Renta variable

La francesa Renault entra en cuarentena ante el deterioro de su recomendación

  • Además, Rio Tinto se estrena en la cartera con mucho éxito al acumular una rentabilidad superior al 3%
  • La francesa tuvo su mayor caída desde 1999 al conocerse que la estaban investigando
  • Sam Wals fue nombrado en 2013 y deja un ahorro de 6.000 millones de dólares en costes

La automovilística cuenta con un consejo de compra que se ha deteriorado en los últimos meses, lo que le hace caminar entre el fino alambre que separa un consejo de comprar de uno de mantener. En el caso de que esto ocurriera, la firma tendría que abandonar la cartera de elMonitor.

Renault comenzó el año con una recomendación clara de compra sobre sus títulos. Ahora, tres meses después, cuenta con un consejo que no tenía desde el mes de agosto del año pasado, cuando era un mantener. Desde que comenzara el nuevo año, esta valoración sobre sus acciones se ha ido deteriorando. Por ello, queda bajo control de elMonitor, ya que si se diera el caso de que la compañía pasara a recibir un consejo de mantener, tendría que salir de la cartera.

La automovilística francesa también se vio afectada a principios de este año con la investigación sobre las emisiones de gases contaminantes de los coches, arrastrada por la polémica con Volkswagen que estalló el pasado mes de septiembre hundiendo en bolsa a la alemana. Cuando saltó la noticia de la investigación a Renault hace dos meses, los títulos de la francesa llegaron a desplomarse hasta un 23 por ciento -experimentando así su mayor caída desde 1999- en la bolsa de París, aunque al cierre de la sesión del día consiguieron rebotar parte de la caída para terminar con unas pérdidas superiores al 10 por ciento.

La automovilística entró en la estrategia la primera semana del 2016, cuando entonces contaba con la segunda recomendación de compra más sólida de todo el sector automovilístico europeo, detrás de Daimler. Renault tiene fijado un stop loss, para proteger a la herramienta de posibles mayores pérdidas, en los 62,18 euros, momento en el que, de llegar a tocarlos, nos veríamos obligados a dejarla fuera de la cartera.

De momento se encuentra lejos. Ahora, sus acciones cotizan en la zona de los 85,75 euros, cerca de un 7,5 por ciento por debajo de lo que lo hiciera el primer día de este 2016, tras tocar su nivel más bajo este año el pasado 12 de febrero. Con todos estos movimientos, el consenso de mercado estima que la compañía está infravalorada, por lo que sitúan su precio objetivo en los 96,76 euros, lo que se traduce en un potencial alcista a 12 meses vista del 15 por ciento.

Rio Tinto cambia su CEO

Rio Tinto se incorporó a la cartera el pasado martes, momento en el que sus títulos se cruzaron con su precio de entrada establecido en las 19,5 libras. Ahora sus acciones cotizan en la zona de las 20,15 libras, lo que provoca que la británica acumule una rentabilidad en los apenas cinco días que lleva en cartera se eleve hasta el 3,4 por ciento. Y es que, al igual que todo el mercado, la minera arrancó el año a la baja, lo que la llevó a tocar su menor nivel del año el pasado 20 de enero, desde donde ha logrado rebotar casi un 28 por ciento. Con esto, la compañía que posee cerca de un 57 por ciento de recomendaciones de compra, cuenta todavía con un potencial alcista cercano al 7 por ciento, según el consenso de mercado que recoge Bloomberg.

Ya dentro de la cartera, la firma ha centrado la atención ya que a través de un comunicado, la compañía anunció que su actual CEO, Sam Walsh, abandonará el cargo el próximo 1 de julio, cuando será reemplazado por Jean-Sébastien Jacques, actual responsable del negocio de cobre y carbón de la minera. Para "garantizar una transición tranquila", Jean-Sébastien Jacques, de 44 años, se incorporará con efectos inmediatos al consejo de la compañía como viceconsejero delegado, informó la empresa, a la vez que aseguró que "esto indica un cambio de dirección para Rio Tinto, dado el tipo de experiencia que trae Jacques" gracias a su labor al frente de diferentes proyectos vinculados a distintas commodities en varios países.

Sam Walsh fue nombrado en enero de 2013 como sustituto de Tom Albanese, después de que la compañía se viera obligada a tomar alrededor de 14 millones de dólares en amortizaciones de ofertas fallidas en aluminio y carbón. Su contrato, que originalmente debería haber concluido en diciembre de 2015, había sido ampliado en octubre de 2014, semanas después que Rio Tinto rechazara públicamente su fusión con Glencore. El australiano llevó a cabo durante su mandato un régimen de reducción de costes, mediante la desinversión de activos y el recorte de gastos en proyectos, ya que los precios del mineral de hierro, su primera fuente, se han desplomado desde los máximos de 2011. "Sam deja Rio Tinto como una empresa más fuerte y con un futuro brillante", "en un contexto económico volátil, él y su equipo han transformado el negocio", añadió la compañía. Y es que Walsh logró reducir los costes en más de 6.000 millones de dólares durante su mandato.

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