Retail - Consumo

Las abejas quieren cannabis para crecer en el herbolario y sobrevivir

  • El laboratorio español The Beemine Lab desarrolla aceites, cremas y cosméticos
Telmo Güell, fundador de Beemine

El futuro de la apicultura puede estar en el cannabis. Eso es lo que creen Beemine, una startup creada por dos jóvenes empresarios -Telmo Güell y Andrés Espinosa-, que está logrando un rápido desarrollo en España gracias a la sinergia entre la miel y el cannabidiol. Fundador de The Beemine Lab junto a Andrés Espinosa, Güell, economista de formación, es uno de los principales desarrolladores de negocio del sector cannábico en España y está convencido de que su unión con las abejas puede garantizar su supervivencia, evitando que entren en peligro de extinción.

En España, el uso de CBD o cannabidiol es completamente legal, siempre y cuando se utilice de manera tópica para la cosmética. Este derivado del cannabis se extrae de la planta del cáñamo, pero a diferencia del THC no genera adicción ni ningún tipo de problema, como el trastorno psicoactivo. Los requisitos para su uso en toda Europa es que proceda de la Unión Europea y no utilice más de un 0,2% en total de THC.

Güell explica que puso en marcha el proyecto en el año 2018 tras varios años estudiando a las abejas desde varias comunidades apícolas, en Portugal y México, centrándose en ellas como indicadoras clave de la salud del planeta. "Siempre me llamó la atención su increíble inteligencia. Profundicé en cómo contribuyen a mejorar nuestras vidas, en las jerarquías o en cómo polinizan las flores para extraer y propagar su verdadero potencial", asegura el fundador de la firma.

La combinación

Aquel fue el comienzo de The Beemine Lab. "Observando a las abejas, aprendimos que la naturaleza conecta miles de principios activos para nuestra salud. Así llegamos a la primera combinación natural perfecta: abejas y cannabis", añade Güell, quien compartió la puesta en marcha de la compañía con Espinosa, ingeniero industrial y desarrollador de producto en el laboratorio. Actualmente, dirige la compañía, con sede en Madrid, formada por más de 20 empleados y presente en países como Portugal, Japón, Islandia o Ecuador, donde acaba de abrir una filial desde la que quiere entrar en otros países de Latinoamérica.

"Diseñamos y producimos soluciones inspiradas en sinergías naturales. Nuestro objetivo pasa por conectar el cannabis, la apicultura y diferentes principios activos para integrar el potencial de la inteligencia de la naturaleza en el bienestar humano".

Desde The Beemine Lab detallan que los derivados de la apicultura y el cannabis comparten muchas propiedades. "El derivado del cannabis, por ejemplo, es antiinflamatorio mientras es que la miel es antibacteriana", asegura Güell. La planta del Cannabis no precisa tóxicos ni pesticidas y su modelo de negocio dedica parte de los beneficios al desarrollo de la apicultura sostenible que promueve el crecimiento y la protección de las poblaciones de abejas. "Se convierte en un aliado sostenible para impedir su extinción de las abejas"

En España, el cultivo del CBD es totalmente legal. Es lo que conocemos como la planta del cáñamo, del que se obtienen desde hace siglos fibras para uso industrial, textiles para la ropa, biocombustible e incluso las semillas para uso alimentario. "El CBD que contienen las plantas también se puede aprovechar, pero para ello hay que trasladarlo a otros países donde es legal la extracción, que no es el caso de España y que, en mi opinión, en este proceso se está perdiendo mucho potencial económico", asegura Güell.

Situación legal

Por el momento, las extracciones deben llevarse a cabo en países limítrofes con la Unión Europea, como es el caso de Suiza o Reino Unido. "Una vez disponemos de la materia prima se pueden fabricar en España los productos en los que nos hemos especializado, como cremas, lociones y aceites hechos a base de cannabidiol", asegura.

The Beemine Lab ha hecho ya varias rondas de financiación, la última ha sido por más de un millón de euros. La compañía, que facturará este año alrededor de 1,5 millones de euros, prevé alcanzar ingresos de 2,8 millones de euros en 2023, es decir prácticamente el doble, mientras que prepara ya nuevas rondas de financiación.

De momento, el laboratorio está vendiendo ya en cerca de 1.500 farmacias y ha llegado además a acuerdos con las grandes cadenas de herbolarios, produciendo incluso la marca blanca para alguno de ellos. Al fin, las abejas tienen su vía de crecimiento y supervivencia.

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