Empleo y prácticas

Por qué no tienes trabajo si tienes un currículum perfecto

  • Las empresas valoran la actitud y la capacidad para tomar decisiones

Tener un buen currículum es la conditio sine qua non para acceder a un buen puesto de trabajo; mejor dicho, es el requisito para poder estar en los procesos de selección. ¿Dónde está la diferencia de pasar de estar en el proceso a ser contratado? La encontramos en todos aquellos aspectos que no son fáciles de reflejar en el CV, van más allá del papel escrito ¿No basta con un gran expediente, inglés alto, unas buenas prácticas o experiencia profesional adquirida durante varios años, etc.? No, estas cualidades son sólo el primer paso.

¿Qué más hay que tener junto a un buen CV? Aspectos que llamamos soft skills, las empresas miden otros intangibles además del nivel profesional y la formación. Lo primero es la actitud, lo que los americanos llaman drive, la capacidad de enfrentarse con situaciones y decisiones complejas y saber resolverlas. Tomar decisiones con la información disponible y asumir el riesgo... Digamos que sería lo más alejado del limitarse a cumplir las órdenes del jefe. Iniciativa, creatividad, imaginación, empuje, entusiasmo, involucrarse de verdad, anticiparse, serían otros sinónimos de esta competencia.

Las empresas hoy en día necesitan reinventarse constantemente y esto no es posible con la mentalidad de mandado. Tampoco se trata de ir por libre, sino de saber aportar, de conocer muy bien el mercado, los competidores, al cliente, al futuro cliente, etc. Muchos lo llaman mentalidad de negocio y orientación al cliente, vienen a ser las dos caras de la misma moneda. Otro aspecto es la mentalidad positiva: sacar lo mejor de cada uno y de los demás. Ser un catalizador de un ambiente de trabajo pro-activo, de tal manera que la suma de esfuerzos sea mayor que la mera suma aritmética (las famosas sinergias).

Comunicación y negociación

Si un equipo no es capaz de obtener mejores resultados que sumando los trabajos individuales de quienes lo componen, es un claro fracaso, una notoria deficiencia. En este punto, el otro aspecto a destacar es la importancia de manejar la comunicación verbal y dominar la negociación positiva; habilidades que, sobre todo, se pueden entrenar y son las que delimitan el posible éxito o fracaso de una entrevista de trabajo.

El candidato tiene que impactar positivamente a su interlocutor, demostrarle su capacidad de trabajo, de superar dificultades, de no arredrarse ante los obstáculos, de buscar alternativas ante cambios de escenarios repentino u otro tipo de dificultades, alinearse con la estrategia de la empresa, pasar por encima de los condicionamientos individuales, etc. Por ejemplo, en el mundo financiero, cada día se valoran más, las capacidades analíticas, la modelización, el uso de las herramientas financieras de análisis, Bloomberg, Excel, Visual Basic... y de presentación, con el uso tan básico de programas como Powerpoint y Prezi, además de las cualidades antes mencionadas.

En las áreas jurídicas, otro aspecto clave es la comunicación tanto escrita como hablada, la oratoria es la habilidad básica de un buen jurista. Si lo vemos con un prisma de actualidad, la otra manera de adquirir estas habilidades, sería, por ejemplo, con la participación en debates jurídicos a lo largo de estudios de Grado. Entrenar la capacidad de argumentar y contra-argumentar con claridad y contundencia... A esto tenemos que añadir los conocimientos/habilidades digitales.

Ignacio Llorente Martín, director de Relaciones Institucionales y de Orientación profesional de la IEB

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