
Pedro Sánchez ejecutó el domingo su venganza contra sus rivales y dejó limpias las listas electorales a Congreso y Senado, así como al Parlamento Europeo, de díscolos al sanchismo de cara a las elecciones generales del 28 de abril y las europeas del 26 de mayo. Según indicó ayer el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, el Comité Federal aprobó una renovación de las mismas superior al 80%.
Sobre si estos cambios obedecen a una purga o una criba hecha contra los contrarios al secretario general del PSOE, el propio Sánchez, Ábalos negó esta interpretación. "Queríamos unas candidaturas que representen la acción del Gobierno y una serie de criterios que permitan recoger la diversidad de este país y esta sociedad. No hay nada más", afirmó.
La renovación de las listas al Congreso es, concretamente de un 80%, de un 57% en el caso de los cabezas de lista. En el caso del Senado, la renovación es todavía más profunda: del 86% en total y del 80% en los cabezas de lista.
Como ya era conocido, no ha habido hueco para algunos nombres como Ignacio Urquizu y Óscar Galeano. Finalmente, tampoco ha entrado en las listas la mano derecha de Susana Díaz, Antonio Pradas, a pesar de que antes del Comité Federal se rumoreó con que podría ir a la Cámara Alta.
En cambio, en el caso de la sucesión de salidas que ha habido en el Partido Popular, Ábalos sí que vio posible interpretar una purga. "Casado ha cribado a los más moderados y que más experiencia de Gobierno pueden tener dentro de su formación. Por eso, sus candidaturas no están pensadas para gobernar, sino para estar en la oposición. Parece que renuncian a la capacidad de gobierno. Expulsando a las personas que más podían aportar, devuelve al partido a sus tiempos más reaccionarios", opinó.
Por otro lado, el PSOE no mueve ficha en cuanto a la posibilidad de que se celebre un debate electoral. Ábalos insistió en que tienen la puerta abierta a ello, pero que solo los celebrarán cuando lo decidan los propios socialistas.