
La figura del abogado ha experimentado grandes cambios en los últimos años. De ser un profesional cuyo principal y casi único requisito era tener amplios conocimientos sobre leyes; en la actualidad, el abogado ha pasado a convertirse en una figura en la que sus amplios conocimientos técnicos no son suficientes para incorporarse a un bufete.
Dominio de idiomas
Para Carlos Pavón, socio director de IURE Abogado, "actualmente, un abogado debe dominar como mínimo un idioma y más en concreto la lengua inglesa. La adaptación de nuestra normativa al derecho internacional y a las directrices europeas hace necesario que el abogado necesite saber, de primera mano, qué está pasando en otros países y qué nuevas leyes afectarán a nuestro ordenamiento jurídico; más aún, cuando, año tras año se incrementa el número de empresas españolas que inician un proceso de internacionalización o viceversa".
Capacidad de aprendizaje y reciclaje
El sector legal evoluciona continuamente, debido a los cambios legislativos, por este motivo es vital la capacidad de aprendizaje, para no quedarse "obsoletos" a los pocos años de iniciar la actividad profesional. Asimismo, otro punto básico en este aspecto, son las nuevas tecnologías, que son fundamentales en la comunicación y la documentación, y que permiten estar informados en tiempo real al cliente, abogado, procurador, tribunal u organismo público .
Buen comunicador
Por otro lado, hay que destacar la gran competencia entre profesionales que existe en el mercado. Esta situación hace necesario hoy en día, que el abogado tenga buenas dotes comerciales, que sepa generar negocio y sea un buen comunicador para atraer a sus posibles clientes. En la actualidad su preparación no se demuestra utilizando un lenguaje técnico lleno de conceptos jurídicos, como era práctica habitual hace algunas años, sino mediante mensajes claros y concisos que el cliente entienda perfectamente.
Especialización y trabajo en equipo
La gran cantidad de reformas y nuevas leyes en los últimos tiempos han provocado que el abogado deba estar casi por obligación especializado en un área. Por este motivo se hace necesario que el profesional sepa trabajar en equipo. "Ahora muchos despachos se constituyen como entidades que ofrecen un servicio global de todas las ramas del Derecho, de ahí la importancia de una eficaz comunicación entre cada área legal", matiza Carlos Pavón.
Buen negociador y estratega
Hay que destacar que muchas veces los problemas se pueden solventar antes de que se produzcan. Por ello, el socio director de IURE Abogados indica: "es muy necesario que el abogado, además de saber solucionar conflictos, aplique una abogacía preventiva para asesorar a sus clientes; asimismo, debe ser un buen negociador y estratega que sepa dirimir entre qué y cuándo se ofrecen más ventajas para un caso, y si es necesario llegar a juicio o es posible decantarse por otras opciones como la mediación para solucionar conflictos".