Retail - Consumo

La cadena alimentaria apuesta por la sostenibilidad, pero pide frenar la avalancha normativa

  • Los comercios deberán introducir a partir del año que viene envases reutilizables
  • 1.140 son las normativas totales que se aprobaron el año pasado en España pare regular al comercio
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La cadena alimentaria está firmemente comprometida con la sostenibilidad, adoptando medidas innovadoras y eficientes para reducir su impacto ambiental y responder a las demandas de los consumidores. Sin embargo, el sector también alerta sobre los efectos adversos de la creciente avalancha regulatoria que enfrenta, tanto a nivel europeo como en España.

A pesar de su apuesta por un desarrollo más sostenible, los actores de la cadena alimentaria solicitan una mayor moderación en la proliferación de normativas, ya que consideran que el exceso de regulaciones está dificultando su competitividad y capacidad de adaptación. De hecho, en 2023, Bruselas aprobó cerca de 700 normativas relacionadas con la sostenibilidad, lo que, según el sector, frena su desarrollo. En España, la situación es más grave, con el gobierno acelerando la implementación de regulaciones: se aprobaron o modificaron 1.140 normas que afectan al comercio en distintos niveles, lo que equivale a una media de 3,1 nuevas regulaciones diarias, un aumento respecto al año anterior, cuando fueron 2,7.

Estas son algunas de las conclusiones de la segunda mesa titulada "La puesta en valor de la cadena alimentaria", del IV Foro Empresarial: Foro del Retail y el Gran Consumo, organizado por elEconomista.es.

Luis Quintiliano, presidente de McDonald's España, expresó que la compañía observa "señales de recuperación", aunque subrayó que "el consumidor sigue golpeado" por los incrementos del IPC (Índice de Precios al Consumidor). "Nuestra obligación como marca es entender la preocupación del consumidor", afirmó, añadiendo que McDonald's busca constantemente ofrecer opciones asequibles. En este sentido, destacó el uso de la tecnología para optimizar el consumo y ofrecer alternativas atractivas.

Por su parte, Fernando Fernández, presidente ejecutivo de Grupo Gallo, señaló que el sector primario ha enfrentado una crisis compleja, agravada por la sequía, lo que ha generado "la tormenta perfecta". Según él, el consumidor se encuentra ante el dilema de optar entre las marcas de distribución o las marcas de fabricante. Fernández también destacó que las compañías han hecho un esfuerzo considerable en eficiencia e innovación, y enfatizó la necesidad de comunicar claramente la calidad de sus productos: "No todo vale y no todo es lo mismo", afirmó.

En esta misma línea, Soledad Camacho, vicepresidenta de Marketing de Danone España, hizo hincapié en la importancia de la eficiencia y el enfoque en el consumidor, a quien considera "lo más importante". Camacho subrayó que la responsabilidad del fabricante es crear valor a través de productos innovadores que anticipen las necesidades del mercado, siempre "desde la empatía y sin comprometer la calidad". También mencionó que la campaña de yogur a 1 euro lanzada el año pasado tuvo resultados excelentes, lo que ha permitido que "3 de cada 4 hogares nos elijan", dijo con humildad y empatía.

Igualmente, Ignacio Silva, presidente y CEO de Deoleo, recordó que al inicio de la crisis "se decía que esto era una inflación de márgenes, pero en realidad era una inflación de costes". Aunque la inflación ha comenzado a bajar, señaló que algunos costes, como los relacionados con el agua y la mano de obra, siguen siendo problemáticos. Silva también opinó que el consumo aumentará una vez que las expectativas de los consumidores mejoren, aunque estima que tomará "tres o cuatro meses" para que esto ocurra. Además, enfatizó que es una labor conjunta, tanto pública como privada, movilizar el consumo y crear puentes con el consumidor para transmitirle un futuro más optimista.

En esta primera ronda de intervenciones, Pedro Barato, presidente de Asaja (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores), expresó su preocupación por los costes y la burocracia que afectan al campo, señalando que el incremento en el precio de las materias primas y la mano de obra aún no ha sido controlado. "Si llueve, las cosas se ven de una manera, pero si no llueve, se ven desde otra realidad", apuntó, en referencia a la situación del sector agrario. También destacó que "el valor hay que repartirlo" en la cadena de producción, y advirtió sobre la importancia de cuidar el consumo interno, ya que "si no lo mimamos, no lo tendremos". Además, subrayó la complicada situación que vive el sector agrario, afirmando que "el campo ha salido a la calle, no por un problema de precios, sino por los altos costes y la burocracia". Según Barato, la realidad del campo europeo se ha vuelto insostenible debido a la cantidad de exigencias, algunas imposibles de cumplir. "Nos piden una foto georreferenciada del campo, pero en muchos lugares, como en Ciudad Real, no tenemos ni cobertura para hacerla", explicó.

Además, lamentó que mientras algunos señalan que ciertos problemas han sido superados, la realidad es que el incremento en la mano de obra y el alza en los costes de las materias primas siguen presentes. "Nos invaden las exportaciones y el aumento de costes no ha disminuido", afirmó, destacando la necesidad de repartir equitativamente el valor en la cadena de producción. Barato advirtió que el consumo interno debe ser cuidado, ya que "si no lo mimamos, no lo tendremos", y subrayó que, de momento, el valor de lo que se produce en el campo viene principalmente de las exportaciones.

Comunidades locales

Por otro lado, hablando sobre cómo es su relación con los productores, Quintiliano resaltó la importancia del sector primario en su negocio, mencionando proyectos como Be Good y +Campo (nació para seguir apoyando a proveedores, agricultores y ganaderos en el camino hacia el desarrollo sostenible del sector.). Actualmente, más del 70% de la cesta de la compra es de origen local. La carne de vacuno de todas las hamburguesas de la compañía, que además es uno de los ingredientes clave entre sus productos, es 100% procedente de ganaderías españolas. McDonald's cuenta con la primera granja insignia en España y está en Extremadura. "Dependemos mucho del sector primario", afirmó, destacando que el 70% de su cesta de compra proviene de productos locales. Además, subrayó la relevancia de la confianza del consumidor, señalando que "se gana poco a poco y se pierde muy rápido", y que la compañía se enfoca en ser "la más local del mundo" a través de su apoyo a las comunidades y el compromiso con la calidad de los productos.

Fernández explicó que la empresa ha trabajado durante más de 50 años de la mano con los agricultores, desde que su fundador introdujo el trigo duro en Andalucía. "Trabajamos con economía circular y sostenibilidad, tanto en el campo como en la industria del caldo", mencionó, destacando que sus productos, como su caldo que contiene un 33% de pollo natural, buscan garantizar la máxima calidad, en comparación con otras marcas blancas que usan solo un 2% de pollo.

Camacho destacó el papel clave del sector agropecuario en el PIB nacional, y cómo Danone, a través de productos como el yogur, añade valor nutricional a la leche. Enfatizó que la innovación y la sostenibilidad son pilares fundamentales de la empresa, trabajando para reducir las emisiones de carbono y ofrecer productos con el menor impacto ambiental posible.

Silva señaló que el sector del aceite de oliva enfrenta grandes desafíos, entre ellos el uso eficiente del agua y el tamaño reducido de muchas explotaciones. Silva destacó que la competencia ya no se limita a países europeos como Grecia e Italia, sino que ahora incluye a países como Chile, Argentina, Túnez y Arabia Saudí, que operan bajo normativas más flexibles.

Barato afirmó que "si no es rentable, no será sostenible", resaltando la importancia de eliminar normativas innecesarias que, según él, solo entorpecen al sector. Barato señaló que "las cosas hay que ponerlas en valor sin miedo", destacando el papel dominante de España en la producción de aceite de oliva. "En el mundo del aceite somos imbatibles", aseguró, desafiando la percepción de que los italianos dominan el mercado: "Tenemos el concepto de que los italianos mandan, pero mandamos nosotros". Barato recordó que España exportaba a 172 países, y subrayó que es vital reconocer el valor del trabajo del sector agrícola español.

En tono crítico, comentó que "el campo español no tiene miedo a competir", pero lamentó las "normas absurdas" que limitan la producción tanto en España como en Europa. También mencionó el problema de la gestión del agua, afirmando que "trasvasar agua de un pueblo a otro es hoy imposible en España", en contraste con la facilidad para crear redes de transporte de hidrógeno verde. "El agua es un factor determinante", enfatizó.

Barato expresó su confianza en las marcas, a las que defendió porque "me dan confianza". No obstante, advirtió contra normativas como el Nutriscore, calificándolo de "invento francés" que llega a clasificar la Coca-Cola como más saludable que el aceite de oliva. En su opinión, "tenemos que hacer las cosas bien" y abogó por una distribución justa de la rentabilidad: "Un tercio para el que lo produce, un tercio para el que lo distribuye y un tercio para el que lo vende".

Finalmente, criticó algunas prácticas engañosas en el sector del vino, diciendo que "no podemos permitir que se engañe con etiquetas de gran reserva", cuando en realidad esos vinos no han tenido contacto con la madera, y concluyó pidiendo transparencia y honestidad en la industria.

Sostenibilidad del sector

Quintiliano destacó el compromiso de la empresa con la sostenibilidad, tanto por su impacto en el clima como por su importancia para los clientes. "Estamos cerca del 100% de energía renovable y materiales reciclados para el próximo año, actualmente ya alcanzamos el 95%", afirmó Quintiliano, quien también mencionó el objetivo de neutralidad de carbono para 2050. Subrayó la importancia de la colaboración público-privada para hacer que estas iniciativas sean rentables sin perder competitividad. "La innovación lleva tiempo, y es necesario que las normativas acompañen este proceso sin sofocar a las empresas", añadió.

En cuanto al desperdicio alimentario, Quintiliano explicó que McDonald's ha logrado reducirlo considerablemente gracias a la implementación tecnológica. "Tenemos pantallas que controlan la demanda en intervalos de 15 minutos, lo que permite ajustar la producción y disminuir el desperdicio", detalló. También mencionó que la empresa ya utiliza camiones eléctricos y biodiésel proveniente del aceite reciclado de sus cocinas, dentro de un modelo de economía circular.

El presidente y CEO de Deoleo señaló que el sector lucha constantemente por adaptarse a la regulación sin que ello afecte a su competitividad. "Pedimos tiempo para adecuarnos", dijo Silva, destacando que aunque las grandes empresas pueden adaptarse con recursos, las pymes enfrentan mayores dificultades y muchas desaparecen. Además, advirtió que ya no solo compiten contra países europeos como Italia o Grecia, sino también contra naciones fuera de la UE, que operan bajo normativas menos estrictas.

El presidente ejecutivo de Grupo Gallo apeló al sentido común en la regulación por parte de los políticos, señalando que el entorno de "low cost" no ayuda al crecimiento sostenible. Explicó que en Grupo Gallo trabajan con economía circular, especialmente en la producción de caldos, reutilizando todo el material. También mencionó la cátedra de sostenibilidad en la Universidad de Córdoba, enfocada en desarrollar semillas de trigo más eficientes. "Pedimos tiempo a la administración para organizarnos", comentó.

La vicepresidenta de Marketing de Danone España destacó que la empresa trabaja en granjas más sostenibles y en fábricas con "residuo cero". En el ámbito de aguas embotelladas, presentó el programa Renueva, enfocado en la reutilización de envases. Camacho subrayó que cuando las iniciativas de sostenibilidad se acompañan de un marco regulatorio adecuado y un tiempo razonable para adaptarse, generan beneficios no solo ambientales, sino también en términos de empleo y cohesión social.

El presidente de Asaja expresó su preocupación sobre la percepción de la contaminación, afirmando: "Cuando dicen que un coche contamina menos que una vaca, me empiezo a preocupar". También hizo hincapié en la situación de la ganadería y los aranceles, mencionando que "nuestros pobres cerdos van a pagar los aranceles chinos" mientras que España todavía no produce coches eléctricos.

Barato defendió la calidad del aceite de oliva, destacando que "el aceite de oliva es 0" en términos de impacto ambiental. Aseguró que "todo el subproducto va a alimentación animal, el agua se reutiliza y otro va a la energía", reconociendo que hay sectores que están haciendo un gran trabajo en sostenibilidad. Sin embargo, también reconoció que "la ganadería produce ciertas emisiones", pero se mostró optimista respecto a los esfuerzos de otros sectores.

El presidente de Asaja abogó por un sistema equitativo en la regulación, afirmando: "Si el sector agrario descontamina, tiene que cobrar y el que contamina, tiene que pagar. Que las normas se hagan para todos". Se refirió específicamente a su olivar, señalando que "el olivar que yo puse en 2020 sí va a valer para cobrar, pero el que tengo antes del 20 no". Barato concluyó que "quien contamina tiene que pagar y quien no contamina tiene que cobrar", subrayando la importancia de la innovación en el sector.

Activar el consumo

Silva en este punto destacó la importancia de centrarse en el consumidor y adaptarse a sus necesidades. "Es nuestra obligación diferenciarnos y seguir hablando con el consumidor. Debemos ponerlo en el centro y satisfacer sus necesidades", afirmó. Silva reconoció que, aunque existen retos de costes y tecnológicos, también hay oportunidades porque "el consumidor no para de evolucionar".

Por su parte, Camacho señaló que el contexto actual es favorable para la empresa. "Nunca fue tan importante la salud y la alimentación en un momento post-COVID, y lo estamos abordando de manera cada vez más proactiva", comentó. Añadió que la competencia eleva su nivel y que deben anticiparse a las expectativas cambiantes de los consumidores, lo que implica invertir más en I+D para ofrecer soluciones distintas.

Fernández enfatizó que la innovación es esencial para la supervivencia de cualquier empresa. "Una compañía solo sobrevive si innova, y no hay más obligación que innovar", afirmó.

Quintiliano también consideró la innovación como un aspecto fundamental. "Debemos entender las tendencias que busca el cliente. Como líderes de sector, sentimos la obligación de empujar la innovación, incluyendo en la cocina y en la cadena de valor", expresó. Quintiliano mencionó el papel crucial que tendrá la inteligencia artificial en el futuro, especialmente en la previsión de demanda.

Por último, Barato advirtió sobre la necesidad de una innovación honesta. "La innovación sin trampas es fundamental. No se puede llamar a una hamburguesa algo que no es", dijo, elogiando las acciones del gobierno italiano que prohíben la producción y venta de productos que no cumplen con estándares de carne. Barato enfatizó que la innovación debe buscar la rentabilidad, y añadió que "el gran aliado es el consumidor", al que hay que cuidar e informar. También hizo hincapié en que no se pueden mantener campañas de precios bajos, dado el aumento de los costes de producción: "No podemos ser los campeones de vender todo barato".

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