Premios Goya

No todo es oro lo que reluce en los Goya: el 50% de los actores solo ganó 3.000 euros en todo 2016

Emma Suárez y Adriana Ugarte, actrices de 'Julieta', nominada a los Goya. Imagen: EFE

Este sábado el cine español se viste de gala para su ceremonia anual de premios. La polémica está ligada a la gala desde más de una década: la oposición a los gobiernos del PP, las burlas a los presentadores desde las redes sociales y las sempiternas críticas a las subvenciones públicas para los creadores componen el menú que emborrona la celebración cultural. Los Goya, en directo

El 'glamour' desplegado en la ceremonia no puede ni acercarse al de citas estadounidenses como los Oscar o los Globos de Oro, pero se hace lo que se puede. Eso sí, tras las plumas y lentejuelas que duran una noche, la realidad de la (no) industria del cine en España refleja un sórdido escenario para los creadores de sueños.

AISGE, la Sociedad de Gestión de Artistas e Intérpretes, ha aportado datos escalofriantes sobre el ejercicio de los actores en el pasado año 2016. El 50% de los intérpretes que trabajaron el pasado año percibieron unos ingresos de 3.000 euros anuales, y el 29% rozó los 600 euros en todo el año.

Solo un 12% de los artistas lograron ingresar 12.000 euros en 2016. Y se trata de los más afortunados.

Salvo la élite de la profesión -resulta difícil citar más de diez nombres-, el resto de los intérpretes se encuentra en una situación de auténtica precariedad. Bajo los vestidos de diseñador y piezas de alta joyería -prestados, por supuesto- se revelan personas que, pese a desfilar sobre la alfombra roja e incluso recorrer el escenario del hotel Auditorium para recoger un premio, no han tenido trabajo este año (las películas nominadas se han rodado hace uno o dos años). O quizá, lo hayan tenido, pero no les haya dejado en su balance bancario más de 600 euros en la columna de 'haberes'.

La precariedad logra disfrazarse y despistar a sus sufridores sujetos por una noche en la que prefieren brillar y olvidar los lloros, mientras el engaño queda, sin embargo, prendido en la retina de un espectador en ocasiones molesto con tanto 'bling-bling'. Pero la realidad, sin embargo, es tozuda y de madrugada convierte a las estrellas en calabazas otra vez, enfrentándolas a una preocupación común con aquel que les ve desde el otro lado de la pantalla: cómo pagar la factura de la luz de este mes.

Vea aquí el especial de los Goya 2017

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