Hay algunos peinados que si se lucen de forma prolongada o habitual pueden llegar a generar alopecia. Algunos ejemplos son las coletas, moños o trenzas de raíz que suelen verse más cuando llega el buen tiempo.
Los expertos aseguran que este tipo de peinado pueden producir alopecia de tracción, algo que debilita el folículo piloso debido a la fuerte tensión continua que se ejerce sobre el cuero cabelludo, provocando su caída.
La dermatóloga Lucía Pimentel explica que "cualquier recogido o peinado que genere una presión continua, sobre todo, si ésta es constante y repetitiva daña los folículos pilosos, donde nace y se asienta el cabello, y hace que se aflojen y se rompan dando sensación de un cabello pobre o escaso".
La zona frontal, las sienes o la nuca son las partes donde la caída del pelo es más evidente. Otros síntomas que se pueden tener por el abuso de estos recogidos son: dolor, irritación o enrojecimiento del cuero cabelludo.
La doctora Pimentel informa que "notar muchos pelitos finos y cortos, sensación de tener entradas o pérdida de cabello en áreas concretas, son algunos de los signos que deben ponernos en alerta". Cuando sucede esto, hay que acudir o consultar a un dermatólogo y tener un tratamiento personalizado.
La experta alerta que "es clave ser conscientes de que ese tipo de prácticas están contribuyendo a la pérdida de cabello, por lo que lo aconsejable es no recurrir a ellos con excesiva frecuencia". En los casos más leves, si se deja de someter esa tensión al cuero cabelludo, podrá hacer que el cabello se recupere junto a un protocolo de recuperación capilar. En casos más complicados puede ser necesario un tratamiento farmacológico. En los casos más severos puede suceder alopecia cicatrizal que provoca que el pelo no vuelva a crecer más en esa zona.