
La Comisión Bilateral Estado-Generalitat volvió a reunirse ayer tras más de siete años inactiva con los primeros acuerdos entre ambas administraciones. Tras la reunión, la ministra de Política Territorial y Función Pública, Mertixell Batet, avanzó que el Gobierno "atenderá" la disposición adicional tercera del Estatuto de Autonomía catalán, que fija que la inversión del Estado en infraestructuras en la comunidad debe equipararse con la aportación de Cataluña en el PIB español. La ministra señaló que el Ejecutivo socialista hará un "esfuerzo" en este sentido en Cataluña y citó como futuros proyectos la finalización de la estación de la Sagrera, la mejora de la red de Cercanías o el desarrollo del Corredor Mediterráneo.
Batet reclamó que, a cambio, la Generalitat debería sumarse a los órganos de negociación multilaterales, como el Consejo de Política Fiscal y Financiera, donde se tendrá que debatir sobre la reforma del modelo de financiación autonómica y sobre el apoyo de los soberanistas a la nueva senda de déficit que fue tumbada en el Congreso.
En el plano estrictamente político, la ministra reiteró el rechazo del Gobierno al derecho a la autodeterminación y situó la solución al conflicto catalán en el marco de la Constitución y del Estatuto, aunque celebró que el encuentro de la Comisión Bilateral fue "la primera expresión del cambio de relaciones entre los dos gobiernos". En el plano institucional, Batet criticó que el Parlament esté cerrado hasta octubre y que las instituciones catalanes no sean neutrales en lo referente a los símbolos en el espacio público.
El presidente de la Generalitat, Joaquim Torra, ya había enmarcado previamente los objetivos que se fijaba el Govern para la reunión. En declaraciones a la ACN, Torra pidió decisiones concretas al Gobierno español sobre el derecho a la autodeterminación de Cataluña y la situación de los políticos independentistas presos para que la operación de diálogo no sea una "cortina de humo".
Una larga espera
La de ayer fue la primera reunión de esta Comisión Bilateral en siete años, ya que no se reunía desde julio de 2011, entonces con José Luis Rodríguez Zapatero el frente del Gobierno de España y con Mas como presidente de la Generalitat.
Por su parte, el consejero de Acción Exterior y Relaciones Institucionales, Ernest Maragall, lamentó que el Gobierno no quiso entrar a debatir en profundidad sobre los presos independentistas y la autodeterminación. Criticó que el Ejecutivo central dejó aspectos como la mejora de la financiación autonómica o la negociación del déficit en manos de los órganos multilaterales en los que participan el resto de comunidades autónomas.