Renta Fija

Los bonos marcarán en breve la dirección de las bolsas

La bajada de los rendimientos puede anticipar una moderación de la inflación y una caída de las primas de riesgo, o una recesión y una caída de las bolsas.

Varios clientes nos han preguntado por qué escribimos tanto sobre los bonos desde hace varios días y tan poco sobre la renta variable. La respuesta es sencilla: porque, al menos hasta la sesión de ayer, las cosas interesantes están sucediendo con la renta fija y no con la renta variable. Desde que el Ibex ha sabido volver a conquistar la zona de los 12.000, las bolsas europeas siguen buscando el pulso para superar las resistencias.

Tampoco es que pueda detectarse mucho ánimo en Wall Street más allá de los varios intentos de recuperación. Desde hace 3 semanas la barrera de los 11.400 en el Dow Jones Industrial se opone con firmeza a la continuidad de la subida.

Es posible que estas resistencias sólo marquen una pausa antes del asalto final pero mientras el mercado no las haya vencido con claridad, no habrá cambiado la situación de fondo: un mercado en lateral con cierta disposición alcista en Europa y muchas dudas en Wall Street.

Sin embargo, la recuperación de la renta fija es impresionante, tanto más cuanto que la confirmación alcista de la semana pasada abre paso a más subida de los precios, es decir una caída adicional de las rentabilidades. El centro de gravedad del mercado global se ha desplazado de la renta variable a la renta fija, lo que nos manda un mensaje bastante fuerte.

No olvidemos que las rentabilidades de los bonos son históricamente muy bajas, el menos en términos nominales. Cabe preguntarse pues si cualquier caída desde los niveles actuales sería o no compatible con la continuidad de la subida de las acciones. O los tipos de los bonos están ya cerca de sus mínimos y pueden ser el detonante de una subida de la renta variable dado el 'bonus' de valoración a favor de las acciones; o bien se confirma un potencial más fuerte de caída de los tipos y el motivo que hace caer las rentabilidades también hará bajar las acciones.

En el primer caso, la subida de la renta fija anticiparía una moderación de la inflación y una caída de las primas de riesgo, paso previo al despegue de Wall Street y de la zona euro. En el segundo caso, la subida de la renta fija reflejaría el cambio, negativo, de las expectativas de crecimiento global con el riesgo de provocar una vuelta bajista de los índices.

Hay que notar que el momento de la renta fija encaja perfectamente con el tiempo de la renta variable: los rendimientos han bajado hasta la zona de soportes mientras Wall Street, Tokio y algunos mercados europeos pelean por superar resistencias bastante fuertes. No deberíamos tardar mucho en tener una resolución alcista o bajista.

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