
La prima de riesgo ofrecida a los inversores por los bonos españoles a diez años respecto a sus homólogos alemanes se ha situado por debajo de los 200 puntos básicos por primera vez desde mediados de noviembre.
En concreto, el diferencial del bono español frente al alemán a 10 años se sitúa en estos momentos en los 199,17 puntos básicos, aunque esta mañana llegó a estar en 193. La rentabilidad del producto español se sitúa en el 5,174% y la del alemán en el 3,118%.
En los últimas semanas, España ha alejado el fantasma del contagio de un eventual rescate de Portugal, tras los rescates de Grecia e Irlanda en 2010, gracias a medidas estructurales como la recién aprobada reforma de pensiones o la reconversión puesta en marcha de las cajas de ahorros, que también han revelado su exposición al sector inmobiliario.
El Banco de España exigió a las 17 cajas de ahorro que quedan tras la oleada de fusiones que dieran información detallada sobre estos datos en un ejercicio para aumentar la confianza.
"Los bancos españoles están reduciendo su exposición al mercado inmobiliario y morosidad, y esa situación parece ser mucho mejor que lo que el mercado anticipaba", ha declarado un operador a Reuters. "Ese movimiento está haciendo que los diferenciales de deuda de todos los otros periféricos se estrechen, es un caso de sigue al líder", explica.
El diferencial de otros países de la periferia del euro también registraba descensos que en el caso de Grecia sitúa la prima de riesgo en 795 puntos básicos, mientras la de Irlanda caía a 590 puntos y la de Portugal bajaba a 371 puntos.
El BCE no compró bonos
Una buena señal de que la situación del mercado se está normalizando es que el Banco Central Europeo (BCE) no realizó ninguna compra de bonos soberanos durante la semana pasada. Es la primera vez en tres meses que la entidad no invierte en el mercado secundario de renta fija.
El organismo emisor presidido por Jean Claude-Trichet ha empleado 76.500 millones de euros en la compra de bonos desde el pasado 10 de mayo para estabilizar los mercados de renta fija de la zona euro, fuertemente sacudidos por la crisis de los países periféricos de la región.