
Todo está listo para que el presidente de EEUU, Donald Trump, aterrice a última hora del martes en Bruselas donde posteriormente participará en la cumbre de la OTAN. Un encuentro donde las tensiones instigadas por el inquilino de la Casa Blanca entre el resto de los 28 países servirán de referente para el cara a cara previsto el próximo lunes en Helsinki entre el mandatario y su homólogo ruso, Vladimir Putin.
Mientras la administración del republicano buscó la semana pasada relajar el creciente nerviosismo entre los miembros de la Alianza Transatlántica, el propio Trump no dudó en instigar de nuevo en azuzar la discordia al recordar que su país "paga entre un 70 y un 90 por ciento para proteger a Europa. Pero, ellos nos matan en el comercio". De esta forma, aunó dos de sus temas de cabecera, el déficit comercial de 151.000 millones de dólares con la Unión Europea y el hecho de que países como Alemania solo pagan el 1 por ciento de su PIB al presupuesto de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Antes de la reunión que se celebrará en la sede de la OTAN los días 11 y 12 de julio, el presidente de EEUU puso en sobreaviso a buena parte de los aliados europeos a los que a través de misivas recordó la necesidad de aumentar su gasto militar. El año pasado, EEUU representó el 51,1 por ciento del PIB combinado de los miembros de la OTAN y el 71,7 por ciento de su gasto en defensa. La mayor economía del mundo contribuyó con más fondos a la Alianza que Alemania, Francia, Italia, España, el Reino Unido y Canadá juntos. Dejando de lado a EEUU, solo cinco países han cumplido con los estándares de gasto, entre ellos Grecia, Reino Unido, Estonia, Polonia y Rumania.
Aún así, la embajadora estadounidense en la OTAN, Kay Bailey Hutchison, indicó durante una conferencia con la prensa que, aunque algunos países todavía tienen que hacer más en este sentido, más de la mitad de los miembros están en camino de lograr el objetivo de gastar el 2 por ciento de su PIB en defensa para 2024. Hutchison aprovechó la ocasión para dejar claro que no existen planes para realizar cambios entre las 32.000 tropas estadounidenses ubicadas en Alemania, como parte de la Alianza y otro tipo de misiones, como se había rumoreado. "Abordaremos el mayor aumento del gasto en defensa por parte de nuestros aliados desde la Guerra Fría", dijo la embajadora quien insistió que todos los miembros, "están aumentándolo". La diplomática estadounidense adelantó que uno de los principales temas a tratar, además del gasto en defensa, será Rusia y "sus esfuerzos por intentar dividir nuestra nación democrática". También mencionó las violaciones llevadas a cabo por el Kremlin del Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF, por sus siglas en inglés).
Las relaciones entre Moscú y Occidente alcanzaron un punto de inflexión crítico en Ucrania y la adhesión de Crimea a Rusia
Precisamente, durante el fin de semana, la canciller alemana, Angela Merkel, señaló que los países de la OTAN quieren mantener unas relaciones racionales con Rusia y no tienen intención de permitir la extinción del Consejo Rusia-OTAN, el organismo que coordina la estrategia militar de ambos bloques. "Quisiéramos unas relaciones racionales con Rusia, por eso las negociaciones en el Consejo Rusia-OTAN se mantendrán siempre" recalcó aunque aclaró que la Alianza "debe mostrar firmeza para defenderse".
Las relaciones entre Moscú y Occidente alcanzaron un punto de inflexión crítico en Ucrania y la adhesión de Crimea a Rusia tras el referéndum de 2014, en el que más del 96 por ciento de los votantes respaldó esta decisión.Ese año, la UE, EEUU y varios países respondieron mediante la imposición de sanciones contra Rusia por su supuesto papel en la crisis, algo que Moscú negó, de ahí que optase por activar un embargo agroalimentario a quienes impusieron medidas de restricción en su contra.
Dicho esto, incluso cuando Washington ha impuesto represalias severas a Rusia y ha expulsado a diplomáticos rusos, Trump evita en todo momento criticar directamente a Putin, algo que algunos consideran mina implícitamente la confianza de la OTAN. "La Alianza enfrenta un nuevo conjunto de desafíos, en lo que algunos consideran como una segunda entrega de la Guerra Fría, definida por las incursiones militares de Rusia en Georgia y Ucrania, así como sus esfuerzos para sembrar la discordia política en los países de la OTAN", resalta Jonathan Masters, analista del Council on Foreign Relations.
El tibio apoyo de Trump a la OTAN ha llevado a algunos aliados europeos a cuestionar el compromiso de EEUU. Antes de la cumbre del miércoles y el jueves muchos miembros de la Alianza sugirieron que cualquier señal de desunión no hará más que alimentar la agresividad de Moscú. "La OTAN ha respondido a las provocaciones rusas reforzando las defensas en Europa, pero las disensiones políticas entre los miembros, algunas de ellas provocadas EEUU, han puesto en entredicho su unidad", justifica Masters.
Pese a que el embajador de EEUU en Rusia, Jon Huntsman, prometió la semana pasada que Trump "continuará responsabilizando a Rusia por su actividad maligna", el propio presidente de EEUU no ha hecho más que seguir agitando sus polémicas declaraciones sobre el papel de su país en la OTAN. Durante su estancia en Bruselas, el estadounidense mantendrá una reunión bilateral con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, antes del arranque de la cumbre y al término de la misma partirá a pondrá rumbo a Finlandia para su reunión con Putin.