
El mercado parece ver cada vez más cerca la reestructuración de la deuda griega, con lo que la presión sobre la rentabilidad del papel heleno alcanza niveles nunca vistos. La renta fija de Portugal no se libra de estos "ataques".
La rentabilidad del bono griego a dos años ha tocado hoy un máximo histórico del 24,69%, mientras que el rendimiento del bono a diez años se sitúa en el entorno de 15,60%.
Por su parte, la rentabilidad de los pagarés portugueses a diez años sube nueve puntos básicos hasta el 9,69%.
Para Marc Ostwald, estratega de renta fija de Monument Securities en Londres, "el debate sobre la posible reestructuración de la deuda griega no va a desaparecer", por lo que considera que "mientras nadie pueda ofrecer la tranquilidad de que no se producirá la temida reestructuración, el mercado presionará más y más".
Más leña al fuego
Las palabras de Mohamed A. El-Erian, máximo responsable ejecutivo de Pimco, comparando la situación de Gerecia con la vivida hace unos años por algunos países latinoamericanos no tranquilizan precisamente al mercado.
Comenta en el diario alemán Handelsblatt que "Latinoamérica sufrió una década perdida de crecimiento, empleo e inversión" y Grecia en estos momentos "corre el mismo peligro", dado que "está lejos de la estabilidad financiera" y "no se está moviendo para ganar un mayor acceso a la financiación del mercado".