
El 'sudoku' que deben solucionar las familias políticas europeas para repartirse los altos cargos de la UE es extremadamente complicado. Equilibrios, buenas intenciones y vetos se mezclan en una combinación endiablada. Por eso, los negociadores elegidos por las formaciones se reunirán el viernes en Bruselas, con vistas a facilitar el acuerdo que se espera para la cumbre del 20 y 21 de este mes.
Al encuentro acudirá el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en representación de los socialistas europeos, junto con su homólogo portugués, Antonio Costa. En nombre del PP europeo (PPE), ganador de las elecciones europeas, acudirán los primeros ministros de Croacia y Letonia, Andrej Plenkovic y Krisjanis Karins. Por parte de los liberales, reforzados con la entrada del partido del presidente francés Emmanuel Macron, estarán presentes los primeros ministros de Holanda y Bélgica, Mark Rutte y Charles Michel, el anfitrión.
En juego están las presidencias de la Comisión Europea, del Consejo Europeo (que agrupa a los líderes de la UE), la jefatura de la diplomacia europea y la presidencia del BCE. Los 28 jefes de los Ejecutivos deben encontrar una combinación que respete el equilibrio entre las familias políticas y la distribución geográfica, sin premiar solo a los países grandes. Además, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, dijo que quiere al menos dos de los cuatro cargos para mujeres.
Tusk, encargado de cuajar una propuesta, precisamente viajó este jueves a Madrid para reunirse con Sánchez, como parte de la ronda de consultas que está manteniendo para elaborar su proposición para los líderes.
El Parlamento Europeo, que debe aprobar la elección, ha insistido en que la presidencia de la Comisión vaya para uno de los candidatos que encabezaron las listas en las elecciones europeas. Sin embargo, nadie espera que Manfred Weber, el conservador alemán al frente de la lista del PPE, vaya a quedarse finalmente con la jefatura del Ejecutivo comunitario. Tampoco parece que vaya a ser el caso con el cabeza de cartel de los socialistas, el holandés Frans Timmermans. En este juego de vetos cruzados, la actual comisaria de competencia, la liberal Margrethe Vestager, podría tener oportunidades de emerger como una candidata de consenso.
En paralelo, los partidos políticos ya se empiezan a organizar para el próximo curso político. Esteban González-Pons fue reelegido esta semana vicepresidente del grupo del PPE, cuya jefatura cayó de nuevo en Weber. Si el alemán termina por ocupar un cargo, el 'popular' español es el favorito para sucederle en el grupo conservador. Mientras, Iratxe García se presentó el jueves para presidir el grupo socialista. Con 20 escaños, el PSOE aporta la delegación más numerosa al grupo socialista de la Eurocámara (153 eurodiputados). El grupo progresista decidirá el día 18 de este mes.