La de Pedro Sánchez ha sido la cuarta moción de censura celebrada en democracia y la primera en prosperar. Tras una semana de sumas y restas, el PSOE ha logrado sacar a Mariano Rajoy de Moncloa. Otros lo intentaron antes. De hecho, el propio Rajoy ostenta el 'honor' de haberse enfrentado dos veces a esta circunstancia, esta vez sin éxito.
Hay que remontarse a 1980 y el Gobierno de la UCD de Adolfo Suárez para llegar al primer intento de desbancar a un presidente con esta herramienta. Felipe González (PSOE) no consiguió entrar en Moncloa por esa vía pero sí volverse un imprescindible del panorama político de aquellos años. En 1982 se demostró que este fracaso ante Suárez no fue un lastre: llegó al Gobierno y en él estaría tres legislaturas seguidas.
Con ese precedente, Antonio Hernández Mancha (Alianza Popular), disputó la presidencia a Felipe González en 1987, dos años antes de que pasara a liderar el partido José María Aznar. También fracasó. Con 195 noes, 71 abstenciones y solo 66 síes, el umbral de los 176 volvió a hacerse inalcanzable en esa ocasión y Mancha firmó su sentencia de muerte en un partido en el que ya no tenía muchos acólitos.
Pasaron 30 años hasta que este procedimiento volvió a activarse. Fue la corrupción el argumento que manejó Podemos en junio de 2017 para intentar echar a Rajoy. Pablo Iglesias se erigió como bote salvavidas de la izquierda en un momento en el que el PSOE tocaba fondo y Pedro Sánchez había entregado su acta de diputado.
Gürtel ha sido el golpe definitivo para Mariano Rajoy. La sentencia de la primera época de la trama llegó para romper el momento de tranquilidad que se auguraba tras conseguir el Gobierno aprobar los Presupuestos. Más allá de nombres propios, la multa al PP como partícipe lucrativo ha sido, políticamente hablando, la sentencia de muerte que hasta ahora había logrado sortear en las urnas.