
El PSOE ha registrado una iniciativa en el Congreso con la que urge a luchar contra lo que considera "publicidad engañosa" de determinados productos veganos o vegetarianos que se venden como cárnicos. A través de una proposición no de ley para su debate en la Comisión de Agricultura, los socialistas ven "necesario y urgente" que España se sume a la tendencia de otros países europeos, como Francia, consistente en proteger al consumidor ante la posible confusión que pueda generar este tipo de productos y adoptar las medidas que "resulten necesarias a tal efecto". Una de las mayores empresas del sector, Better Balance, propiedad del grupo mexicano Sigma, dueño también de Campofrío, apuesta por que haya regulación europea, pero también porque de permita hacer publicidad comparativa entre un producto y otro.
¿Qué opina de la propuesta del PSOE de prohibir que se llame hamburguesa o salchicha a a las alternativas vegetales?
Creemos que lo que sería bueno es que hubiera una regulación europea y que se informe claramente al consumidor, de forma transparente. Somos los primeros interesados en evitar la confusión y que alguien pueda comprar una cosa pensando que es otra. Ahora bien, si se prohíben determinados términos, lo que se debe permitir es poder comparar un producto frente al otro, como ocurre ya en Estados Unidos. Nosotros apostamos a través de la innovación por productos saludables y sostenibles y queremos poder contar sus ventajas con detalle. Hay que ser transparentes, pero transparentes de verdad
.¿Cree realmente que se está engañando ahora al consumidor?
Bueno, aquí por ejemplo hay productos que se venden como pollo vegetal y en Francia se llaman bocados vegetales. Lo que yo creo es que el consumidor sabe distinguir perfectamente lo que está comprando, pero debe saber también como decía que nuestros productos son saludables, que son buenos para el corazón, que no tienen colesterol. Y en Europa se está limitando la forma de poder transmitirlo. En Estados Unidos, por ejemplo, Impossible Foods puede decir que sus productos son buenos para el corazón. Aquí no se puede. No queremos que pueda inducirse al error, sino que se informe de forma clara.
"Apostamos porque haya una regulación del mercado a nivel europeo y podamos tener un marco sobre el que trabajar"
¿Qué problemas les ocasiona una regulación distinta en cada país?
Como digo sería bueno una regulación a nivel europeo, un marco común donde se establezcan unas reglas del juego comunes. De lo contrario se resta competitividad y no se pueden producir para varios países a la vez. En Francia, Italia o España hay una regulación, pero Alemania donde el consumo está más normalizado no existe.
¿Qué posición tienen en España?
En España somos líderes destacados en salchichas vegetales con una cuota de mercado del 30%. Desde aquí producimos para otros países de Europa como Francia o Portugal y estamos iniciando también las pruebas en tienda en Bélgida y Países Bajos. En el mercado de las hamburguesas, que está mucho más atomizado, nuestra participación es del 4%.
¿Cómo está creciendo el mercado de las alternativas vegetales?
El sector del plant based estaba creciendo hasta ahora a doble dígito en España, pero en el último año se ha estancado y ahora está plano. Es lo contrario de lo que está ocurriendo en otros países europeos, donde sigue habiendo un crecimiento muy fuerte. De todos modos, nosotros hemos duplicado el número de compradores y nuestro grado de penetración, que ha llegado al 1,2% de los hogares. Estamos incrementando además la tasa de repetición, el que nos compra vuelve a hacerlo otra vez y eso es muy positivo. El año que viene nuestras previsiones apuntan asimismo a que volveremos a duplicar nuestra penetración en el mercado.
"El sector de las alternativas vegetales estaba creciendo a doble dígito en España, pero se ha frenado en el último año"
¿Y a qué cree que obedece ese estancamiento en el mercado español en el último año?
Una de las barreras fundamentales que hay es el precio. Tenemos que conseguir que los productos sean más accesibles para el consumidor y lograr que la categoría crezca. Estoy convencido, de hecho, que eso acabará pasando. Pero además hay un problema añadido y es que, frente a lo que ocurre por ejemplo en Francia, donde el mercado de la distribución está liderado por cadenas muy marquistas aquí pasa justo lo contrario y es más difícil poder introducir innovaciones en el mercado.
¿Están entrando las marcas blancas en los productos de alternativas vegetales?
Están haciendo alguna cosa, pero hay que tener en cuenta que nuestros productos requieren una apuesta por la innovación y un ritmo muy difícil de seguir. No es tan fácil poder copiar un producto y lanzarlo al mercado como puede hacerse en otros sectores. Es cierto que ha habido algún lanzamiento, pero pienso que no han podido alcanzar en ningún caso el mismo nivel de calidad que hemos logrado desarrollar nosotros.
¿España sigue siendo su principal mercado?
Sí, para nosotros España es el mercado más importante y desde aquí como comentaba producimos para el resto. Francia es nuestro segundo mercado y después tenemos también en el punto de mira a los países del Benelux y a Alemania, que es el país donde más penetración tienen las alternativas vegetales y donde el mercado está más maduro.
¿Necesitan incrementar la capacidad de producción?
Estamos actualmente aprovechando las instalaciones productivas de Sigma en España, lógicamente de forma completamente diferenciada. En la fábrica de Valencia producimos las salchichas y en Burgos y Olvega, en la provincia de Soria, las hamburguesas y el resto de los productos.