
La era digital está provocando un cambio sin precedentes, también en la gastronomía, un sector que siempre ha oscilado entre lo tradicional y la innovación. Las soluciones tecnológicas integrales están redefiniendo no solo la forma de cocinar, sino también los servicios que estos ofrecen. De esta forma, cada vez más los restaurantes se están adaptando a la realidad del consumidor actual, donde prima el acceso a la tecnología y la inmediatez y se rigen por un principio fundamental: el de vivir experiencias a través de la gastronomía que vayan más allá del sabor. Los nuevos consumidores anhelan variedad y diversidad en los platos, además de rapidez y personalización, factores que están impulsando el desarrollo acelerado del mercado hostelero.
Para los restaurantes, la digitalización ya no es una opción, sino un requisito indispensable para su supervivencia en un ecosistema cada vez más competitivo. De hecho, el margen es enorme ya que, solo el 16% de los restaurantes, cafeterías y bares en España están altamente digitalizados, y el porcentaje de establecimientos que tienen página web no llega ni a la mitad, según el último informe realizado por BCC Innovation y Delectatech.
Por ello, los restauradores tradicionales deben de reinventarse e incorporar algoritmos inteligentes y marcas meramente digitales para poder sobrevivir en un entorno cada vez más digitalizado y mantener así su relevancia. Además de esto, el delivery ha pasado de ser un mero intermediario para la entrega a domicilio a convertirse en una fuente de oportunidades con la que impulsar las estrategias comerciales y publicitarias de las marcas de restauración.
De esta forma, la visibilidad de la marca ya no depende exclusivamente de encontrar un espacio bien ubicado en el centro de la ciudad por la que pasen miles de transeúntes al mes, sino que se vuelve primordial contar también con una imagen virtual bien definida y atractiva, capaz de retener a posibles clientes, convirtiéndose en requisito casi indispensable para el crecimiento de un restaurante.
Sin embargo, conseguir establecer una imagen de marca digital sólida y atrayente se ha vuelto todo un desafío para los restauradores. De hecho, se calcula que el coste medio para crear y gestionar una robusta marca digital asciende a 4M€, una inversión que no todas las empresas pueden afrontar.
Ante esta situación, existen soluciones innovadoras en el mercado que democratizan el acceso a las herramientas de digitalización. Estas propuestas buscan facilitar a los restaurantes la transición al mundo digital, permitiéndoles competir en igualdad de condiciones en este nuevo escenario. De esta forma, pueden optimizar los recursos, minimizando el posible desperdicio de alimentos y recursos y mejorando la gestión del inventario a través del uso de los datos. Pero estas son solo algunas de las innumerables aplicaciones de la tecnología en la industria hostelera, con la que los restauradores pueden conseguir también aliviar las complejidades de una disciplina como es el marketing digital, permitiéndoles centrarse en lo que mejor saben hacer: cocinar.
Está claro que el valor añadido de la digitalización es indiscutible, pudiendo llevar a los restaurantes a incrementar las ventas y la rentabilidad sin sacrificar la esencia de la oferta gastronómica, lo que no solo potencia los ingresos, sino que también mejora la experiencia culinaria del consumidor al ofrecer una diversidad de opciones con tan solo un clic.
Y mirando hacia el futuro, se prevé una relación cada vez más estrecha entre tecnología y gastronomía. Herramientas como la Inteligencia Artificial y el análisis de Big Data prometen proporcionar una experiencia personalizada, donde el menú se adapte no solo a las preferencias del cliente, sino también a sus necesidades dietéticas.
Además, a esto hay que sumarle una cuestión local estratégica de gran importancia. España, ha sido reconocida por su rica cultura gastronómica y un mercado asentado como es el del delivery, presentándose como el escenario perfecto para experimentar esta revolución digital. De hecho, según datos analizados por Just Eat, un 63% de los españoles ya ha hecho en alguna ocasión la compra de productos de alimentación online, y de estos, un 66% asegura usar este servicio a menudo. Así, no es de extrañar que las principales compañías de foodtech se estén fijando en nuestro país. Los restauradores están abrazando con entusiasmo la digitalización, reconociéndola como una herramienta clave para conectarse con una nueva generación de clientes.
En definitiva, estamos ante un mundo de posibilidades infinitas. La tecnología se está convirtiendo en el "subchef" ideal, permitiendo a los restauradores aumentar su variedad de carta y eficiencia. No obstante, la digitalización no significa el fin de la restauración tal y como la conocíamos, pero sin duda alguna, está marcando el comienzo de una nueva era, abriendo nuevos horizontes para la cocina en términos de sabor, pero también en la calidad del servicio.