Dolors Montserrat, exministra de Sanidad durante el Gobierno de Mariano Rajoy y portavoz de campaña de María Dolores de Cospedal en la carrera por la presidencia del PP, se perfila ahora como futura secretaria general del partido que desde el domingo preside Pablo Casado. Así se lo transmiten a elEconomista fuentes cercanas a la nueva dirección, explicando que es todo un gesto que el nuevo presidente popular haya elegido Barcelona como el lugar en el que desvelará este jueves quien será su número dos.
La elección de Montserrat es un claro guiño a la propia Cospedal, quien en la recta final de las elecciones internas del PP decidió mostrar su apoyo explícito a Casado frente a Soraya Sáenz de Santamaría, que en primera instancia había vencido a ambos.
Montserrat encabeza todas las quinielas para la Secretaría General desde que el pasado domingo el nuevo presidente del PP lograse la victoria ante la exvicepresidenta del Gobierno con más del 56% de los apoyos de los compromisarios. Su talante negociador y sus buenas relaciones con numerosos cargos orgánicos y territoriales del partido serán claves para su elección en un proceso en el que también han sonado nombres como el de Isabel García Tejerina, exministra de Agricultura; Esperanza Oña, del PP de Andalucía y también del agrado de María Dolores de Cospedal; e incluso Fátima Báñez, número dos de la campaña interna de Soraya Sáenz de Santamaría y a quien se le podría haber reservado ese puesto para conciliar intereses entre dos rivales que finalmente, y antes del Congreso popular, se mostraron mucho más distanciados de lo que hubiera deseado gran parte del partido -incluido el ex presidente Mariano Rajoy, que no cejó en su empeño de reclamar unidad-.
Salvo sorpresa, la opción de Báñez parece descartada por Casado, aunque las fuentes transmiten a elEconomista que la intención del nuevo presidente del principal partido de la oposición sería la de incorporarla a la nueva dirección, en otro puesto. Por dilucidar también queda quien ocupa la portavocía en el grupo popular del Congreso de los Diputados, puesto en el que la propia Montserrat también aparecía como candidata por su relevancia, y que hasta ahora ha ostentado Rafael Hernando.
Soraya rechaza integrarse
Antes de que se desvelen los nombres, la exvicepresidenta del Ejecutivo y candidata derrotada en el proceso interno del PP, ha rechazado integrarse en la nueva dirección del PP que está configurando Pablo Casado al haberle ofrecido solo dos secretarías de área, sin aceptar una "negociación general" y "global", según han informado fuentes próximas a la exvicepresidenta del Gobierno. Con esto, queda materializada la ruptura de negociaciones entre los dos rivales, con un consecuente fracaso en la integración que han publicitado ambos.
Después de tres horas de reunión y conversaciones entre los diputados José Luis Ayllón y Fátima Báñez, por parte de Santamaría, y Javier Maroto y Teodoro García-Egea, por parte de Casado, el equipo del nuevo presidente del PP ha ofrecido integrar en la nueva dirección del partido como secretarios de área a los exministros de Trabajo y de Fomento, Fátima Báñez e Íñigo de la Serna, respectivamente.
Fuentes del equipo de Sáenz de Santamaría consideran que esta oferta de Casado es insuficiente y no responde al apoyo del 43 por ciento que logró en el XIX Congreso Nacional extraordinario del PP la candidatura de la exvicepresidenta.
Santamaría había exigido el miércoles a Pablo Casado -ambos se reunieron en las dependencias del Congreso de los Diputados- una representación equivalente al número de apoyos que obtuvo en la votación final de los compromisarios el pasado fin de semana. Santamaría, así, quiere un 43% de los puestos clave. Ya avisó, antes de su encuentro con Casado, que no tiene intención de dar un paso al lado. "Mi intención primero es la de lograr la unidad del partido", aseveró Santamaría, quien despejó la rumorología que la situaba fuera del futuro del PP aseverando que se queda "en política" independientemente de las tareas que le asignen en el futuro.
"No se puede pasar de la lista más votada a la proporcionalidad en apenas dos días", dijo Casado a los medios de comunicación tras reunirse con la Sáenz de Santamaría y al ser preguntado por la exigencia de representación proporcional de su equipo que formula la exvicepresidenta del Gobierno.
El líder despeja balones
Casado precisó tras la reunión que no se trata de una negociación entre equipos, sino que ha habido un Congreso que ha decidido "quién tiene que liderar la construcción de equipos", y que las personas no están "etiquetadas" en función de a quién apoyaron.
Su objetivo, reiteró, es "contar con los mejores" y conformar un equipo de dirección en el que todos los candidatos que concurrieron a ese proceso de primarias "se sientan representados" y tengan "la oportunidad de trabajar".
El nuevo líder del PP dijo a Sáenz de Santamaría "que me encantaría" que estuviera en el Comité Ejecutivo, como los demás candidatos, y para ello se han reservado puestos entre los vocales de libre designación. "No hay bandos ni equipos que tengan que negociar nada porque todos han ganado", aseguró.
En la búsqueda de esa unidad "imprescindible", Casado aseguró que se respetará el resultado de los congresos provinciales y regionales al margen del desenlace de las urnas; que se respetarán las candidaturas ya nombradas o "previsibles" independientemente de los apoyos que obtuvo su candidatura en esos territorios; y que los equipos de dirección integrarán a todos los candidatos que concurrieron a las primarias. Este jueves, en Barcelona, el presidente del PP despejará algunas de las incógnitas que envuelven la renovación.