Política

Cómo se forma a los jueces españoles en violencia contra la mujer

  • Solo es formación obligatoria para jueces y magistrados especializados
  • Se imparte en un curso de 50 horas: 16 de teoría y 10 días de práctica
  • El acoso sexual está tratado de refilón en un curso no obligatorio
Foto: Pixabay

"Estoy seguro de que si a una mujer, cinco personas le roban un móvil, nadie va a dudar que ha habido intimidación. Creo, por ello mismo, que cualquier delito sexual no puede estar exento de esa consideración. Eso no es un tema de leyes, es un tema de cultura, de implantación de las maneras de entender las cosas y, por tanto, en eso hay que trabajar". El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha insistido este martes en su desacuerdo con la sentencia contra 'La Manada' por abuso sexual en sanfermines 2016. A las dudas que planteó sobre el magistrado que pidió la absolución del grupo de cinco amigos, el ministro extiende ahora la crítica y aboga no solo por cambiar la ley sino también la cultura. ¿Qué se hace desde el ministerio en este sentido?

En base a datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), la violencia de género solo es formación obligatoria para jueces y magistrados de órganos especializados en esa materia (Juzgados de la Violencia sobre la Mujer, los Juzgados de lo Penal y Secciones de las Audiencias Provinciales). Obligan a ello la Ley Orgánica 1/2009 y la Ley Orgánica 3/2007 para la Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres.

Se imparte mediante un curso de 50 horas lectivas repartidas en 16 horas de teoría online (cuestionarios, foros de debate y casos prácticos obligatorios) y 10 días de prácticas en órganos judiciales, salvo en los Juzgados de Violencia de Género, que son ocho días más dos de visita a recursos asistenciales y casas de acogida.

El resto de la Carrera judicial cuenta con actividades formativas ofertadas en el Plan Estatal de Formación Continua (ámbito nacional) y en Formación Descentralizada (Tribunales Superiores de Justicia o CCAA) pero sin obligación. El Servicio de Formación Continua ofrece en su campus virtual un curso de para todos los jueces y magistrados, independientemente de su destino, de Iniciación a la Formación en Violencia de Género. Según los datos del Poder Judicial, en 2017 fueron 150 los jueces o magistrados que recibieron directamente esta formación a través de cinco actividades, las mismas programadas para este año.

En el caso de los alumnos de la Escuela Judicial, la formación inicial en violencia de género era hasta ahora una conferencia que en las próximas promociones será un seminario de varios días para el enjuiciamiento con perspectiva de género para superar los "perjuicios o estereotipos de género" a los que se refería Catalá en el Congreso.

¿Hay formación tras la sentencia a 'La Manada'?

"Hay que seguir trabajando en la empatía, en la sensibilidad, en que el lenguaje nunca humille a la víctima y pensando que la víctima es siempre el primer objetivo al que tenemos que tutelar", insistía Catalá en referencia a la sentencia de nueve años por abuso sexual. Precisamente el tribunal que ha condenado a 'La Manada' tiene que contar con esta formación básica obligatoria (Sección Segunda de la Audiencia de Navarra).

Al menos Raquel Fernandino, una de los tres magistrados que firman la sentencia y que se incorporó a la Sección en 2015, cuenta con ella tal y como se imparte hoy en día. José Francisco Cobo y Ricardo Javier González llevan en ese puesto desde 1999 y 2001 respectivamente, antes de que la ley obligara, por lo que su especialización puede ser distinta, a falta de respuesta desde el CGPJ sobre si hubo algún matiz a posteriori.

Delitos sexuales, de refilón

Dentro de los cursos de Formación Continua (la no obligatoria y a la que pueden acceder todos los jueces y magistrados) hay uno que bajo el nombre de 'Protección de la víctima de la violencia de género' amplía el foco desde la violencia doméstica a "otros hechos delictivos que también atentan contra las mujeres por el mero hecho de serlo". Entre la trata, los matrimonios forzados o la mutilación genital se hace hueco al acoso sexual.

En este sentido, la interpretación jurídica está en juicio. A raíz de la sentencia contra 'La Manada' por abuso y no por agresión sexual, la Asociación de Mujeres Juezas de España (AMJE) urge a revisar cómo llega un juez a interpretar la ley para dictar una sentencia sobre delitos sexuales. "Se impone la integración de la perspectiva de género como antídoto y prevención frente a formas de actuar e ideas preconcebidas que ponen el foco y enjuician con mayor intensidad el comportamiento y actitudes de la víctima que la de los propios autores", piden en un comunicado en el que insisten en la formación de género para magistrados, jueces, fiscales, abogados y policías de este área, estos últimos a través de Centro de Estudios Jurídicos.

Hace pocas horas, la Generalitat valenciana y la Universitat de València (UV) informaron de que ultiman un convenio "pionero" para formación de jueces en violencia de género e igualdad, un primer paso efectista tras el polémico fallo del que se espera que provoque un efecto dominó.

La importancia de la psicología

El Pacto de Estado contra la Violencia de Género (.pdf) aprobado en noviembre de 2017 pide una mejora en la formación en violencia contra las mujeres. Pero los Presupuestos no han contemplado los 200 millones de euros anuales prometidos y de las cuentas de 2018 solo se destinarán 80 millones a este Pacto. "Faltan 120 millones que pueden salvar muchas vidas", dicen las asociaciones feministas que continuarán la ola de protestas el próximo 16 de mayo.

La falta de especialización que se reconoce en estos cursos ha llevado al Parlamento Europeo a mejorar la formación de jueces y magistrados encargados de casos de violaciones. Además de asociaciones de defensa de los derechos de las mujeres, psicólogos y psiquiatras se han sumado a evidenciar la necesidad de que la formación sea completa para que la interpretación de los hechos se ajuste más a las diferentes realidades.

En Francia, por ejemplo, la Escuela Nacional de Magistratura ofrece un curso que destaca por la dureza de los casos reales en los que se basa y que recalca los aspectos psicológicos que pueden concurrir en una situación como una violación y que pueden llevar a la víctima al bloqueo. 

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Comentarios 5

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LOO
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¿que es lo que le hacen a la rubia entre la gaona y el presentador en el programa de supervivientes los martes?

sera acoso, violacion o no importa que diga NO porque en este caso NO ES SI

¿que hacen los manifestantes de la manada?

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Puntuación 1
#1
Justicia independiente y libre de ideologias
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Pero cómo se puede estar hablando de perspectiva de género en la justicia, que son jueces que tienen en sus manos vidas que dependen de sus decisiones. eso es adoctrinar la justicia y convertirla en instrumento de una ideologí­a. Cambiar el estado de derecho por la Inquisición. No se puede discriminar por la raza el género el sexo el color de la piel a las personas, especializar tribunales ya especializados en violencia de género pero además con perspectiva de género,es más perverso que la Inquisición hizo sobre inocentes. La justicia íºnica y exclusivamente debe estar especializada en la bíºsqueda de la verdad,indistintamente quién ha cometido el delito sea hombre mujer blanco negro género, intergenero.Jamás specializado en ideologí­as de género que discriminen por raza sexo color de la piel porque se cometerán injusticias atropellos,linchamientos sobre muchí­simos miles de inocentes o en un genocidio si discriminas la presunción de inocencia y además creas tribunales especializados, es lo mismo que hicieron los nazis durante la persecución de los judí­os que llegaron incluso a crear tribunales de excepción o especializados para juzgar solo a los judí­os. las discriminaciones no son cosas de los hombres, solo lo podrí­a hacer Dios, si existe, porque si las hace el hombre se convierte en persecuciones,linchamientos, injusticias terribles . La presunción de inocencia es el verdadero Dios para evitarlo. la justicia está para juzgar hechos concretos pero jamás debe estar infectada en la prevención ideologí­ca hasta el punto de vulnerar los derechos humanos más fundamentales porque se convierte en injusticia, en delincuencia,Inquisición,caos. es solo respetar la Constitución y no decir que la respetamos para luego no hacerlo. lo íºnico sagrado dela Constitución son los derechos humanos fundamentales porque si los violamos es sinónimo de genocidio.

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#2
ULF
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La justicia española deberí­a adoptar el código penal de los paí­ses avanzados, como Alemania o los paí­ses nórdicos. Y fichar ministros del norte de Europa.

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#3
Carmen
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2. La especialización no es discriminación. Es una necesidad para, entre otras cosas, evitar discriminar a la ví­ctima y nunca va a suponer quebrantar un principio de presunción de inocencia de nadie porque precisamente lo que logra la especialización es conocimiento más exhaustivo de la situación real.

Puntuación 0
#4
María
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Dicen que la justicia no mira a las personas, mira los hechos. Así­ la encontramos representada por la diosa Iustitia con los ojos vendados, la balanza en una mano y la espada en otra. La venda de la imparcialidad, la balanza de los argumentos y pruebas, y la espada que castiga a los culpables.

La dama de la justicia hoy está llorando. Su balanza ya no se equilibra por las pruebas y los argumentos, en uno de sus platos hay toneladas de colapso judicial, de carpetazos precipitados, de protocolos negligentes, de desorganización, de burocracia iníºtil, de falta de recursos, de retrasos eternos, trámites ineficaces, de interpretaciones varias de una misma ley, de una aplicación de las leyes dependiente de la arbitrariedad del juez que te toque, de un sentido comíºn endémico que se aleja cada vez más de las necesidades sociales, de prejuicios, de IMPUNIDAD frente al mal que debe preservar. Las pruebas, los argumentos por muy contundentes que sean no pesan lo suficiente, la ví­ctima no puede por mucho que luche poner en su plato ningíºn contrapeso probatorio capaz de equilibrar la balanza, el titánico peso del sistema judicial gana por toneladas; la DESPROTECCIí“N de las ví­ctimas es nuestra consecuencia.

En la otra mano la justicia empuña su espada, es inalienable de ella misma. Forma parte de su razón de ser, y por ende, el castigo se materializa. Las consecuencias se pagan, pero la balanza ya ha elegido hací­a que lado va a caer la espada incluso antes de empezar, y lo hace sobre las cabezas de las ví­ctimas. Nos han hecho creer que el sistema nos ayudará, y con esas expectativas hemos entrado en su sistema para luchar por nuestras vidas, -No hay otro modo- nos asegura todo el mundo. Así­ que nosotras somos las que estamos ahí­, somos las que tocamos a sus puertas constantemente, las que les solicitamos medidas de protección, las que acudimos a ustedes para salvar a nuestros hijos de un infierno, las que buscamos mil y una forma de que nos escuchen y entiendan nuestra desesperación a pesar de las limitaciones que nos imponen, somos nosotras las que les vamos a buscar porque les necesitamos, y por tanto, nosotras somos las que quedamos expuestas y a su merced. Nos tienen pendientes de ustedes, y sin vivir, echan ustedes mano de nosotras y no de los agresores para cargarnos con el peso de la justicia, porque a nosotras sí­ nos importan sus decisiones, porque sí­ tenemos mucho que perder, nuestras vidas y las de nuestros hijos. Y acabamos manteniendo una doble lucha: la de sobrevivir nosotras mismas y nuestros hijos a nuestros agresores, y la de sobrevivir a un sistema judicial que peca, como poco, de desidia. Así­ que sí­, la espada de la diosa Iustitia hoy lleva grabada todos y cada uno de nuestros nombres y de nuestros hijos, que somos quienes sufrimos el castigo de las consecuencias de un sistema que nos da la espalda. Encontramos juzgados que no piden pruebas para archivar expedientes porque están colapsados, fiscales que hacen juicios de valor respecto a nuestras capacidades mentales y anticipan resoluciones judiciales antes de que se celebren juicios, citaciones que no llegan, trámites que se dilatan interminablemente y que retrasan cruelmente juicios en perjuicio de las ví­ctimas, falta de medidas de protección, una sospechosa prioridad a la hora de dar valor a unas pruebas frente a otras, acoso a la ví­ctima pues se nos trata en base a una falta de credibilidad intolerable, falta de pedagogí­a de género, falta de protocolos eficientes para protegernos y determinar la veracidad de los hechos, jueces que esperan en sus sillas que les hagamos el trabajo de probar lo que ellos pueden hacer a golpe de orden judicial y que para nosotras es sencillamente imposible. Es el juego del desgaste sobre quienes ya estamos exhaustas. No es que esté ciega la justicia hoy en dí­a, ni tan siquiera es que gire la cabeza para mirar para otro lado, es que la justicia lleva gafas de aumento de prejuicios y pasividad.

Nuestra justicia, tal como la energí­a, no se destruye se transforma. Transforma en sufrimiento para las ví­ctimas lo que deberí­a ser alivio, transforma en miedo lo que deberí­a ser confianza, transforma en desesperación lo que deberí­a ser protección, transforma en excusas lo que deberí­an ser protocolos, transforma en sempiterno un dolor que deberí­a ser coyuntural, transforma en presión lo que deberí­a ser libertad.

La dama de la justicia hoy llora avergonzada de espaldas a la sociedad, la venda de sus ojos se llama PREJUICIOS, la balanza DESPROTECCIí“N, y la espada INJUSTICIA SOCIAL. La diosa Iustitia hoy también es VíCTIMA DE VIOLENCIA DE Gí‰NERO.

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