevante conocer la periodicidad que recomiendan los científicos para intentar llevarla a cabo o, al menos, buscar soluciones. En concreto, los expertos aconsejan que las duchas de las personas mayores o baños sean al menos de tres veces por semana.
En profundidad
¿Y por qué no todos los días? Pues bien, está claro: de hacerlo, estas personas se sitúan expuestas a más enfermedades o aflicciones cutáneos. Con el paso del tiempo, conviene señalar, las células se renuevan a un ritmo cada más lento, lo que provoca que la piel sea más delicada, fina y débil.
Del mismo modo, un exceso de humedad, para una piel que no es capaz de trabajar tan rápido para regularse, puede ser un verdadero problema. Es más, demasiada humedad puede conllevar, en especial en verano, que aparezcan unas manchas rojas en la superficie, sobre todo cerca del pecho o en las axilas.
Recomendaciones
Estas se producen, sin duda alguna, por la proliferación de un hongo. Y, pese a que son más fáciles de tratar, no conviene correr riesgos. Ante este panorama, hay que tener en cuenta que se deben usar productos neutros y secar correctamente la piel, sin dejar humedad en los pliegues.
Aun así, la higiene es necesaria mantenerla todos los días, pero teniendo que recurrir a otras opciones. Una de las útiles suele ser lavarse con un gran barreño de agua, pero sin dar la ducha. Con ello, se pueden asear por áreas estratégicas sin tener que malgastar agua ni verse repercutida su salud cutánea tanto a corto como a largo plazo.