
El grupo alicantino Erum, uno de los mayores fabricantes europeos de perchas para el textil y el retail europeo, ha convertido Marruecos en uno de sus grandes polos de producción y ya tiene previstas nuevas inversiones en el país vecino. Erum, que ha dado el salto con el plástico a otros sectores como los componentes de automoción o los envases alimentarios, tiene previsto construir un nuevo centro logístico de 30.000 metros cuadrados.
Según explica Blanca Erum, co-CEO del grupo y directora general de Erum Dynamic Solution, la multinacional alicantina sumará esa nueva filial logística para dar servicio a su core business fundamental, el textil, y se ubicará en Mghogha, cerca Tánger. El importe de la inversión aún no está cerrado y dependerá de las negociaciones que aún mantiene.
El grupo español ya cuenta con instalaciones que suman 42.000 metros cuadrados en Marruecos, que es uno de sus mayores centros productivos. De hecho, el grupo ya emplea a 1.200 personas en el país norteafricano de los cerca de 5.000 trabajadores con que cuenta actualmente en sus distintas líneas de negocio.
"Para nosotros Marruecos es un punto clave como nexo de unión con Europa y un centro productivo muy importante", señala la ejecutiva, que recientemente participó en encuentro empresarial organizado por la región de Tánger-Tetuán-Alhucemas y celebrado en Valencia.
Erum entró en Marruecos en el año 2000 para comercializar sus perchas destinadas al sector textil. Tres años después instaló su primera filial y desde entonces el país alauita ha sido uno de los grandes focos de su diversificación, primero dentro del propio sector, al saltar de las perchas al film y los envases, pero también para otras industrias muy diferentes.
"Nos dimos cuenta que el textil era un sector nómada y globalizado y que con esa experiencia estábamos preparados para trabajar en otros sectores similares muy exigentes", señala la CEO de Erum para Europa y África. El sector de la automoción supuso el primer paso en esa estrategia hace ya más de una década, con la creación de una empresa conjunta, Novaerum, con el grupo auxiliar del automóvil Novatec para fabricar kits de luces y otras piezas de plástico de interior de coches precisamente en Tánger.
A esa pata de negocio sumó una división de productos de menaje del hogar y otra más el año pasado, la dedicada a la fabricación de envases alimentarios, mediante una alianza con otro socio especializado, ITC Packaging.
Plan estratégico
La empresa familiar nacida en Alcoy, donde mantiene su sede y una de sus principales fábricas, está actualmente bajo la gestión de la cuarta generación que ha impulsado la internacionalización hasta contar con también con plantas en Portugal, Polonia, Turquía, India, Bangladesh y China, entre otros países. Una estructura con la que cubre la demanda de servicios de reutilización de las perchas con un modelo de economía circular que ha transformado su negocio. Además de fabricar, el grupo recoge, recupera y recicla tanto el plástico como metal e incluso papel y textil, y después reenvía esos artículos a textiles y distribuidores en más de 80 países.
El holding alcanzó el año pasado una facturación de cerca de 82 millones de euros, un 4,4% más, según sus datos provisionales y sin incluir a su participada Acteco. Para este año su previsión es aumentar su negocio un 12%, según explica Blanca Eurm. Además, su plan estratégico contempla un crecimiento de un 30% en los próximos tres años.
En esos planes de desarrollo, confía en dos nuevas actividades centradas en el mercado español. El grupo ha creado una nueva filial, Erum Vial, para aprovechar la oportunidad del cambio de normativa en las carreteras que obliga a llevar una luz de emergencia led con baliza geolocalizable en todos los automóviles a partir de 2026 para señalizar los accidentes o averías. Un producto que fabrica con plástico reciclado en Alcoy y que también incluye tecnología IoT propia, que ha extendido a otros productos para ese sector, como conos balizados.
La otra apuesta es la agrovoltaica, la integración de paneles solares en campos de cultivos, para lo que el grupo alicantino ha entrado en la startup vasca Powerfultree. Una tecnología que permite que convivan cultivos y plantas fotovoltaicas en pleno debate en muchas zonas agrícolas y que, además, también plantea soluciones a los efectos del cambio climático en determinadas zonas de cultivo.
Socio de Repsol en Acteco
La apuesta por la sostenibilidad de la familia dueña de Erum le llevó a fundar hace casi tres décadas Acteco, una firma para la gestión y recuperación de residuos industriales. Desde el interior de Alicante, ha extendido su actividad y sus plantas de tratamiento y recuperación a buena parte de España. Su fuerte presencia en la recuperación reciclaje de plástico y la tecnología de sus plantas han convertido en su socio a Repsol, que se hizo con el 27% hace dos años para asegurarse su objetivo de plástico reciclado para la producción de poliolefinas.