
El fuego bacteriano, enfermedad causada por la bacteria Erwinia amylovora, sigue estando presente en el campo aragonés y se ha convertido en un problema en zonas de cultivo como la de Calatayud, en la provincia de Zaragoza, en la que esta enfermedad afecta ya a cerca de 470 hectáreas de frutales, sobre todo de perales y membrilleros.
Una situación ante la que el sector y las organizaciones agrarias han venido pidiendo soluciones para tratar de revertirla y paliar los daños causados. Y, con estos objetivos, se va a poner en marcha desde el Departamento de Agricultura del Gobierno de Aragón de un primer plan ampliable de ayudas que estará dotado con 500.000 euros de fondos propios.
El objetivo de esta cantidad es facilitar que los productores puedan hacer una reconversión varietal de las especies afectadas por el fuego bacteriano hacia otras producciones resistentes a esta enfermedad.
Según ha anunciado el consejero de Agricultura del Gobierno de Aragón, Javier Rincón, durante su visita a la zona, se prevé que este plan -se ha trabajado con las organizaciones agrarias y profesionales del sector-, se publique este mes de agosto.
No obstante, ha dejado claro que es una primera medida para atajar la situación con esta enfermedad -hasta ahora no abordada por las administraciones-, porque "las ayudas serán ampliables en función de las solicitudes".
De hecho, este primer año, será como una prueba o test de cómo está el sector con el fin de incorporar en las siguientes convocatorias "todo lo que se vaya haciendo en 2026, tras arrancar las plantaciones enfermas", dado que la magnitud del problema del fuego bacteriano no es posible combatirlo en un único ejercicio y no se tiene constancia actualmente de un tratamiento que sea efectivo frente a esta enfermedad.
Un motivo por el que se plantea una estrategia a medio plazo que se basa en el arranque de los cultivos afectados y en la replantación con especies más resistentes a la enfermedad de forma posterior. "Vamos a intentar en un período razonable de tiempo, darle la vuelta a esta situación" porque "son los agricultores y los profesionales, especialmente los jóvenes, quienes se están jugando su medio de vida y a quienes tenemos que priorizar".
En la visita a las zonas afectadas también ha estado presente la directora general de Calidad y Seguridad Alimentaria, Aitziber Lanza, quien ha explicado la complejidad de esta enfermedad infecciosa grave y altamente contagiosa, que provoca el marchitamiento y ennegrecimiento de ramas, flores y frutos.
"El problema real es que en este momento no tenemos conocimiento de ningún tratamiento que sea efectivo. A pesar de que se han probado muchísimos tratamientos en todo el mundo, ninguno ha sido capaz de acabar con la enfermedad", ha incidido.
El plan, que supone un cambio de enfoque, se completa con la realización de jornadas técnicas, informativas y de diálogo junto con los afectados con el fin de enfocar conjuntamente soluciones para acometer la reconversión.