
Hasta el año 2021 nadie reparaba en la importancia de la cadena de suministros. Durante décadas dimos por sentado que la interconexión de nuestros productos y servicios, independientemente de dónde estuvieran situados los puntos de oferta y demanda, funcionaba de manera correcta y, a través de la incorporación de algunas mejoras, también lo hacía más rápidamente. De pronto, las miradas fueron a parar la crisis de semiconductores y la escasez de chips que estaba alterando sectores cruciales de nuestra economía actual como el automovilístico o el desarrollo tecnológico.
Pronto se identificó que la causa de esta distorsión en la cadena de suministro era la pandemia, que paralizó industrias y afectó de manera desigual a diferentes países. El 94% de las empresas del índice Fortune 1000 detectaron problemas en sus cadenas de suministro. Sin embargo, la pandemia lo que ha hecho es sacar a relucir una de sus deficiencias más preocupantes: las cadenas de suministro se guían por el principio just-in-time que, en un intento por alcanzar la máxima eficiencia, ha descuidado la resiliencia.
Así las cosas, las previsiones de crecimiento de algunas empresas se han reducido por lo que muchos analistas han acertado en llamar el efecto látigo. Esto es, que, recuperado el nivel de demanda pre pandémico, la oferta estaba desajustada por el parón industrial y la falta de recursos y/o personal. Recreando un látigo, mientras la demanda hace curva ascendente, la oferta está en mínimos, y cuando ésta se recupera, la demanda ya se ha estabilizado, creando así un exceso de oferta.
Un tercio de los empleados cree que la crisis de suministro podría durar tres años
A día de hoy, más de un tercio de los empleados consideran que la crisis de suministro podría durar hasta tres años. En cualquier caso, por mucho que la cadena de suministro recupere su actividad normal, estos últimos meses hemos aprendido que cualquier alteración en el proceso, ya sea un retraso en los puertos por atasco o la falta de camioneros en terreno, seguirá siendo una preocupación en el futuro.
Certificado en Logística 4.0 (Esade). Programa online de 9 meses de duración. Estructurado en tres módulos, este certificado propone a los profesionales de la logística un recorrido por tres áreas de mejora en su campo de acción. A través de innovaciones como e-procurement, inteligencia artificial y supply chain, transformarán sus procesos de aprovisionamiento, producción y distribución para hacerlos más eficientes.
Supply Chain & Logistics (Esade). Programa online de ocho semanas de duración en el que los participantes aprenderán a ser más rápidos, rentables y sostenibles en el abastecimiento de sus productos. Mediante herramientas de cálculo y procedimientos de aprovisionamiento y logística inversa, lograrán optimizar sus rutas, localizaciones y stock mientras adquieren un valor diferencial para su perfil.
El 94% de las empresas del índice Fortune tuvieron problemas de suministro
Máster universitario en logística (Universidad Europea). Máster online o presencial de 12 meses de duración con el que los estudiantes dominarán los procesos de supply chain management y aprenderán a generar modelos de negocio disruptivos en empresas de logística y transporte. También serán capaces de desarrollar proyectos de Logística 4.0 aplicando tecnologías como big data, IoT, robótica y automatización.
Máster en Logística y Comercio Internacional (Universitat de Barcelona). Máster presencial, semipresencial o a distancia, reconocido por la Unión Europea que permite a los profesionales en comercio internacional, aduanas y logística cumplir el requisito de nivel adecuado de competencias exigido por el Operador Económico Autorizado de la UE para obtener la autorización tipo 'C', Simplificaciones Aduaneras y acreditación global en la cadena de suministro internacional de mercancías.
Programa Enfocado en Inmersión en Logística Inteligente 4.0 (EOI). Programa online de seis semanas de duración orientado a profesionales, gerentes, directivos, consultores y emprendedores de empresas en los que la logística tiene un peso relevante, que ya disponen de una función logística estructurada e informatizada y que deseen tener una rápida puesta al día en las tendencias tanto evolutivas como disruptivas de esta función.