
Su apuesta por la innovación y la expansión internacional han convertido a Sacyr en un referente en la construcción y gestión de infraestructuras, proyectos industriales y servicios a nivel global sin descuidar el medio ambiente, lo que se ha traducido en la puesta en marcha de numerosas iniciativas para prevenir, disminuir o remediar los impactos ambientales derivados de sus actividades, y que ha supuesto un aumento de su inversión medioambiental. En 2015, la compañía ha incrementado un 20,58% sus costes en tratamiento de residuos, tratamiento de emisiones y restauración y un 43% en prevención y gestión ambiental.
Uno de los puntos básicos para alcanzar un desarrollo sostenible es la gestión eficiente del agua. Concienciado con el valor de este recurso, el Grupo Sacyr siempre busca soluciones que optimicen su consumo en el desarrollo de sus actividades.
Entre los proyectos llevados a cabo en el último año destaca la divulgación y sensibilización entre los ciudadanos del cuidado de las aguas del río Magdalena, en Colombia. Esta iniciativa, que se enmarca dentro del área de influencia del proyecto de construcción del nuevo Puente del Pumarejo, pretende dar a conocer a la población los efectos y repercusiones favorables, tanto económicas como ambientales, que su construcción tiene para recuperar la navegabilidad del río Magdalena, con la puesta en marcha de acciones que favorezcan la biodiversidad y la gestión de ecosistemas.
Sacyr también apuesta por el consumo de las aguas que recicla y reutiliza que, en 2015, ha supuesto un volumen de más de 3,5 millones de metros cúbicos, lo que se corresponde con el 25,27% del consumo total de aguas reutilizadas y recicladas de la organización.
La lucha en favor del cambio climático es otro de los focos en los que Sacyr lleva años comprometido, a través de una Política Ambiental basada en el ahorro energético y el control de las emisiones atmosféricas, y una estrategia de negocio relacionada con el desarrollo de fuentes alternativas de energía con el objetivo de mejorar la eficiencia energética de manera continua e identificar oportunidades de reducción de utilización energética con un uso y consumo responsable.
En 2015, Sacyr ha certificado nuevas actividades conforme a los requisitos de la Norma UNE-ISO 50.001. Para la compañía, disponer de un Sistema de Gestión de la Energía les permite descubrir y aprovechar su potencial de eficiencia energética, beneficiándose a su vez de ahorros en costos y contribuyendo significativamente a la protección climática y del medio ambiente, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero.
Sacyr es consciente de la importancia que tiene implicar a los proveedores y subcontratistas en el cumplimiento de sus requisitos ambientales. Periódicamente, sus colaboradores son evaluados y se vigila su comportamiento ambiental y eficiencia energética, valorándose tanto las prácticas ambientales y energéticas adoptadas, como el cumplimiento en materia ambiental. En Sacyr, a lo largo de 2015, se ha evaluado el impacto ambiental de un total de 1.913 proveedores, de los cuales 35 presentan impactos ambientales negativos significativos. De estos, con el 22,86% se han acordado mejoras después de la evaluación y con el 31,43% se ha puesto fin a la relación como resultado de la evaluación.
La conservación de la biodiversidad se ha convertido en otra de las líneas estratégicas de la compañía, además de ser uno de los pilares de su política ambiental y de Responsabilidad Social Corporativa. La ejecución de sus contratos puede generar impactos sobre la biodiversidad, debido a la ocupación, alteración y fragmentación del hábitat. En todos los casos, Sacyr pone en marcha todas las medidas preventivas, minimizadoras y correctivas necesarias para reducir las posibles afecciones.
Proyectos más destacados
Uno de los proyectos más emblemáticos en los que la compañía ha introducido varias soluciones innovadoras y sostenibles ha sido la ampliación del Canal de Panamá, inaugurada en junio pasado, que permite el paso de buques más grandes ?de hasta 12.000 contenedores?, y que supone la reduccción en más de 160 millones de toneladas las emisiones de CO2 al año.
Liderado por Sacyr, el proyecto ha consistido en la construcción de un tercer juego de esclusas ?de 427 metros de largo, 55 metros de ancho y 18,3 metros de profundidad?, que han aumentado su rapidez en el llenado y vaciado de agua y han reducido su consumo en un 7%. Además, los nueve depósitos de los laterales que se emplean para la reutilización del agua, permiten ahorrar hasta un 60% de este preciado bien.
Junto al importante ahorro energético conseguido, gracias al diseño de las nuevas compuertas rodantes ?16 en total? y los beneficios de las nuevas soluciones en polietileno de alta densidad y aceros de altas prestaciones para limitar la filtración de agua a través de las compuertas, Sacyr ha llevado a cabo un seguimiento ambiental del eventual impacto del proyecto sobre el agua natural, el aire, el ruido y las aguas residuales, con auditorías periódicas ambientales y sociales, donde el respeto a la fauna y la flora han estado presentes durante toda la obra, con más de 4.200 animales rescatados y reubicados.
La ampliación del Canal de Panamá es el único proyecto en el mundo en el que todas las personas que han participado debían tener una inducción medioambiental y social. Sacyr concienció a cada nuevo trabajador contratado en el proyecto ?más de 21.800 personas? a través de charlas de formación rutinarias sobre temas ambientales y sociales y de sensibilización para el personal de campo.
Otro de los proyectos sostenibles de la compañía a nivel internacional es la construcción en Chile del Hospital Antofagasta, que se convertirá en uno de los mayores del país, gracias a sus 671 camas, que beneficiará a una población de 260.000 personas. El nuevo hospital, que previsiblemente estará terminado en el primer semestre de 2017, cuenta con una inversión aproximada de 255 millones de dólares.
El diseño arquitectónico del hospital es más sostenible y mejora la prestación de servicios. Además, al encontrarse en una zona de alta actividad sísmica, se ha elevado el edificio por encima de la cota 30, que asegura su estructura frente a posibles terremotos y tsunamis. Todos estos avances le han valido el galardón de "mejor proyecto del año", concedido por la prestigiosa publicación World Finance en noviembre de 2013.
En Australia, Valoriza Agua ha diseñado y construido la Southern Seawater Desalination Plant (SSDP), la desaladora de agua de mar por ósmosis inversa ubicada en Binningup, al sur de Perth. La desaladora, que cuenta con capacidad para producir 306.000 metros cúbicos al día de agua potable, cubre el 17% de la demanda de agua de Perth, lo que se traduce en 1,6 millones de personas.
Tras una investigación del área de I+D+i, Valoriza Agua realizó un sistema de microtúneles debajo de las dunas a través de tuberías desde la planta al mar para reducir el impacto de las salmueras en el mar. El proyecto fue seleccionado por la consultora KPMG entre los 100 proyectos de infraestructuras más innovadores a nivel global, dentro de su informe Infrastructure 100: World Markets Report 2014.
A nivel nacional, Sacyr ha implantado la sostenibilidad constructiva y energética en Campus Repsol, uno de los edificios más sostenibles de Europa, diseñado y construido con materiales reciclables y renovables. Diseñado por el arquitecto Rafael de La Hoz, está integrado por cuatro edificios de oficinas de cinco plantas, conectados entre sí, que forman un claustro alrededor de un jardín central cuya extensión es 1,5 veces la de un campo de fútbol. El Campus Repsol ha obtenido la Certificación LEED NC en la categoría Platino, la máxima distinción para edificios de nueva construcción que otorga el US Green Building Council, y que garantiza que el edificio ha sido diseñado y construido alcanzando los más exigentes criterios de sostenibilidad.
La Plaza del Centenario de Valladolid es otro de las iniciativas llevadas a cabo por Sacyr en la que se ha incluido como premisa la aplicación del mayor número de medidas ambientales, técnicas y económicamente viables, para obtener un elevado índice de sostenibilidad en la construcción proyectada.
El proyecto consistió en la reforma de un espacio de 7.500 metros cuadrados para crear un nuevo espacio público al aire libre, para cuya evaluación se seleccionó la metodología 'Verde', que consiste en una valoración de los impactos producidos y evitados durante toda la vida de la construcción.
La certificación 'Verde' a través del Green Building Council España, ha supuesto el reconocimiento de los valores medioambientales, sociales y económicos del proyecto, que obtuvo la máxima puntuación en la evaluación ambiental, gracias al esfuerzo en materia de reducción de impactos ambientales y mejora de la calidad de un espacio tan representativo dentro de la ciudad.