
El PP de Andalucía recibió como un jarro de agua fría las 19 medidas que Vox puso sobre la mesa este martes en una reunión a puerta cerrada a la que los populares llegaron buscando cerrar el apoyo necesario del partido de Santiago Abascal para poder gobernar la Junta de la mano de Ciudadanos. Diecinueve condiciones "inaceptables" según la propia Génova que enturbian la negociación a una semana de celebrarse la primera sesión de investidura pero que parecen salvables.
Aunque la inercia lleva a plantear como escenario definitivo el del apoyo de Vox a Juanma Moreno, la ronda de contactos que inicia este jueves la presidenta de la Mesa del Parlamento andaluz, Marta Bosquet, para la búsqueda de candidato podría truncarse para el PP si antes de que ésta acabe no se aclara el panorama del cambio.
En la nueva reunión a la que se citaron este miércoles ambas formaciones parece que el entendimiento ha fluido algo más; Vox ha acudido rebajando el tono de exigencia y el PP ha prestado más interés en buscar el acuerdo proponiendo un texto alternativo al planteado (pueden consultarse aquí) que tiene que pasar el filtro de Ciudadanos.
Una hipótesis caótica
En el supuesto de que los apoyos de Vox no estén asegurados antes de que finalice la ronda con los grupos, que podría resolverse en un solo día, la candidatura de Susana Díaz podría ser la más propicia por intentar la investidura a pesar de estar también sentenciada. Y es que para que Moreno pueda salir nombrado presidente de la Junta necesita sí o sí que Vox le apoye al menos en segunda vuelta mientras que el PSOE sumaría junto a Adelante Andalucía más síes de base que PP y Ciudadanos (50 frente a 47).
Díaz está dispuesta a intentar la investidura y desde el PSOE insisten a Adelante Andalucía en apoyar esta opción. En este caso, su candidatura solo podría salir adelante con mayoría simple si o bien Ciudadanos, su socio de Gobierno anterior, o bien Vox se abstuvieran, dos opciones inviables por el hartazgo de Cs con la gestión de los socialistas en el primer caso y por la abismal diferencia ideológica en el segundo.
El Gobierno que PP y Ciudadanos han ido configurando en diferentes reuniones desde las elecciones de finales de año depende de Vox a pesar de que la formación haya quedado al margen del grueso de las negociaciones. Sin embargo, los 12 diputados que consiguieron en el Parlamento se hacen fundamentales para que las cuentas salgan adelante.
Si finalmente Vox se apartara y lograra frenar el cambio de Gobierno, la repetición de elecciones tomaría fuerza de nuevo. Las urnas solo vendrían bien al PSOE, que podría arrastrar a los miles de andaluces que se abstuvieron el 2D y que ahora votarían para frenar a la derecha, aunque los de Abascal creen que su tendencia también se vería reforzada en ese caso.
Aún así, hay margen para evitar ese horizonte que sería muy próximo a la multi-cita del 26 de mayo. Desde la primera sesión de investidura hay dos meses para intentar que algún candidato salga nombrado presidente antes de disolver la Cámara y convocar nuevos comicios. En ese plazo las negociaciones podrían sucederse y los candidatos que fracasaron volver a intentarlo de nuevo.