
Los vinos de Finca Río Negro surcan fronteras, llevando consigo el alma de una región y la pasión de quienes la habitan. 19 países se rinden ante la grandeza de sus tintos y blancos, convirtiendo cada copa en un puente entre culturas, un brindis por la diversidad y la excelencia. Y es que el contexto de exportaciones es el gran tractor del sector. En el primer trimestre de 2024, las exportaciones de vino español registraron un aumento del 5,2% en volumen y un 1,6% en valor en comparación con el mismo período del año anterior, alcanzando un total de 519,6 millones de litros y 717 millones de euros, respectivamente. Este crecimiento fue impulsado principalmente por los sólidos datos de enero y febrero, según un informe del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV).
La bodega está ubicada en un rincón privilegiado, donde el vino se convierte en la esencia misma de la historia y la tierra, esta bodega se erige como un faro de tradición y vanguardia en medio de la imponente naturaleza de Cogolludo, al abrigo del majestuoso Parque Natural Sierra Norte de Guadalajara.
Lo que distingue a Finca Río Negro va más allá de la altura, superando los 1.000 metros sobre el nivel del mar, alcanzando casi la cima del firmamento vinícola. Es un compromiso arraigado con la esencia del terruño, un homenaje a siglos de legado vitivinícola que desde la Edad Media hasta los vibrantes años sesenta, forjó la identidad económica de la región.
La esencia de su filosofía radica en la búsqueda incansable de la perfección, sin sacrificar la autenticidad del terruño. Cada botella es un testimonio de este compromiso, un tributo a la naturaleza y al trabajo minucioso de manos expertas que, con cada cosecha, tejen historias enológicas inolvidables. Desde el nacimiento de su primera añada en 2007, Finca Río Negro ha conquistado paladares y corazones, obteniendo el elogio de los más exigentes críticos, como la destacada Guía Peñín, que otorgó a su creación una puntuación excepcional de 92 puntos.
Víctor Fuentes, gerente y segunda generación al frente de la bodega, nos comparte sus perspectivas sobre el mercado internacional del vino español. Fuentes destacó el notable desempeño de su bodega en Estados Unidos y Alemania, mercados que han sido fundamentales para su estrategia de exportación. "Históricamente, a Finca Río Negro nos ha ido mucho mejor en Estados Unidos y Alemania, que son mis dos principales mercados de exportación", afirmó Fuentes. Este éxito no solo se refleja en las cifras, sino también en la creciente demanda y apreciación por los vinos españoles en estas regiones. Fuentes se muestra optimista sobre el futuro, creyendo firmemente que estos mercados seguirán ganando peso tanto en volumen como en valor para las exportaciones de vino español.

¿Puedes contarnos un poco más sobre los inicios de la bodega y cómo su familia ha influido en su desarrollo a lo largo de estos años?
Mi padre es un palentino asentado en Madrid desde hace más de 50 años. Sintió la llamada de volver a sus raíces, ya que mi abuelo tuvo viñedo para autoconsumo, y encontró en Rio Negro la tierra prometida en 1998, tras 10 años de búsqueda. Somos dos generaciones de la familia las que llevamos el negocio, todas las decisiones pasan por nosotros y se basan fundamentalmente en la búsqueda de excelencia y visión a largo plazo.
¿Cuál fue la visión de su padre, José Manuel Fuentes, cuando fundó la empresa, y cómo se ha mantenido esa visión hasta hoy?
La vitivinicultura fue el motor de la economía de Cogolludo durante siglos, remontándose la tradición hasta la edad media, dónde llegaron a ser famosos entre la corte. La visión fue recuperar esa tradición que ya dio grandes vinos en el pasado, con el valor añadido de que hoy no hay viñedo en 55 kms a la redonda, por lo que nadie comparte nuestro terroir y esto nos permite elaborar vinos únicos. Hoy en día la obsesión por la calidad es y seguirá siendo siempre máxima y es por ello que nos dotamos del mejor talento y medios técnicos a nuestro alcance.
¿Qué desafíos enfrentan al trabajar en un terreno tan antiguo y complejo como el que tenéis?
Nosotros pertenecemos a Cervin, que es una asociación europea de viñedos de alta montaña y viticultura heroica. Esto ya deja entrever que estamos en el límite tradicional de cultivo para nuestra latitud, a 1.000 metros de altura y además en una zona conocida como la Siberia española. Cuando empezamos muchos nos llamaban locos porqué la consideraban una zona demasiado fría para el cultivo de la vid, ahora nos llaman pioneros de la plantación en altura, ya que ese hándicap se ha convertido en nuestra mayor virtud como protección frente al calentamiento global. Tenemos un gran terroir, único y particular, del que estamos empezando a sacar todo su potencial.
¿Qué hace que los vinos de Finca Río Negro sean únicos, especialmente considerando su ubicación a 1.000 metros de altura?
Lo más bonito de este mundo es la sensibilidad que tiene la vid a mostrar el ecosistema donde habita, el ecosistema es lo que define fundamentalmente las características organolepticas de los vinos. Al no tener ningún otro viñedo cerca, el más cercano es la Ribera del Duero Soriana, nadie comparte nuestro terruño y esto nos permite elaborar vinos únicos. Nuestro ecosistema está marcado por la altitud, que nos permite tener maduraciones muy lentas y esto provoca que sean frescos y muy expresivos. Pero, también por la complejidad de los suelos al estar ubicados en una raña del sistema central, que se trata de uno de los suelos más antiguos de Europa. Son difíciles de trabajar, pero dan una gran personalidad a nuestros vinos.
Cada año reciben alrededor de seis mil visitantes. ¿Qué tipo de experiencias ofrecen a quienes visitan la bodega y la finca?
Para nosotros no son visitantes o clientes, son invitados, esa es la clave del éxito. Todo aquel que invierte su tiempo en venir a visitarnos, merece sentirse en casa. Estamos abiertos todos los sábados, domingos y festivos, así como los primeros viernes de mes. Para grupos, además, cualquier otro día de la semana, siempre con cita previa. La visita habitual dura 1:30 h, tiempo durante el cual se les cuenta nuestra historia y se les enseña el viñedo y la bodega de elaboración para que entiendan todo el proceso. Posteriormente, en la bodega subterránea familiar realizan la degustación de 3 vinos, con un aperitivo en armonía. En época de vendimia ofrecemos la actividad de vendimia, dónde hacemos participes a los invitados del momento más importante del año. Entre semana, además ofrecemos todo tipo de servicios para empresas y grupos, desde sala de reuniones, actividades de teambuilding o comidas.
¿Cómo crees que el enoturismo contribuye a la promoción y apreciación de sus vinos?
Para nosotros es un área estratégica muy importante de la empresa. Es, sin duda, lo que más nos está ayudando a construir la marca Finca Río Negro.Tener la suerte de que nos dejen explicarles nuestro proyecto vital y que comprueben in situ el mimo y nivel de exigencia con el que trabajamos, es algo que pocas marcas tienen el privilegio de poder hacer, somos afortunados.
¿Cómo ha influido la ubicación en Cogolludo en su éxito y reconocimiento tanto a nivel nacional como internacional?
Nosotros lo llevamos con orgullo en el frontal de nuestras etiquetas, suma. Nos hace únicos. En España funcionan principalmente las 5 "erres", Rioja, Ribera, Rueda, Rías Baixas y los vinos Regionales. Esta última R, ha abierto mucho la mente de los consumidores, gracias al apoyo de hosteleros y tiendas locales que apuestan por estos productos ha hecho que la gente se de cuenta que hay grandes vinos por toda la geografía española. Cada vez hay más gente que quiere probar cosas nuevas y de calidad. Para nosotros el apoyo regional y la cercanía a Madrid han sido fundamentales. Fuera de España, la cosa cambia y cada mercado tiene su singularidad. Pero, en muchos casos se pierde la identidad regional y nos engloban como vino de España. Importan la calidad, la imagen, la historia detrás de vino…
¿Qué ventajas o desafíos ha encontrado al no pertenecer a una denominación de origen específica?
Nosotros hemos nacido con la vocación de ser únicos. Éramos conscientes de que se trataba de un trabajo más largo, puesto que no tienes el poder de comunicación que tiene una D.O y por las reticencias de algunos consumidores en probar algo nuevo. Pero, la mayor ventaja es que dependes en exclusiva de ti mismo, de lo bien que seas capaz de hacerlo. Si eres capaz de que el consumidor te perciba como un vino único y de gran calidad, abras conseguido el objetivo de situarte en un océano azul, en lugar del océano rojo dónde la competencia es feroz.
¿Qué impacto podría tener la situación económica global en las exportaciones de vino español y en concreto para vuestra compañía?
La situación económica global tiene un impacto significativo en las exportaciones de vino en general, no solo español. En tiempos de recesión o desaceleración económica global, la demanda de productos no esenciales, como el vino, tiende a disminuir. La inflación y subida de tipos de interés fundamentalmente, ha quitado poder adquisitivo al consumidor y esto obviamente afecta al consumo. Por el contrario, la imagen del vino español por historia y calidad, debería estar a la altura del vino francés o italiano y la verdad es que a día de hoy no lo está. Desgraciadamente, al no haber sido capaces de haber creado una imagen de marca de nuestros vinos como la suya, nuestra calidad precio es mejor y esto puede ayudar en tiempos de desaceleración, ya que el consumidor tiende a buscar una mejor calidad precio. Nosotros exportamos alrededor del 25%, a 19 países. Estamos creciendo tanto en el mercado nacional como en exportación, pero sin duda, no son los tiempos más alegres para el sector.
¿Cuáles son los principales retos que enfrenta el sector vinícola español en la actualidad?
Para mi hay dos factores por encima de todo, un reto en la elaboración y otro en los hábitos de consumo. La adaptación de los viñedos a las nuevas condiciones climáticas provocadas por el calentamiento global, es sin duda uno de los principales retos. Está siendo muy rápido y hay que adaptar los cultivos a la nueva realidad. Los cambios en los hábitos de consumo, especialmente el escaso consumo de los jóvenes es preocupante. Hay que acercar el vino a los jóvenes con propuestas más fáciles y atractivas, el vino en la mayoría de los casos les parece aburrido y difícil de entender, frente a la cerveza por ejemplo.
¿Qué oportunidades ve en el mercado global para el vino español?
Los mercados emergentes, especialmente en Asia y América Latina, están mostrando un aumento significativo en el consumo de vino. La creciente clase media y la adopción de estilos de vida occidentales están impulsando la demanda de vinos importados de calidad. Las variedades de uva autóctonas de España, están ganando popularidad entre los consumidores internacionales que buscan experiencias nuevas y auténticas. Promocionar estos vinos únicos puede diferenciar al vino español en un mercado saturado. El interés creciente por los productos sostenibles y ecológicos ofrece una gran oportunidad para nuestros vinos, especialmente aquellos que contamos con certificaciones orgánicas o de prácticas vitivinícolas sostenibles. La sostenibilidad puede ser un fuerte punto de venta en mercados conscientes del medio ambiente como el norte de Europa y América del Norte. España es el segundo país más visitado del mundo. Hay que desarrollar experiencias enoturísticas atractivas y colaborar con agencias de viajes ayuden a promover el vino español en el extranjero.
¿Cómo se está adaptando el sector a las nuevas tendencias y demandas de los consumidores internacionales?
Somos muchas bodegas que estamos adoptando prácticas vitivinícolas sostenibles y obteniendo certificaciones ecológicas. Somos muchas también las bodegas que estamos apostando por recuperar, introducir y promocionar variedades de uva autóctonas. El enoturismo es algo que cada vez es posible en un mayor número de bodegas, para atraer turistas y crear un vínculo emocional con la marca. También estamos invirtiendo en mejorar nuestra presencia online para llegar directamente a los consumidores y atraer a un público más amplio. Las catas, formaciones de vino virtuales y experiencias online son una herramienta que está complementando a los viajes internacionales. Cada vez tenemos más presencia en ferias, guías y concursos internacionales y con mejores resultados, ya que el aumento de la calidad del vino español en los últimos 15 años es espectacular.
¿Cuáles son las expectativas para el resto del año 2024 en términos de exportaciones de vino?
A pesar de que en los últimos meses las exportaciones de vino han sufrido una ligera caída, a medida que en la segunda mitad del año disminuya la inflación, bajen los tipos de interés y las tensiones geopolíticas, estoy convencido de que se recuperarán.
¿Qué acciones está tomando el sector vinícola español para mejorar su desempeño en los mercados internacionales? ¿Por qué Estados Unidos se mantiene como el principal destino en valor para los vinos envasados españoles?
Las bodegas españolas estamos mejorando estrategias de exportación, enfocándonos en la calidad de nuestros vinos y esto está haciendo que ganemos popularidad entre los consumidores estadounidenses. Ha habido un esfuerzo significativo en la promoción de nuestros vinos, incluyendo campañas de marketing y eventos de degustación que han ayudado a elevar la percepción nuestros vinos. Además, Estados Unidos ha visto un crecimiento sostenido en el consumo de vino, especialmente entre los consumidores jóvenes, de alto poder adquisitivo que buscan vinos de calidad. Su economía se ha mantenido relativamente estable, y el poder adquisitivo de los consumidores sigue siendo alto. Las relaciones comerciales favorables entre España y Estados Unidos han facilitado las exportaciones, reduciendo barreras arancelarias y logísticas que se impusieron durante en mandato de Donald Trump. Es un gran mercado y seguirá creciendo en importancia para nuestros vinos.
A pesar de la disminución en las exportaciones a Estados Unidos, Reino Unido y Alemania, ¿qué oportunidades ve en estos mercados?
Históricamente a Finca Río Negro nos ha ido mucho mejor en Estados Unidos y Alemania, que son mis dos principales mercados de exportación y creo que seguirán ganando peso para las exportaciones de vino español tanto en volumen con en valor. Aunque en Alemania la situación económica actual sea difícil, el vino español es muy apreciado y remontarán las exportaciones de nuestros vinos en cuanto se recupere. En R.U, de donde acabo de volver de una feria este mes de mayo la situación no es buena, desde el Brexit no termina de recuperarse.
Alemania ha superado a Portugal en términos de volumen. ¿Qué factores han contribuido a este cambio?
Aunque ambos han bajado sus importaciones, Alemania tiene un consumo per cápita alto y no deja de ser un país con 83 millones de habitantes, versus los 10 millones que tiene Portugal. La situación económica de Alemania, hace que ahora busquen más aún vinos competitivos en precio y los vinos españoles lo son. Los vinos españoles tienen gran reconocimiento en Alemania, siendo nuestro país uno de sus proveedores principales.
¿Cómo planeáis seguir innovando y manteniendo la calidad de sus vinos en los próximos años?
Tenemos muchos retos por delante, entre otros hemos recuperado una variedad autóctona olvidada llamada tinto fragoso, que estamos convencidos de que nos dará muchas alegrías. La cosecha 2024 podrá llevar el sello de vino ecológicos tras 4 años de conversión y una parte importante de la energía que utilizamos proviene de placas solares, apostando por la sostenibilidad. En septiembre de 2023 el ministerio de agricultura público en el BOE la aprobación de la D.O Río Negro, como nuevo vino de pago. Estamos a la espera de la aprobación final de la Unión Europea, que esperamos sea pronto. Esta es la mayor figura de calidad existente en nuestro país. En los últimos años hemos incorporado mucho talento al equipo, con Manuel del Rincón al frente de la viticultura en 2019 y Xavier Ausás al frente de la dirección técnica, que están llevando a nuestros vinos a una nueva dimensión. Esto es una carrera de fondo y cada día trabajamos para superarnos.