Política

Casado: "Si soy presidente, Feijóo será lo que quiera; es imprescindible"

Pablo Casado, candidato a las primarias del PP. Foto: eE

Cuando a Pablo Casado (Palencia, 1981) se le pregunta si aspira a ser presidente del Gobierno y si tiene tiempo en los dos años que restan de legislatura de recuperar el voto perdido del PP, reacciona rápido. Hace un gesto de exclamación y pronuncia un sí rotundo. 

Pertenece al selecto club de vicesecretarios generales designados en su día por Mariano Rajoy para devolver al PP la credibilidad perdida y, también, a una nueva generación de dirigentes familiarizados con los medios de comunicación y las nuevas tecnologías.

Aunque ha quedado segundo en la primera vuelta de las primarias, se ve ganador gracias a los compromisarios y dice que apuesta por la integración de todos los contendientes cuando se sepa el resultado final. Tiene un discurso liberal en estado puro de centroderecha moderado y tranquilo, ideológicamente bien armado, suave y educado en las formas, pero sin concesiones en el fondo. Dice que si lidera el PP recuperará los principios perdidos y apuesta por bajar los impuestos, luchar por la unidad de España y en contra del independentismo, y defiende la honestidad y la eficacia en la gestión.

Sáenz de Santamaría ha ganado la primera vuelta de las primarias y, sin embargo, ¿usted se puede 'llevar el gato al agua' con los compromisarios y ser el próximo líder del PP?

Utilizando un símil de Fórmula 1, hemos jugado la pole position, ya sabemos quién va primero y segundo, y ahora tenemos que jugar la carrera, con lo cual se parte de cero. Es verdad que hay un 63% de los votos de los inscritos que fueron a candidaturas distintas a la que ha quedado primera y, por tanto, si eso se trasladara a los compromisarios, nosotros tendríamos muy buenas perspectivas. Lo importante es que el partido salga fuerte, renovado, ilusionado y unido del congreso.

¿Qué ofrece usted al PP que no ofrece su adversaria?

En primer lugar, ofrezco un cambio de etapa que cuente con todos y que sea un revulsivo para ampliar un espacio electoral. Hay que volver a tener 11 millones de votos, y para lograrlo ofrezco que en mi candidatura quepa todo el mundo. Siempre he dicho que si gano nadie pierde. Por eso propongo reilusionar con los principios que nuestros militantes y compromisarios quieren que enarbolemos.

¿Cuáles? ¿qué principios son?

Apuesto por el principio de libertad -incluida la económica-, por la bajada de impuestos y la unidad de España, por la lucha contra el independentismo, la defensa de la vida y la familia, la defensa de la seguridad y la memoria de las víctimas del terrorismo, y la exigencia, la honestidad y la eficacia en la gestión. Esas son mis prioridades.

¿Son su máster y su carrera un 'handicap' que le puede perjudicar, o es víctima del mismo 'juego sucio' del que fue víctima Cifuentes?

He dado todo tipo de explicaciones sobre un asunto que es absolutamente irrelevante. Y no voy a hacer el juego a quienes han querido perjudicarme.

Defínase ideológicamente.

Me defino como liberal. Creo que la persona tiene que estar en el centro de la actuación pública, y que las Administraciones tenemos que ayudar a quienes lo necesitan. Pienso que no se debe interferir en el libre desarrollo de las personas, porque así es como se crece, se crea empleo, y se apuesta por esa España que madruga, que al levantar la persiana de su negocio ya saca adelante a su familia y a otras personas.

Yo propongo una revolución fiscal en la que suprimamos los impuestos de Sucesiones, Donaciones y Patrimonio, en la que reduzcamos el IRPF por debajo del 40% y el Impuesto de Sociedades baje a partir del 25% y pueda converger con países europeos que están solo un poco por encima del 10%. En definitiva, creo que ese es el ideario que siempre ha tenido el PP.

¿Quiere decir que en estos años el PP no ha defendido su ideario?

Digamos que el ideario del PP se ha quedado por el camino. Pero no ha sido culpa del Gobierno de Rajoy, sino de las circunstancias de fragmentación parlamentaria, por la irrupción de nuevos partidos, la crisis económica o los casos de corrupción. Por eso tenemos que enarbolar los principios de siempre, pero como nunca. Rajoy siempre decía que lo urgente a veces nos ha impedido hacer lo importante, y ahora es cuando podemos volver a reivindicar las cuestiones que la oposición, poniéndonos palos en las ruedas, no nos ha dejado hacer.

¿Ha sido la mano de Aznar la mano que mece la cuna? ¿Esto le ayuda o le perjudica?

He trabajado con Esperanza Aguirre, con José María Aznar, con Manuel Pizarro y con Mariano Rajoy. Han sido mis jefes y he aprendido muchísimo de ellos y he sido leal con todos, pero ni estoy en ninguna cuna, ni nadie mece mi cuna, en absoluto. No tengo tutelas ni ataduras. Mi candidatura es transversal, apela a las bases y no tengo a nadie detrás. Soy el único candidato que esta primera etapa de campaña no se ha hecho acompañar por dirigentes o territorios. Se equivocan quienes intentan ver interferencias de quienes han apostado por la neutralidad, como son los dos expresidentes.

Entonces, ¿es falsa esa imagen de que quien vote a Soraya vota a Rajoy y quien le vote a usted, vota a Aznar?

Sí, esa imagen es falsa. Desde fuera pretenden desgastarnos. Aquí lo que se vota es el futuro del partido, y en ese futuro yo me siento muy orgulloso de nuestro pasado, tanto de Aznar, como de Rajoy o de Fraga. Han sido tres grandes presidentes del partido, y dos grandes presidentes de España. Difícilmente puede liderar un partido alguien que reniegue de su historia, y yo no lo hago.

Y el tema de la corrupción, ¿cómo lo va a combatir para que de verdad haya tolerancia cero?

En el proyecto que yo represento no cabe ni una sombra de asuntos de corrupción, y estableceremos mecanismos para anticiparnos a cualquier tipo de conducta irregular.

Para ciertos sectores usted representa la imagen más 'derechosa' del PP. E, incluso para apoyarle, Esperanza Aguirre ha dicho que Soraya no tiene ideología, ¿es así?

Me siento orgulloso de ser de centroderecha y de tener una ideología liberal conservadora. Nosotros ganamos elecciones gracias a nuestros principios y valores, y no a pesar de ellos. Cuando se habla de que tenemos que ocupar el centro, yo digo que no es cambiar de sitio, es abrir más nuestro espectro electoral. Aspiro a que el PP sea otra vez el proyecto hegemónico del centroderecha, y que recuperemos los tres millones de votos que se fueron a Ciudadanos, y algunos a partidos regionalistas o a partidos más a la derecha. Todo lo que esté a la derecha del PSOE es nuestro espacio electoral.

¿También la extrema derecha está en el Partido Popular?

No, la extrema derecha no está en el PP. El PP es un partido reformista, liberal y de centro, tal y como dicen sus estatutos. Insisto: cuando el PP ha aglutinado todo lo que estaba a la derecha del PSOE, nos ha ido bien, igual que le ha ido bien al PSOE cuando ha aglutinado todo lo que estaba a la izquierda del PP. Creo en los sistemas bipartidistas, que funcionan perfectamente en países tan desarrollados y democráticos como Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania o Francia.

También en esos países han florecido movimientos políticos que rompen la idea bipartidista...

Si han surgido esos movimientos es porque los partidos tradicionales no nos hemos adaptado a la nueva sociedad, que puede aglutinar todo el espectro de voto, sin tener que renunciar a unos principios que son transversales. Los principios que le he dicho anteriormente no son de izquierdas ni de derechas: la familia, la unidad de España, la bajada de impuestos o la honestidad no son de izquierdas ni de derechas; sencillamente, son principios.

¿Cómo impedirá que Albert Rivera le coma a usted la tostada?

Creo que el candidato que peor le viene a la izquierda y a Ciudadanos soy yo. En España hay millones de españoles que están desando una excusa para volver a votarnos, y yo se la voy a dar.

Que no haya debate entre Soraya y usted, ¿no rompe esa imagen de renovación que ustedes quieren dar?

Yo propuse el debate y acataré lo que el Comité Organizador diga, como he acatado todas las normas. Creo que es positivo debatir, y hacerlo sobre el fondo de las propuestas en un debate televisado podía trasladar nuestra visión del futuro de España a la sociedad, cosa que es muy importante.

Ustedes han criticado al PSOE por llegar a Moncloa sin ganar en las urnas. ¿Usted defiende ahora eso para el PP? Soraya dice que en el ADN del partido está que gobierne la lista más votada.

No conduce a nada deslegitimar las normas que nos hemos dado, y una segunda vuelta es absolutamente democrática. En nuestra reforma para que gobierne la lista más votada proponíamos la segunda vuelta, y ahora estamos hablando de un empate técnico, de apenas mil votos de diferencia entre los dos candidatos. No entiendo qué se pretende poniendo en cuestión el formato. Es como despreciar a los compromisarios, como si no estuvieran legitimados, lo cual no es cierto .

¿Descarta una lista de integración antes del congreso?

Apuesto por una lista de integración, pero cuando acabe la segunda vuelta. Yo soy el primero que dije que quería integrar, y el único que ha dicho que no va a pedir nada a cambio. En mi candidatura caben todos los demás candidatos y estoy dispuesto a integrar a todos los que quieran. Este partido necesita talento, de dentro y de fuera. Aquí no sobra nadie, somos todos imprescindibles. Estoy concurriendo a estas primarias porque creo que tengo un proyecto que es necesario para España y para el partido. No he dicho en ningún caso que yo sea el mejor candidato, he dicho que tengo el mejor proyecto.

Supongo que usted va a por todas, que quiere liderar el PP y ser el presidente del Gobierno de España...

Sí, claro, pero no se puede ser presidente del Gobierno de España si no tienes un partido unido y fuerte detrás.

¿Su futuro pasa por Génova y por Moncloa?, ¿se ve ocupando el sitio de Pedro Sánchez?

Mi futuro pasa por intentar ser presidente del PP, y quedan dos años para las elecciones generales. Antes hay unas municipales y autonómicas en las que tenemos que ayudar a nuestros compañeros, y si no tenemos un partido fuerte, unido y que reconecte con la sociedad, da igual quién se presente a la Presidencia del Gobierno, porque o no ganaremos o volveremos a estar sujetos a bisagras, mociones de censura o investiduras fallidas.

Tenemos que volver a reconectar con la sociedad a través de un congreso que no sea fallido, que sea útil. Las siglas del partido están por encima de cualquier candidato, y eso es lo que nos diferencia de otros.

¿Tiene tiempo el PP de recuperarse con usted en dos años?

Por supuesto. Nos vamos a recuperar, no en dos años, sino en dos meses. El revulsivo que va a suponer un congreso que ilusione y que reconecte con la sociedad es inmenso, y más si conseguimos hacerlo con una generación que es la que está ahora mismo al frente del resto de partidos en España, y en el resto de Europa. Si yo soy presidente de mi partido me rodearé de gente de mi generación y de gente experta.

Díganos algún nombre, ¿con quién ha hablado ya?

He estado reunido con Manuel Pizarro, con Daniel Lacalle, con varios exministros, tanto del Gobierno de Rajoy como de Aznar, y con mucha gente joven. Los perfiles jóvenes somos los que más nos tenemos que apoyar de gente con más experiencia. No se trata de hacer una renovación generacional.

¿Al final, el 'dedo' de Feijóo va a ser tan determinante como dicen, o es uno más en el PP?

Yo dije en Galicia que Alberto Núñez Feijóo, si yo soy presidente del PP, será lo que quiera, como quiera, y cuando quiera. Es un activo imprescindible a nivel regional y nacional, y además el PP de Galicia es una referencia indiscutible para mí.

¿Que a usted le intentaran agredir el otro día en Pamplona es la prueba de que los tiempos oscuros todavía no se han superado?

La verdad es que no me partieron la cabeza de milagro. Vino un tío con un palo dispuesto a clavármelo, y que todavía haya energúmenos y borrokas que intenten agredirte por defender la libertad significa que hay que fortalecer el Estado. Por eso la ley de seguridad ciudadana ha sido tan importante para luchar contra los delitos de enaltecimiento del terrorismo, los delitos de odio, etc. Yo he propuesto también que, con todo lo que ha pasado en Cataluña, se recupere el delito de sedición impropia y el de referéndum ilegal.

¿La entrevista de Pedro Sánchez y Quim Torra ha sido un acto de normalización política?

En el orden del día de ese encuentro ya incluía los insultos al Rey, se planteaba el 21 de diciembre como unas elecciones ilegítimas, se retomaba la hoja de ruta del derecho a decidir y de la desconexión del 6 y 7 de septiembre, y se homenajeaba el 1 de octubre. Que el presidente acepte ese punto de partida con una reunión en el Palacio de la Moncloa es espeluznante. Da igual lo que haya contado al salir de la reunión; lo grave es que se hayan reunido con esos mimbres y que haya habido una contraprestación evidente al apoyo de los independentistas a la moción de censura. Sánchez, desde que llegó a la Moncloa, está pagando peajes sin parar y si yo soy presidente del PP no voy a pasar ni una a los independentistas que se quieren cargar España.

¿De verdad cree que Sánchez está dispuesto a saltarse la Constitución? Son acusaciones graves...

No acuso. Simplemente digo que el PP debe estar muy vigilante y no pasar ni una si hay alguna cesión, ya no de la unidad de España, sino de la igualdad y libertad de todos los españoles, que es lo que está en juego.

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