
Tres grupos delictivos usaban la red social Telegram para vender productos de marca procedentes de Asia y que era falsificaciones. Para ello, usaban enlaces camuflados que les permitían saltar los controles anti falsificación establecidos por las plataformas y por las marcas.
Esta operación se inició a finales de 2020 y según informó la Policía este jueves, han sido seis personas en Barcelona, Cáceres, Madrid, Murcia, Valencia y Ferrol, al tiempo que se ha declarado como investigadas a otras diez personas.
Esta nueva modalidad fraudulenta exige que los fabricantes de los productos falsificados y quienes dirigen toda la red necesiten reclutar a personas en cada país para poder publicitar sus productos. De este modo, se está generando una 'red de afiliados' que reciben comisiones por cada transacción, lo que incita a que se lleven a cabo más operaciones.
Nuevas herramientas
En estos canales, diariamente y de forma sistemática, se publicitaban multitud de enlaces camuflados que permitían adquirir productos textiles falsificados a través de una plataforma de compraventa online, simulando la adquisición de productos sin marca. Alguno de estos canales contaba con más de 45.000 usuarios, lo que incrementaba exponencialmente el volumen de ventas de cada artículo ofertado.
Para aumentar aún más el volumen de ventas diseñaron 'bots' o programas informáticos que realizan las tareas para las que se les programa. Este procedimiento les permitía automatizar las publicaciones y realizar otras acciones como detectar y actuar en contra de los usuarios que no seguían las medidas de seguridad establecidas.